Brasil eliminó esta noche a Paraguay con un hombre de más durante 35 minutos por 4 a 3 en definición por tiros penales tras una última conversión de Gabriel Jesús, luego de culminar los 90 minutos regulares 0 a 0, y se clasificó a las semifinales de la Copa América, instancia en la que podría enfrentarse a Argentina si los dirigidos por Lionel Scaloni vencen mañana a Venezuela.
El favoritismo era demasiado marcado como para imaginar un resultado como el que se dio al cabo de los 90 minutos regulares, aunque sí era previsible el desarrollo.
Lo primero tuvo que ver esencialmente por la falta de puntería de los brasileños y la enjundia defensiva de los paraguayos, que salieron a planterse con una línea de cinco defensores, tres volantes y los "rapiditos" Derlis González y Miguel Almirón, ex Lanús, no solamente parados para el contraataque, sino también para ejercer la presión alta con el máximo esfuerzo.
Y lo llevó bien el equipo del técnico argentino Eduardo Berizzo durante los primeros 20 minutos, hasta que Brasil empezó a adueñarse de la pelota con la precisión del "joven veterano" Dani Alves, el diligente Arthur y el talentoso Phillipe Coutinho, compañero de Lionel Messi en Barcelona.
Después, para atacar, la potencia y el fútbol de Roberto Firmino y Everton fueron los encargados de complicar a una defensa paraguaya que trabajó a destajo, pero que resguardó en buena forma al arquero Roberto Fernández, que cuando fue llamado a intervenir respondió con solvencia.
La línea de cinco que tuvo Paraguay contó con tres centrales de gran tarea como Gustavo Gómez, Junior Alonso y Fabián Balbuena, que terminó expulsado apenas superados los 10 minutos del segundo período porque el VAR determinó que había interrumpido una "ocasión manifiesta de gol" que a punto estuvo de ser penal para Brasil.
Esto obligó a Berizzo a "sacrificar" al argentino naturalizado paraguayo Santiago Arzamendia, que fue citado por Lionel Scaloni para jugar por el seleccionado argentino pero eligió hacerlo por la "Albirroja" porque el representativo de su país de origen (nació en la localidad de Wanda, en Misiones) tenía "un técnico interino".
Y con un hombre menos durante los 35 minutos restantes Paraguay mantuvo su tónica de juego inicial, sosteniéndose en el fondo con una encomiable tarea de defensores y volantes y la siempre valorable gestión de Derlis González y Almirón para sostenerse lo más posible en campo rival cuando salía un contraataque.
Así, con un tiro en el palo y la siempre eficiente gestión del "Gatito" Fernández, los paraguayos se aferraron a la definición por penales, una quimera que terminó haciéndose realidad.
Y allí reaparecieron en todo el estadio Arena do Gremia, de Porto Alegre, todos los fantasmas de las dos definiciones anteriores que cruzaron a estos dos seleccionados en las Copas América de 2011 en Argentina y 2015 en Chile, en ambos casos también en cuartos de final y también en las dos ocasiones con victoria paraguaya.
Inclusive en 2015 el partido se jugó también un 27 de junio, y fue Derlis González el autor del tanto con el que los paraguayos terminaron igualándole 1 a 1 a los brasileños.
Sin embargo esta vez la historia se dio vuelta, porque justamente Derlis González fue el que falló el quinto penal de la serie (a Gustavo Gómez le atajó el primero Alisson) y entonces apareció Gabriel Jesús para definir con categoría y poner al local Brasil en la semifinal, enmendando el anterior remate fallido de Roberto Firmino.