Cuando Atlético de Rafaela logró el ascenso al viejo Nacional B lo hizo con "Cairo" Marino, un arquero de barrio Alberdi. Hoy, con el paso del tiempo y siempre con grandes arqueros, debuta Agustín Grinovero, un chico de Unión Agrario Cerrito, Entre Ríos. De cuarto arquero a la titularidad. El martes cumple 21 años.
Fue "Caio" Marino quien hizo la punta tras erigirse en figura en la campaña del primer ascenso de Atlético de Rafaela a la segunda categoría del fútbol nacional. Después, con los pies sobre la tierra y trabajando siempre desde las canteras, llegó el momento de Ezequiel Medrán quien hizo la punta en el final de la campaña 2001/02 y luego transformarse en factor fundamental del ascenso de 2003. Aunque con el Celeste en Primera perdió su lugar a manos del experimentado Ángel David Comizzo, lugar que luego recuperó para descollar atajando hasta el final de campeonato. En la temporada siguiente, lo compró Boca y dos años más tarde fue transferido a Belgrano de Córdoba. En el 2007, partió al Lobos de México y comenzó un derrotero que lo llevó por clubes importantes también de Chile y Paraguay.
Mientras tanto, aparecía Marcelo Barovero quien continuó con la fábrica de arqueros sobresalientes "producidos" en la cantera atletiquense y es acaso uno de los mejores arqueros de la historia de Atlético de Rafaela en el profesionalismo.
"El Flaco" nacido en Porteña, un pequeño pueblo de la provincia de Córdoba cuidó el arco de Atlético de Rafaela entre 2003 y 2007 y luego fue transferido a Huracán, donde comenzó a mostrar que su potencial y donde se hablaba de un jugador que no tenía techo. Tras permanecer un año en el "Globo", a mediados de 2008, pasó a Vélez Sarsfield y se consagró campeón del Torneo Clausura 2009, obtuvo el subcampeonato del Apertura 2010 y volvió a ser campeón en el Clausura 2011 con impresionantes estadísticas bajo los tres palos.
En julio de 2012, llegó a River Plate y tras aguardar su turno para la titularidad, formó parte del plantel que en el año 2015 ganó la Recopa Sudamericana y la Copa Libertadores. En ese mismo año, jugaría el Mundial de Clubes en el cual serían subcampeones.
Después, contrataron a Darío Capogrosso, mientras maduraba Gabriel Airaudo, que poco tiempo después, demostró estar listo y por eso ocupó el lugar del sueño del pibe: fue titular en Atlético de Rafaela. Con el tiempo y estando afianzado como arquero sufrió una grave lesión que lo alejaría de las canchas.
Volver a empezar y como no podía ser de otra manera, una vez más, el "1" era un jugador surgido de las divisiones inferiores: Guillermo Sara, otro deportista formado en el club debutaba en 2009 y fue una pieza fundamental para el regreso a Primera en 2011. En la máxima categoría se estrenó de la mejor manera: en su primer torneo atajó tres penales. En el segundo, obtuvo el récord de atajar dos en un mismo partido. José Sand fue su víctima. Ante su gran nivel, la venta al Betis de España se presentó como una gran oportunidad económica para el club. Después llegó la compra de Boca Juniors. Sara, un jugador idiscutido en ese momento, reconoce que en Atlético Rafaela jugaba demasiado acelerado por su cantidad de intervenciones, mientras que en el club de La Ribera debía mantener la calma, sentirse relajado.
Que Rafaela es tierra de buenos arqueros pareció confirmarse cuando Axel Werner jugó sólo 14 partidos en Atlético de Rafaela y se ganó la venta al Atlético Madrid, la convocatoria a los Juegos Olímpicos 2016 y un año a préstamo en Boca. El chico, fue estudiante de Comunicación Social y apasionado por la lectura, Werner jugó en todas las Selecciones juveniles argentinas y se preparó para ganarse un lugar en el fútbol europeo. Sobre su breve paso por Atlético de Rafaela, reconoció al club de barrio Alberdi como el paso justo para llegar al profesionalismo. En el ida y vuelta del fútbol compartió con Guillermo Sara el arco de Boca en la máxima categoría del fútbol argentino.
Pero la historia no termina ahí. La Selección Argentina Sub-20 disputó en Ecuador el Campeonato Sudamericano, y el arquero de ese momento también perteneció a Atlético de Rafaela: Ramiro Macagno, un joven deportista que llegó de Instituto y se ganó un lugar en la máxima categoría de Atlético.
Más tarde y entrenando en los últimos años, el repertorio de arqueros surgidos de la casa ubicada en barrio Alberdi continúa con Matías Tagliamonte, es quien permite que Atlético acumule 14 años consecutivos con guardametas del club en el plantel profesional. Estuvo a un paso de ir al Sudamericano Sub-17 disputado en 2015, y mientras mira al alemán Manuel Neuer como referencia, sueña con escribir su propia historia.
Hoy, con el alejamiento de Guillermo Sara y la lesión de Nahuel Pezzini, llegó la hora del chico nacido en el club Unión Agrario de Cerrito, Agustín Grinovero. El entrerriano hará su debut ante San Telmo en el Nuevo Monumental, justo cuatro días antes de cumplir los 21 años.