El tenista español Carlos Alcaraz, máximo favorito al título y campeón vigente, avanzó este viernes a las semifinales del Argentina Open tras imponerse al italiano Andrea Vavassori por 7-6 (7-1) y 6-1.
El español, máximo favorito al título y campeón vigente, se impuso al italiano por 7-6 (7-1) y 6-1. Se enfrentará al ganador del duelo entre el argentino Tomás Martín Etcheverry y el chileno Nicolás Jarry.
El tenista español Carlos Alcaraz, máximo favorito al título y campeón vigente, avanzó este viernes a las semifinales del Argentina Open tras imponerse al italiano Andrea Vavassori por 7-6 (7-1) y 6-1.
Alcaraz, nacido en Murcia y segundo en el ranking mundial de la ATP detrás del serbio Novak Djokovic, acabó con las ilusiones de Vavassori (152) en una hora y 40 minutos, en un partido jugado en la cancha central del Buenos Aires Lawn Tennis Club.
El español, quien había superado en su anterior partido, por octavos de final, al porteño Camilo Ugo Carabelli (134), se enfrentará este sábado en semifinales ante el ganador del cruce que animarán más tarde el argentino Tomás Martín Etcheverry (27) y el chileno Nicolás Jarry (21).
El ATP porteño, que se juega sobre superficie de polvo de ladrillo y repartirá premios por 728.185 dólares, había consagrado antes de la presentación de Alcaraz a otros dos semifinalistas, ambos argentinos, Facundo Díaz Acosta y Federico Coria, lo que garantiza la presencia de una raqueta nacional en la definición del domingo puesto que se enfrentarán entre ellos el sábado.
Díaz Acosta (87) le ganó al serbio Dusan Lajovic (58) por 6-4 y 6-3, mientras que Coria (106) superó a su compatriota Sebastián Báez (30) por 6-1 y 6-4.
En cuanto al murciano Alcaraz, rindió de menor a mayor para conseguir el pase a "semis" ante el rival de ranking más bajo entre todos los que se clasificaron para los octavos de final.
En el inicio del partido, Vavassori, de 28 años y por segunda vez en su carrera en los cuartos de final de un ATP (la anterior el año pasado en Marrakech, Marruecos), no tenía nada que perder y jugó muy suelto, con muchos cambios de ritmo y variedad de golpes, así llegó a estar 5-4 arriba y 30 iguales, y más tarde 6-5 y 30 iguales.
El simpático italiano de gorrita roja al revés estuvo dos veces a dos puntos de ganarle un set al número dos del planeta, seguramente más de lo que imaginó cuando llegó a Buenos Aires para jugar el cuadro de dobles junto a su compatriota Simone Bolelli y de paso se anotó en la clasificación para el de singles.
Alcaraz, un tenista de otra dimensión, se dio cuenta de que para ganar cada punto iba a tener que esforzarse, que no sería sencillo, por eso ajustó su derecha y comenzó a jugar más angulado para torcer el rumbo del partido.
El primer set se definió en el tie break y el murciano castigó con su derecha profunda y pesada, así se puso en ventaja por 6-0 para luego cerrar por 7-1 y festejarlo con el puño apretado, ya que le había costado más de lo previsto.
En el segundo parcial, Alcaraz decidió acelerar el trámite y se puso rápido 3-0 con un quiebre, y además de pegarle fuerte a la pelotita, tiró varios drops aprovechando que el italiano estaba retrasado en la cancha, eso fue muy aplaudido por el público, y también se lució con un par de globos demostrando su calidad
Alcaraz se puso en ventaja por 5-0 con dos quiebres de servicio a Vavassori (2-0 y 4-0) y se preparó para la definición del partido.
El español concretó un 6-1 final con su servicio, en una definición que llegó con una derecha paralela al fondo de la cancha que el "tano" no pudo responder, luego festejó con el puño cerrado y la mirada fija en su entrenador, el extenista español Juan Carlos Ferrero, quien fue número uno del mundo en 2003 cuando conquistó Roland Garros, y ganó el Argentina Open en 2010.
"Fue un partido muy difícil, Andrea es un jugador muy agresivo, con gran saque y volea, por eso me costó mucho al principio", analizó Alcaraz en diálogo con los medios de prensa instantes después de su victoria.
"Una vez que gané el tie break pude jugar más relajado y eso me facilitó las cosas en el segundo set. Creo que supe aprovechar las oportunidades que se me fueron presentando y pude sacar adelante el partido", analizó el murciano de 20 años, quien sigue invicto en Buenos Aires con seis triunfos.