Carlos Alcaraz, 55 del mundo, venció este viernes por 6-3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5) al griego Stefanos Tsitsipas, tercer cabeza de serie, y avanzó a la cuarta ronda del US Open.
El fenómeno español jugó un enorme partido y eliminó del certamen al griego Stefanos Tsitsipas en cinco sets, tras más de cuatro horas de partido.
Carlos Alcaraz, 55 del mundo, venció este viernes por 6-3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5) al griego Stefanos Tsitsipas, tercer cabeza de serie, y avanzó a la cuarta ronda del US Open.
El español, de 18 años y que hace su debut en el Abierto de los Estados Unidos, dio la gran sorpresa e hizo historia al ser el primero que consigue llegar a los octavos de final en su primera participación.
Además, se transformó en el jugador más joven en vencer a un Top 3 en el certamen, teniendo en cuenta la competencia desde 1973 (cuando se instaló el ranking). La marca le pertenecía al legendario Pete Sampras. Con el público de su parte, el murciano se apuntó el primer set y el tercero después de remontar un 2-5.
Empezó bailando en la pista central del Abierto de Estados Unidos y con un 4-0 premonitorio. El griego ya sabía lo que le esperaba, de ahí los elogios en la previa hacia su joven rival, y mantuvo la mente fría para ir sacando su tenis, más agresivo al resto para empatar el partido en el segundo set.
Tsitsipas tomó las riendas con un 2-5 en el tercer que parecía reponer el orden mundial, pero el español volvió al baile. Con su movilidad, Alcaraz buscó el golpe ganador con la derecha, pero además el revés le funcionó a la perfección y entre dejadas y globos empezó a poner patas arriba la Arthur Ashe.
El murciano salvó tres bolas de set para llegar a la muerte súbita y ganar la tercera manga. El desgaste le pasó factura y Tsitsipas mandó el encuentro rápido al desempate con un 6-0. Ahí, el español calculó su reserva y pudo sobrevivir con su saque, mucho más tranquilo el griego, hasta los juegos decisivos.
En el octavo ya se activó el español, gracias a un revés que marcó diferencias. Sin bolas de 'break', el quinto llegó a la muerte súbita, donde los zarpazos fueron de nuevo de Alcaraz. El español, repartiendo dejadas para delirio de la grada, se coronó en la Gran Manzana, aunque ahora querrá más ante el alemán Peter Gojowczyk.