Carlos Monzón y la posibilidad del "no accidente": Hipótesis periodística, pruebas físicas y fotointerpretación
Pasa el tiempo, se diluyen los hechos y se automatiza el recuerdo, pero para algunos allegados y amigos de Carlos Monzón el episodio en el que perdió la vida, hace veintisiete años, continúa generando dudas y reavivando antiguas sospechas. Para ellos, vale aclararlo, lo sucedido con el sanjavierino en la ruta provincial Nº 1 sigue siendo, aun hoy, "una verdad por descubrir".
Carlos Monzón y la posibilidad del "no accidente": Hipótesis periodística, pruebas físicas y fotointerpretación
El 18 de marzo del año pasado, en la sección Deportes, El Litoral publicó la nota "¿Es posible que la muerte de Carlos Monzón no haya sido un accidente?", de nuestra autoría. En ella se desarrolla una hipótesis periodística, por medio de la cual se expone la posibilidad de que lo ocurrido al ex campeón mundial de boxeo en la ruta provincial Nº 1 el 8 de enero de 1995 no haya sido, como se ha sostenido mayoritaria y generalizadamente siempre, un simple hecho accidental o muerte por accidente, producida "como consecuencia de una maniobra de conducción", tal como dictaminó en su momento Daniel Rucci, el juez actuante.
Para Rucci se trató de "un desgraciado suceso", en el que "no intervino animal, peatón, ni automóvil", por lo que, a su entender, "Monzón falleció por un acto propio de conducción", sin existir elementos que ameritaran la prosecución de la causa. En términos generales, nunca estuvo en discusión que no haya sido otra cosa que un hecho accidental, como constaba en el expediente judicial redactado a tal efecto, que ya no existe, tal como explicamos en el libro "Leyla y Carlos, carta a un hombre libre antes de decirle adiós", del que también somos autores y fue publicado meses atrás.
En dicha obra están narradas las memorias de Leyla Merit, la persona ligada al ex boxeador que pocos días después del trágico suceso recibió una llamada extraña y anónima, en la que le decían: "Averiguá cómo fue lo de Carlos, tenía que pasar dentro de la cárcel". Fue en función del testimonio de esta mujer, más el del abogado penalista Héctor Curi Huespe (con quien ella intentó denunciar aquel críptico llamado, sin poder hacerlo por no ser familiar directo del fallecido) y el de Francisco "Pancho" Costanzo, amigo muy cercano de Monzón (cuyas expresiones pueden apreciarse en una entrevista que le hiciera Enrique Cruz en 2020), que formulamos aquella hipótesis.
Lo importante: hallar el auto
En uno de los capítulos del citado libro (titulado "Una pregunta que tiene más de 26 años"), queda establecido que para avanzar en cualquier teoría que no sea la del accidente y contrarreste la versión oficial de la muerte de Monzón, es primordial dar con el paradero actual del auto con el que volcó el sanjavierino. La otra alternativa, tratada aparte, es la de la fotointerpretación.
A casi treinta años del siniestro, la localización del vehículo, como prueba física inclusive, es fundamental si alguien pretende reabrir el caso alguna vez. Así se lo confirmó a Leyla el juez Roberto Reyes, cuando ella fue a explicarle que existía la sospecha respecto a que lo del ex pugilista no haya sido un accidente y que el Renault 19 pudo ser embestido en su parte trasera por una camioneta (existiendo, por tal motivo, la posibilidad de que pueda retomarse la causa).
Archivo El Litoral D.R
Foto: Archivo El Litoral
En dicha ocasión, el magistrado le explicó a Merit que hay dos elementos fundamentales a tener en cuenta para poder retomar el caso. Por un lado, lo más importante y trascendental, primero y principal, es encontrar el auto, el Renault 19 gris metalizado patente B 2705773, que prácticamente quedó destruido tras el vuelco. Y una vez localizado, constatar, por ejemplo, la presencia de un topetazo desde atrás, porque ello ayudaría a desarticular la noción del vuelco por impericia, error de conducción, o mala maniobra del conductor.
Como segundo elemento de importancia, también sugerido por Reyes, quedaría por averiguar los antecedentes en los últimos veinte años de la persona que podría haber instigado o realizado el hecho en contra de Carlos, si es que se tiene un sospechoso, o se sospecha de alguien. Es decir, habría que averiguar si ese "alguien" fue condenado por algún hecho ocurrido desde 1995 a la fecha, porque así se interrumpiría la prescripción y empezarían a contarse de nuevo veinticinco años. Si esta persona no tiene antecedente condenatorio alguno en ese periodo, no se puede hacer nada, porque se trataría de una causa prescripta.
La opinión de un especialista
Como por ahora ha resultado imposible contar con la "presencia física" del vehículo en el que volcó Carlos Monzón, o tener el mínimo dato sobre su destino final, apelamos a uno de los recursos utilizados científicamente para situaciones como la planteada en nuestra hipótesis: la fotointerpretación. La misma estuvo a cargo del calificado y prestigioso médico forense Raúl Osvaldo Torre -experto criminalista de Buenos Aires especializado en la investigación de homicidios-, a quien le fueron enviadas por correo electrónico 27 imágenes del Renault 19 que conducía el pupilo de don Amílcar Brusa aquel trágico día (21 a color y 6 en blanco y negro).
Después de examinar exhaustivamente las fotografías del vehículo volcado -en las que pueden apreciarse distintos ángulos y perfiles del mismo-, Torre no encontró, "a partir de las deformaciones elastoplásticas que han quedado evidenciadas en el rodado", ninguna característica física que permita inferir "la participación de un vehículo distinto en el evento".
De esta manera, teniendo en cuenta los elementos con los que contó para el análisis, las placas tomadas como base de la observación (y "considerando la resolución de las mismas"), tanto como las deformaciones estructurales propias del siniestro ("que podrían enmascarar la búsqueda"), para Torre no hubo participación de otro vehículo y en lo personal no adhiere a una afirmación en otro sentido.