Miércoles 27.1.2021
/Última actualización 23:42
Fue un estreno perfecto para Carlos Sainz Jr., en su primera jornada a bordo de un F1 de Ferrari en el circuito de Fiorano. El español pudo completar más de 100 vueltas a bordo del SF71H de 2018, un coche muy competitivo en su día, con el que se sintió muy a gusto desde el inicio y veloz en muy pocas vueltas.
Pese a que las condiciones meteorológicas fueron muy diferentes a las del martes, cuando Charles Leclerc probó el coche, y apenas hubo sol, salvo un rato por la mañana. Carlos estuvo en un nivel de prestaciones muy parejo al del monegasco. Los tiempos son secreto de Estado y Ferrari no va a hacerlos públicos para no dar lugar a comparaciones poco útiles, pero Sainz se bajó satisfecho de lo que puedo extraer del coche, pese a que no se trataba en absoluto de buscar el tiempo a una vuelta.
Una de las noticias positivas es que, al haber pasado sólo 45 días sin subirse a un F1 desde la última carrera de 2020 en Abu Dabi, apenas notó la inactividad propia de otros inviernos, donde suelen pasar casi tres meses sin actividad, por muchas horas de gimnasio que inviertan. Leclerc lo dijo el martes: "me sentí rápido de inmediato, más que otras veces", una sensación que ha sido muy parecida para Sainz, lo cual era otro motivo de satisfacción y confirma la idoneidad del test programado por Ferrari para sus pilotos.
Sainz, como ya vio en el simulador la semana pasada, ha podido ver en vivo lo diferente que es el nuevo volante de Ferrari a lo que estaba acostumbrado en McLaren, y más con la dificultad de cambiar los parámetros a casi 300 km/h y con las fuerzas G de cada curva.
Además de eso, en Ferrari organizaron un programa para que se vaya adecuando a los procedimientos nuevos, como salidas, boxes y cambios de regla, a los que el español se fue acomodando sin ningún contratiempo.
La retroalimentación con su nuevo ingeniero de pista Riccardo Adami ha sido optima en esta primera jornada.
Otro de los detalles que se pudo saber es que el #55 puso especial empeño en las repeticiones de salida de carrera, pues la secuencia de mandos de embrague, mapas, y punto de fricción difiere mucho de su antiguo auto. Esta es una parte básica de cada fin de semana y de la cual dependen muchos resultados a lo largo del año.
Sainz pudo estrenar además su nuevo mono a medida de Puma, suministrador de Ferrari, además de un nuevo casco de Schubert, con dos visibles banderas de España en el acolchado interior, a la altura de las mejillas.
Un día inolvidable para Sainz, con el peso de toda la historia y la leyenda de cuantos pasaron antes por similar trance, el de pilotar para el equipo más emblemático de la historia de la F1. Por si fuera poco, el presidente del Grupo Fiat FCA y de Ferrari, John Elkann, estuvo presente en los test para darle la bienvenida en persona, algo que no suele ser tan habitual.
"¡Ha sido un día que nunca olvidaré! Esta mañana sonó la alarma al amanecer porque teníamos algunas reuniones muy temprano antes de salir a la pista. ¡Uno de los momentos más especiales para mí hoy fue cuando llegué al circuito y vi el Ferrari con mi número 55! Estaba ansioso por subirme al coche y esa primera vuelta de instalación fue emocionante", afirmó el español.
"Luego nos pusimos manos a la obra y estoy muy contento de cómo se desarrolló el día. Pudimos pasar por un programa extenso y pude familiarizarme con toda la configuración: los ingenieros y mecánicos, el volante, los procedimientos que obviamente son un poco diferentes a los del coche que conduje la temporada pasada. Fue muy agradable tener a mi padre allí en un momento tan importante de mi carrera. Y me gustaría agradecer a Mattia, Laurent y a todos en Ferrari por una bienvenida tan cálida y un primer día tan positivo en el coche de 2018. Estoy muy feliz y no podría haber deseado un mejor comienzo", dijo Sainz.