Domingo 16.1.2022
/Última actualización 19:32
El 2021 quedará marcado para siempre en el vóley argentino con el bronce logrado en los Juegos Olímpicos de Tokio, igualando así la producción de Seúl 1988. Si bien fue todo el equipo el dueño del logro, Luciano De Cecco (nacido y formado en Gimnasia de 4 de Enero), como capitán y conductor del seleccionado nacional, fue premiado por la Volleyball World.
El santafesino de 33 años fue elegido como el segundo mejor jugador del mundo por especialistas. No sólo pesó su actuación en Japón (inolvidable el triunfo frente a Brasil por la medalla de bronce), sino que también resultó determinante su producción en Lube Civitanova, club italiano al que llegó comenzada la pandemia de Covid. Con dicha institución se consagró campeón de la liga y también ganó la copa nacional. En el Mundial de Clubes disputado en Brasil perdió la definición contra el local Sada Cruzeiro.
A través de las redes sociales, Luciano agradeció la mención: "Gracias a todos, en especial a mis compañeros que son el verdadero motivo del resultado colectivo de este año".
Este domingo la FIVB dará a conocer al mejor jugador del mundo tanto entre los varones como las mujeres. Detrás de De Cecco quedaron figuras como los franceses Earvin Ngapeth (3°), Jean Patry (4°)y Jenia Grebennikov (5°).
Cuenta la leyenda en su club Gimnasia y Esgrima de 4 de Enero y Juan De Garay, Luciano pasaba sus tardes de infancia repartiendo magia entre el básquet y el vóley. Cachete jugaba de base y disfrutaba más de encontrar a un compañero para lanzar que de probar él mismo a la canasta, aunque eso también sabía hacerlo. Siendo hijo de Graciela y Ricardo, este último jugador de Liga Nacional y actual entrenador de básquet, su futuro ligado a la pelota naranja venía derechito y con firmeza.
El vóley terminó imponiéndose al mandato familiar del básquet no por llevarle la contra al padre, sino porque según contó un amigo de su infancia en una nota para Voley Plus, Luciano era medio calentón, le molestaban los roces que había en el básquet y fue eso quizás un punto extra para que decida volcar toda su magia en el vóley, con la red de por medio y asistiendo con fantasía a cada uno de sus rematadores.
Ricardo expresó que Luciano siempre fue muy incentivado con el deporte y que prácticamente se crió desde la guardería en el club Gimnasia y Esgrima de Santa Fe donde practicó todas los disciplinas.
Pablo Aguirre D.REn cuanto al básquet estuvo reclutado en Ben Hur de Rafaela cuando estaba en la Liga Nacional y lo dirigía Facundo Müller. "Fue en la época de la inundación, no podía ir a la escuela y se fue a Rafaela, pero sufrió el desarraigo y se quiso volver. Estuvo entrenándose en Gimnasia, pero no podía conseguir el pase de Ben Hur y lo llamaron para jugar en la selección provincial de vóley y ahí fue que lo perdimos", recordó con nostalgia y picardía su padre en una entrevista para Enganche en Página 12.
Luciano De Cecco, el crack del vóley que pudo ser del básquet, pero que por suerte vivió ligado al deporte y la celeste y blanca lo disfruta sin importar si la pelota es de color naranja y pica o tricolor volando por el aire tras los pases mágicos de Chachete, el pibe de Gimnasia y Esgrima.