Pudo ser Ñandú Club, Mocoví Club o Club de los Mocovíes o incluso Charrúa Rugby Club. Pero el nombre que se impuso, propuesto por Don Joaquín Rodríguez Gurruchaga, fue Cha Roga.
La entidad de Santo Tomé es una de las más antiguas de la Unión Santafesina de Rugby. Este 6 de febrero festeja su séptima década de vida. Las celebraciones se extenderán durante todo 2022.
Pudo ser Ñandú Club, Mocoví Club o Club de los Mocovíes o incluso Charrúa Rugby Club. Pero el nombre que se impuso, propuesto por Don Joaquín Rodríguez Gurruchaga, fue Cha Roga.
Esa decisión no fue de casualidad. La zona donde se emplazó el club originariamente fue poblada por aborígenes pertenecientes a la tribu de los Quiloazas. Ellos hablaban un idioma guaraní modificado y en dicho léxico, la expresión Cha Roga significa "nuestra casa".
Al saber el motivo de la elección de Rodríguez Gurruchaga, no hubo dudas y Cha Roga fue el nombre elegido para una de las instituciones más antiguas que tiene el rugby santafesino y regional.
"Nuestra casa", así la entienden todos los "Cangrejos" incluidos, lógicamente, Miguel "Coquito" Carughi y Norberto "Bocha" Carosso, actualmente presidente y vice, respectivamente.
Ambos recibieron a El Litoral en las instalaciones que el club tiene en Santo Tomé, para recorrer algo de la vasta historia en estos 70 años y también del promisorio y expectante presente.
"Coquito" Carughi es una de las tantas "instituciones" que tiene el rugby santafesino en general, y Cha Roga en particular. Afronta ahora su tercer mandato como presidente.
La primera vez fue a fines de la década del '80, tomando la posta de predecesores como Colombo, Ricardo Benavides y Luis Stellacchi. "En el segundo período estuve muy poco tiempo, porque los clubes de Santa Fe me pidieron que presidiera a la Unión. Por eso renuncié al club y asumió Roberto Rabaglino como presidente".
Carughi es un "libro abierto", y más aún a la hora de hablar de la historia de su club. Algo que hoy los más chicos no conocen mucho. "Lo que más me gusta como materia es la historia. Por eso en todas las últimas divisiones que estuve entrenando, le daba una pequeña clase de la historia del club para que lo conocieran. Por ejemplo: Uno de los pioneros del Club, fue Luis Tévez. El trajo al club una camada que fue campeona invicta en el '66 y la mayoría también en el '72, donde estaban Zilonka, Stellacchi, Benavidez entre otros. Cuando el falleció a principios de 2021, se hizo un minuto de silencio en todos los partidos y ahí le fuimos explicando a todos los chicos quién era el, para que se conozca más de nuestra rica historia".
"Desde que uno era chico fue viendo acá en el club figuras como la de Miguel, Luis Calancchini, Roberto Rabaglino o Alberto Moran, que lamentablemente ya nos dejó. Ellos, entre otros, fueron el factótum de todo lo que era el juego. Ahora seguimos compartiendo con amigos que incluso tuvimos la posibilidad de estar juntos en CD habiendo jugado a los 10 años, como el 'Flaco' De Feo o Isidro Ordóñez que actualmente está como directivo de la USR. Por suerte tenemos trabajando mucha gente que pasó por distintas etapas en el club", afirma el "Bocha" Carosso.
"Coquito" y el "Bocha" tienen algo en común, más allá de sus colores y de las tres primeras letras de sus apellidos: los dos pasaron (y pasan) por todos los lugares que se pueden ocupar en un club: fueron jugadores, colaboradores, entrenadores, árbitros y dirigentes.
"Viví y traté de hacer todo" -continuó su relato Carughi-. Tengo 25 años en la primera de mi club y 50 como árbitro, o mejor dicho como referí. Esto lo hice tanto tiempo porque, aparte de gustarme, me permitía estar dentro de la cancha. Si volviera a nacer, haría lo mismo. Es un placer que sólo conocemos lo que hemos jugado al rugby".
De esa amplia trayectoria como árbitro, el actual presidente "Cangrejo" recuerda también el por qué se dedicó. "Fue gracias al consejo de dos de los adversarios ancestrales del club. En un partido acá en nuestra cancha, no había árbitro y me proponen a mí. Me acepta a regañadientes El Quillá, y cuando termina el partido se acercan Julio González y la 'Yegua' Maletti y me dicen 'Pibe, no abandones el referato que tenés un buen perfil'. Gracias a ellos fui 50 años referí" (N. de la R.: quien haya sido dirigido por Coquito, es imposible no recordar sus "eternos" pitazos cuando marcaba una infracción, o sus largos pasos marcando diez metros más por alguna inconducta).
Estas fechas, sin duda, remueven la historia y hacen que los recuerdos estén más vivos que nunca. "Es imposible no pensar en este momento en Antonio Zilonka, que para nosotros es un 'pequeño gran gigante'. Alguien que el rugby santafesino lo tiene muy en consideración. Fue una persona que trascendió nuestro club".
Si bien hay algo pensado para fin de año, la idea en Cha Roga es ir haciendo lindas cosas durante el transcurso de 2022, para que los 70 estén presentes en toda la temporada.
"Venimos recibiendo llamados de distintas partes del país, gente que está en el exterior, ex jugadores que viven en Europa con quienes compartimos partidos y muchos momentos, que llaman y preguntan si vamos a hacer algo, qué estamos preparando, etc", contó entusiasmado Carosso.
Como le ocurre a toda institución, dentro de lo deportivo hay épocas muy buenas, y otras no tanto. Gran parte de la década del '60 y parte de los '70, Cha Roga tuvo sus años de oro.
"Hemos pasado momentos muy difíciles, duros. Sobretodo desde el año 1973 hasta el '79/'80 que compramos este terreno. En ese período deambulamos por lo que era el campo La Florida de Regimiento 12, luego fuimos a Excursionistas, otro año en Viales y en otra oportunidad, gracias a un prócer del rugby como Roberto Moreno, que nos prestó la nueva cancha de La Salle que daba contra la de fútbol, y ahí hicimos de locales también", recuerda el presidente.
Ese "nomadismo" que padeció Cha Roga hasta emplazarse en el predio actual, fue el que empezó a jugarle en contra. Tras eso, en los inicios de los '80 y gracias a un gran trabajo de mucha gente, donde se destacó el recordado "Enano" Zilonka, se repuntó mucho en las infantiles, algo clave para los años que siguieron.
En este sentido, el punto de vista de Carosso, apunta a la actualidad. "Hoy, afortunadamente, seguimos creciendo otra vez. Pasamos por situaciones que tal vez espantaron a la gente, pero se logró que se mantuviera viva la llama. Fuimos creciendo en infantiles, también en juveniles. Hoy la realidad es que estamos haciendo un proyecto en donde la mayoría de los entrenadores pasaron por todas las categorías. Un proceso muy lindo que es ser jugador desde chico y terminar entrenando en una división juvenil o superior. La mayoría de las divisiones están en esa instancia. Y creemos que a partir del trabajo que se fue haciendo en los últimos años, nos permite ubicarnos en una posición que nos genera mucha expectativa. No solo en el plantel superior donde tenemos mucha gente joven que se fue formando en las distintas categorías, sino también en juveniles e infantiles. Esto nos motiva a aspirar a un poco más, y para eso tenemos que trabajar más duro. En eso estamos, y esa es la bandera de Miguel y de toda la CD".
"En diciembre salimos campeones del último estamento del TRL, y tenemos la ilusión de repetir este año y ascender. Y bastan las palabras de Javier Iacaruso, el entrenador de Gimnasia y Esgrima de Pergamino y jugador histórico del SIC, que nos ubica un peldaño arriba de todos nuestros dignos adversarios. Por eso tenemos fundadas esperanzas de retomar el nivel que nunca debió perder el club", concluyó ilusionado Carughi.
La pandemia
En mayor o menor medida, el coronavirus golpeó a todos los clubes amateurs. En este aspecto, Cha Roga no fue la excepción, más allá de haber sacado también cosas positivas de la pandemia vigente. Los dirigentes, coincidieron y relataron.
"El 2020 lo arrancábamos con muy buenas expectativas luego de una gran temporada en 2019. Entonces esperábamos mucho tanto en el plantel superior como así también en las divisiones juveniles. Y que se corte durante todo un año la posibilidad de venir al club fue tremendo.
Un encierro que hizo que el club se fuera diluyendo. Que aquel que tenía otras obligaciones fue dejando el club de lado. Por eso fue muy importante el trabajo que se realizó desde las bases: entrenadores, Comisión Directiva, los veteranos. Estos últimos fueron grandes responsables de la realización del tapial que empezamos justamente en 2020. Los permisos que nos daban, los aprovechábamos al máximo. Eso generó otra cuestión.
El 2021 al arrancar nos permitió de nuevo tener esa llamita encendida y alimentar una muy buena esperanza de hacer un buen papel. Lamentablemente hubo un nuevo corte por el rebrote del virus.
Eso desilusionaba, obvio, pero también nos daba fuerza para retomar el camino de tener expectativas y esperanzas de competir en un nivel mayor que creemos que estamos a la altura".