Mele y Wanchope, las dos grandes figuras que "fallaron" en el clásico
Cuatro goles, dos expulsados, jugadas polémicas y un final infartante en el Cementerio de los Elefantes. Colón fue mucho más pero Unión parece tener algo especial para no perder los últimos clásicos.
Mele y Wanchope, las dos grandes figuras que "fallaron" en el clásico
Para "el que no es de ninguno de los dos", este Colón-Unión "garpó" el costo del abono pack fútbol. Sin dudas, más allá de las pasiones santafesinas con sabaleros y tatengues, el país entero vio por tele el clásico más electrizante de los últimos años. Pero, además, con todo el arco Iris de colores que debe tener un derby. Fue más Colón, claramente, pero sin dudas Unión tiene una receta única para no perder los clásicos en estos tiempos de pre y post-pandemia. A la hora de las figuras, por choreo, el arquero uruguayo Mele en Unión y el experimentado Ramón Darío Ábila en Colón.
El repaso de las mismas jugadas, explican porqué se llevaron los mayores aplausos: en el caso de "Wanchope", aplausos reales; en el caso del arquerito tatengue, ovación virtual frente a los televisores porque se jugó sólo con hinchas locales, como viene ocurriendo en los últimos tiempos del fútbol argentino.
¿Por qué las dos grandes figuras "fallaron?. Porque Mele, cuando Unión empezaba a respirar del lógico asfixio con Colón perdiendo (1-0), luego de otro "tapadón" (a Pulga), salió lejos, desesperado y terminó barriendo sin necesidad para cometer penal. Ese "error" de la figura del Tate lo puso decididamente al dueño de casa en partido, luego de una ejecución perfecta de "La Joya" Facundo Farías.
En el caso de "Wanchope", cansado y pensando que no llegaba, decidió "picar" el último mano mano de la tarde, elevando el balón por encima del travesaño de un Mele que, otra vez, le había achicado todo el ángulo del remate pero quedaba desarmado por la rapidez de la jugada de ataque sabalero. Obviamente, ese 3-2 hubiera terminado todo en el Cementerio de los Elefantes, porque ya no quedaba tiempo para nada más.
Vamos a las escenas del gran show del uruguayo Mele, un arquero que cada partido que pasa rinde una materia más para consolidarse como el arquero-sorpresa del fútbol argentino en el arco de Unión. Primer acto: minuto 28 del primer tiempo, pelotazo largo de Colón a Unión, asistencia de "Wanchope" casi desde el piso, defensa tatengue mal parada en línea y Farías que encara mano a mano con 30 metros de libertad. Se le quedó plantado, rodilla en tierra, evitando un penal a la carrera para la "Joya". Segundo acto: minuto 44 de la etapa inicial, centro pasado al segundo palo, cabezazo de Ábila entrando por atrás solito y gran reacción del golero uruguayo para, otra vez evitar el empate. Tercer acto: a los 22 del complemento, antes de equivocarse en el penal, se lo tapa al "Pulga" Luis Miguel Rodríguez que entrando por atrás la agarró como venía, de volea y con la zurda. Cuarto acto: a los 33 minutos del complemento, otra vez le ahogó el grito de gol a Ramón Darío Ábila y evitó la caída de su arco.
De arriba, brindó seguridad total: usó lo puños en una, metió manotazo en otra. Tapó cuatro mano a mano netos de gol. Más allá de "fallar" en el penal, por salir muy apurado sin idea donde había quedado el arco, fue el uruguayo Mele la gran figura de Unión en este clásico 2-2 en la cancha de Colón.
Del otro lado, el partidazo de Ábila no sólo tiene gol propio "a pura atropellada" (se lo llevó puesto a Calderón, giró con mucha jerarquía y definió de zurda) y muchas llegadas, sino dos claras habilitaciones de gol en ese primer tiempo. La primera asistencia, desde el piso, para que Facundo Farías se vaya solo al gol (la tapada de Mele). La segunda, con mucha jerarquía y un toquecito de calidad, para que el uruguayo Teuten quedara limpio con el arco de frente y le perdonara la vida a su compatriota arquero de Unión.
Para la falta de titularidad que viene soportando, además de los pocos minutos que le dieron en Colón desde el banco, "Wanchope" la rompió toda. Lejos, el mejor de Colón. Acaso, con la continuidad que imagino se ganó este domingo, podrá calibrar mejor uno de sus mejores gestos técnicos: el cabezazo. En ese rubro, Mele le tapó uno, otro se le fue arriba y uno más al costado del caño. El gol es su autoría total, con su sello: pura potencia y letal adentro del área para definir.
"Pensé que no llegaba, por eso elegir picar esa última pelota y se me fue arriba del travesaño. Nos vamos con bronca, hicimos todo el gasto del partido. Fue todo nuestro", dijo el cordobés, elegido como figura por la tele.
Así, este derby electrizante (el empate más entretenido de los últimos), consagró a dos figuras indiscutibles: el arquero de Unión y el delantero de Colón. Si Mele no comete el penal, su tarde era perfecta; si "Wanchope" asegura la última pelota para marcar el 3-2, lo hubieran sacado en andas del propio estadio los hinchas sabaleros.
El repaso de la tenencia/posesión de pelota, los remates al arco y las situaciones de gol generadas inclinan claramente la balanza para el lado del dueño de casa. Fue más Colón en los rubros que se miden los merecimientos en el fútbol. Debió ganar Colón el clásico, pero una vez más Unión puso en campo ese algo especial que saca a relucir en los últimos cruces cuando juega con el rival de toda la vida. Con ese plus, el Tate gana o empata los clásicos. De local y de visitante. Jugando bien, jugando más o menos o jugando mal. Juegue como juegue Unión no pierde. Juegue como juegue Colón no gana. Así de simple.