El profesor Daniel Córdoba, una autorizada palabra sabalera
"El clásico es el partido en el que menos hay que hablar"
Al igual que Carlos Trullet, dijo que el Colón-Unión está entre los dos o tres clásicos más calientes del fútbol argentino. Contó dos anécdotas del que le tocó dirigir en 1998, cuando su equipo afrontaba una durísima Copa Libertadores.
"El clásico es el partido en el que menos hay que hablar"
Estuvo poco tiempo en Colón, pero a veces no es necesario que el calendario se extienda demasiado para que alguien deje su huella. Y que esa huella perdure, imborrable, a través de los tiempos. Esto fue lo que ocurrió en Colón con el profesor Daniel Córdoba, no sólo por esa histórica clasificación a cuartos de final de la Libertadores del 98, cuando a la Copa sólo la jugaban los dos mejores equipos de cada país. Y el profe, que tiene un recuerdo muy fresco de aquéllos tiempos vividos hace más de 25 años en Santa Fe, habló del clásico en La Primera de Sol Play.
-Profe, ¿cuál es tu imagen del clásico de Santa Fe, a la distancia y luego de haberlo vivido en carne propia cuando estuviste en Colón?
-Yo tomo el clásico de una manera filosófica, aunque muchos no me creen cuando lo digo... Si me dejo llevar por lo tribunero o por el vestuario, sería muy pasional. Para mí son tres puntos y no me van a modificar la ecuación… Es una frase que ni yo me la creo (risas). Para Colón y Unión son tres puntos vitales, es una situación rara porque están los dos en el fondo de la tabla. Es raro que los dos estén en esta situación.
-¿Le das importancia al detalle de equipo joven y con mucha gente del club, como es Unión y equipo más experimentado como es el de Colón?
-Por ejemplo, en La Plata, Gimnasia no le podía ganar durante 13 años a Estudiantes, vino el Chirola Romero, agarró un club fundido y con los pibes que le dejaron, ganó el clásico. Los pibes te dan un plus que hay que saber manejarlo muy bien, porque después vienen las rojas que te pueden condicionar un partido si es que juegan muy desbordados el partido. El plus siempre lo va a tener el jugador que está más identificado con la camiseta.
-¿Crees en eso de que es un partido en el que se da un poco más que en otros?
-Odio lo que te voy a decir, pero cuando jugás contra Boca o River, o un clásico, tenés un plus. Lo odio porque tendría que estar siempre ese plus. Y los clásicos son así. El de Santa Fe, el de Rosario y el de La Plata son los clásicos más calientes del fútbol argentino… Estoy convencido de eso. Y por lejos.
-¿Qué ves a la distancia de los dos equipos?
-Yo miro todo… Veo un gran momento de Zenón, no se sabía al principio si era lateral o enganche y ahora lo veo jugar muy bien por el costado izquierdo, hace todo de manera muy correcta. Y respecto de Colón, de local es un equipo y de visitante son un desastre. A Colón le pasa lo de Estudiantes y lo de Gimnasia.
-¿Alguna anécdota del clásico que te tocó dirigir en Santa Fe?
-Recuerdo que nos llevaron a concentrar a un hotel que está apenas saliendo del Túnel, a Paraná. Y yo me enojé y le dije a los dirigentes: ¿por qué le damos más importancia a un partido por encima de otro?. Si concentramos en el Bertaina siempre, sigamos en el Bertaina, sigamos con la rutina de siempre. ¿Por qué?, porque al jugador, si lo llevás a un hotel que es mejor, le estás diciendo que ese partido es más importante que los otros. Y no es así...Y tengo otra.
-¿Otra anécdota?
-Sí... Aquél hermoso plantel que dirigí tenía un gran compromiso con la camiseta, por más que había veteranos y que la mayoría de sus integrantes no había nacido futbolísticamente en el club. En el torneo local, cobraban premios solamente si estaban primeros, segundos o terceros. Y era una utopía, porque jugábamos la Libertadores al mismo tiempo, estaba todo comprimido porque se venía el Mundial de Francia y entonces los jugadores no daban más y preferían guardarse para la Libertadores, porque era el torneo donde ganaban los premios... Pero en el clásico, todo eso quedó de lado. Y en ese partido tuve lo mejor de lo mejor y a ninguno se le ocurrió levantar la mano para decir que al clásico no lo jugaba. Y eso que lo disputamos de visitante, cansados y con el riesgo de lastimarse y perderse los premios de la Libertadores. Lo quisieron jugar todos... Ibamos perdiendo, pero sacaron esa garra que tenían esos muchachos y siempre digo que si no hubiese sido por la Afa, Colón salía campeón de América.
-Los jóvenes deben entender que el fútbol de hoy es parejo, pero en aquél momento, para estar entre los diez mejores del país. había que tener un equipazo. Y Colón lo tenía... Yo dirigí un equipazo en el 98.
-¿Así que nadie se te "bajó" para el clásico?
-Ni siquiera el dedo meñique levantó alguien para decirme que no quería jugar el clásico.
-¿Qué opinás de los técnicos?
-Hay técnicos adultos que están, hoy, para dirigir más que nunca. Y hay jóvenes que todavía siguen siendo jugadores y les cuesta llegarle al jugador. Pero yendo directamente a la respuesta, no los conozco a los dos técnicos, no puedo hablar de Gorosito y el Kily González en profundidad. Pero ya te digo que no importan las edades, sino la manera de transmitir. Yo, por ejemplo, te puedo dar una charla para diez chicos del Jardín de Infantes o agarro al plantel del Real Madrid y te puedo asegurar que los hago levantar del asiento a los dos grupos...
-¿Es un partido donde es necesario emplear la motivación?
-En los clásicos, es el partido en el que menos tenés que hablar. El jugador ya tiene una presión interna que no es necesaria avivarla.