Como en las semifinales del año pasado, como en Roland Garros y como en Wimbledon: el español Rafael Nadal y el argentino Juan Martín del Potro volverán a verse las caras en un Grand Slam para definir el viernes a un finalista del US Open.
El duelo entre el argentino y el español se repitió en tres de los últimos cuatro torneos de Grand Slam. Este viernes se disputan un lugar en la final.
Como en las semifinales del año pasado, como en Roland Garros y como en Wimbledon: el español Rafael Nadal y el argentino Juan Martín del Potro volverán a verse las caras en un Grand Slam para definir el viernes a un finalista del US Open.
A continuación las claves para anticipar un duelo que va camino a convertirse en un clásico del tenis moderno.
Para llegar a esta instancia, Del Potro necesitó estar en la pista 12:16 horas, con el de John Isner con 3:31 horas como duelo más exigente. A Nadal, sus cinco partidos le demandaron 15:54 horas, entre ellos los dos más largos del torneo, 4:49 frente a Dominic Thiem y 4:23 frente a Karen Khachanov.
"El viernes te lo cuento", dijo Nadal con una sonrisa, ante la consulta de si las casi 3:40 horas de diferencia serán un factor que influya en el partido. "Si jugara el jueves, después de terminar 3:15 y no acostarme ni en broma antes de las cinco, seguro iba a ser un factor muy importante. Pero jugando el viernes, no lo sé, y espero que no lo sea. Y creo que puede ser que no lo sea, porque creo que puedo estar recuperado", explicó el campeón defensor.
Tres de los cuatro Grand Slam anteriores tuvieron un Nadal-Del Potro, con el español como ganador en las tres ocasiones. El año pasado en Nueva York, el número uno se impuso 4-6, 6-0, 6-3 y 6-2 en las semifinales. En la misma instancia en Roland Garros, el "rey de la arcilla" dominó con un claro 6-4, 6-1 y 6-2. Y en Wimbledon, después de una batalla épica, Nadal se impuso por 7-5, 6-7 (9-7), 4-6, 6-4 y 6-4 en los cuartos de final.
"Perder con Nadal en un Grand Slam es bueno y malo. Si toca perder es mejor hacerlo ante jugadores como ellos, que son los que ganan los torneos y hacen historia, y uno no pierde con un rival de menor nivel", dijo el argentino. En el historial total, Nadal manda 11-5.
Un título en el US Open y ganar su único Masters 1000 en Indian Wells son una muestra de que los mejores resultados de Del Potro llegan en cancha dura. "Juan Martín es un gran jugador en todas las superficies, pero el desafío de jugar contra él aquí por supuesto es mucho más alto para mí que jugar contra él en arcilla, como sucedió en Roland Garros", reconoció Nadal.
Pero por más que sea el mejor escenario para Del Potro, tampoco se podría decir que es un factor que puede favorecer al argentino: en el Corona Park, Nadal levantó tres trofeos (2010, 2013 y 2017) y su juego se adapta sin problemas al cemento neoyorquino. También es un dato a tener en cuenta que cuatro de los cinco triunfos de Del Potro sobre Nadal se dieron en esta superficie.
Del Potro celebró haber llegado a su sexta semifinal de Grand Slam, la tercera en el US Open. "Estoy muy feliz de volver a estar en las semifinales de mi torneo favorito. Es muy especial para mí", remarcó.
Para Nadal, en cambio, esa cifra ni siquiera alcanza para su cuenta en el Corona Park, ya que la del viernes será su séptima semifinal en Nueva York. Ante Del Potro, el campeón del 17 grandes afrontará su vigésimo novena semifinal de Grand Slam, de las cuales sólo perdió cuatro. "Feliz, por supuesto, de estar en semifinales otra vez. Significa mucho para mí", expresó el español, que sigue manteniendo ese fuego sagrado que lo hace un competidor inigualable.
Por lo mostrado hasta ahora en el torneo, el argentino podría considerarse favorito. Cedió un sólo set -en un tie break ante Isner-, lució en gran nivel, sacó con consistencia, martilló con su derecha y recuperó solvencia con el revés. Dominó a todos sus rivales y no se desgastó.
"No sé si estoy jugando mi mejor tenis, pero realmente me siento muy bien", remarcó el argentino, que igualmente aclaró que deberá levantar aún más su rendimiento para poder superar a Nadal.
El número uno del mundo, en cambio, no pudo encontrar la consistencia de su juego y sobrevivió en el torneo por su capacidad para no rendirse nunca. La pasó muy mal ante Khachanov, sufrió un poco ante el georgiano Nikoloz Basilashvili y ganó "porque la moneda cayó" para su lado, según sus propias palabras, ante Thiem.
"Será un gran desafío. Es un partido en el que los dos nos conocemos muy bien y sé que está jugando muy bien. Tendré que jugar al más alto nivel para seguir teniendo posibilidades de éxito y estoy centrado en intentar que eso suceda", expresó el máximo preclasificado.
Si algo demostró Nadal en sus años de carrera es que hasta que no lo eliminan de un torneo o le ganan un partido, no hay que darlo por perdido. Y en esta edición del US Open todavía no lo hicieron. De los momentos difíciles Nadal se retroalimenta y se pone cada vez más peligroso para sus rivales.
"Uno necesita esa sensación de presión, de tensión, de pasar momentos complicados... Y es verdad que ha habido momentos demasiado complicados", admitió el español "Son victorias que me pueden ayudar y dar confianza de cara a lo que vendrá", anticipó Nadal, y los hechos demostraron que siempre hay que creerle.
Este jueves se entrenaron a metros de distancia:
Con información de DPA