Aquel 25 de enero de 1953 nacía el club Mayoraz, que inicialmente fue presidido por Teobaldo Schnieder, con una comisión integrada entre otros vecinos por Pedro Rivas, Humberto Demonte, Pedro Echagüe, Tomás Villa Pedro Pampiglíoni, Leandro Figueroa y Juan Lovino. Nació como una necesidad del barrio, tuvo otras sedes antes de asentarse definitivamente en San Jerónimo al 6300.
Su inicio fue como club de bochas y muchos recuerdan con orgullo el «Bochín de Oro» obtenido en el torneo provincial en 1972 en el Club Unión, cuando era presidente Don Antonio Gioria, uno de los socios fundadores. El trío campeón estaba integrado por Cardozo, Verón y Andrada. A la tradicional práctica de bochas se le sumó una escuela de patín una intensa actividad social reflejada en los populares bailes de los días viernes por la noche. Y a eso se apunta ahora bajo la conducción de José Chaparro.
Hoy el club tiene prácticas de patín, artes marciales y Pilates. "La gente está muy estusiasmada y viene. La gente no tiene ni para pagar una cuota de 2.000 pesos. Siempre les digo, a los que se hacen socios, que es una colaboración más que el pago de una cuota. Pero queremos agregar actividades y por eso la idea es darle educación física a la gente de la tercera edad para que venga la gente grande del barrio y se sume. Gracias a Pilates empezamos a tener una muy buena concurrencia de gente grande y eso me gustó mucho", comenta el presidente del club.
Apostó también a la familia para el crecimiento. Luciana Chaparro es su hija, Maximiliano Koch, su yerno, y su nieto Benjamín, se han hecho cargo de remodelar un amplio salón multiuso. "Se gastó entre 4 y 5 millones de pesos y sin mano de obra, porque a la mano de obra la pusieron los chicos. Y lo hicimos con plata nuestra. El 80 por ciento lo puso mi yerno y el 20 por ciento yo. El barrio es bárbaro pero el club estaba dormido y nos propusimos despertarlo", comentó José Chaparro.
El salón es apto para fiestas y de hecho que ese es el objetivo, no sólo para fiestas del club sino también para particulares. "La idea es ahora darle empuje al patio, sobre todo para el verano. La idea es que el club tenga su patio cervecero. Necesitamos cambiar el frente, a mi no me gusta pedir, pero queremos que al piso le hagan un alisado y que se arreglen las paredes laterales y el frente. Vamos a ver si en la Municipalidad nos ayudan. Lo que queremos es llegarle al vecino y darle una opción en estos tiempos tan difíciles", señaló José Chaparro.
En el club Mayoraz se le hizo un homenaje a la memoria de Leopoldo Jacinto Luque hace poco más de dos años, muy sentido y en el que participaron socios de la institución y también mucha gente vinculada a Unión, a "Guadalupe Juniors", que fue el club de Leopoldo en su infancia y por supuesto al club Mayoraz.
Atletismo: nueva plusmarca universal en los 3.000 metros
Silesia es una región histórica de Europa Central que en la actualidad que está casi enteramente ubicada en Polonia con pequeñas partes en la Repúbica Checa y Alemania. Su escudo tradicional está compuesto por un águila negra sobre campo dorado.
Ingebrigtsen, de 23 años de edad, medalla de oro de los 5.000 metros de los Juegos Olímpicos de París 2024, demostró en la Diamond League de Silesia que se mantiene en notable estado al conquistar un récord mundial descomunal. El noruego logró establecer una marca que se mantenía vigente desde antes de que él naciera, obra de Daniel Komen en Rieti en 1996.
Cabe consignar que 28 temporadas más adelante Ingebrigtsen mejoró ese registro en tres segundos, el mejor premio después de conquistar la presea dorada, pero de perder el título de los 1.500 metros, su distancia favorita, donde llegó cuarto.
El plusmarqusta completó los 3.000 metros a una media de 2'25"06/10 cada kilómetro, con un último mil a 2'22"; unas cifras de otro planeta que solo ha sido capaz de resistir un atleta descomunal como el noruego, que sueña desde hace años con batir la histórica plusmarca del 1.500 de Hicham El Guerrouj de 3'26"00 -Jakob tiene 3'26" 73/100.
En Silesia, Jakob aprovechó muy bien el trabajo de las dos liebres, con el belga Pieter Sisk llegando hasta el primer mil en 2'27"05/10 y con el norteamericano Vincent Ciattei empujando al noruego para llegar al segundo mil en 4'55"21/100.
A partir de aquí, Ingebrigtsen tiró en solitario el resto de la prueba y logró aumentar todavía más el ritmo de forma progresiva, como es característico en su forma de correr.
En la penúltima vuelta, pasó de los 59"07 segundos a los 57"46/100 y en la última bajó más hasta los 55"47/100, inalcanzable para el resto de oponentes. Por detrás, el keniano Berihu Aregawi fue el que más se acercó con un crono final de 7'21"28/100, nuevo récord nacional y tercer mejor registro de todos los tiempos. El tercer puesto fue para Yomif Kejelcha con 7'28"44/100.