El profe que le manejó la Ferrari a Maradona, fue agente Fifa y dice que Colón es un elefante dormido
"El día de la semifinal en Resistencia con Chaco For Ever, con el Patón Aguirre de técnico, tuve que llamar a los muchachos de la barra para que nos hagan el cordón y podamos calentar, porque nos llovían piedrazos de todos lados", cuenta Carlos Trod, que fue "uno de los 70 u 80 que estuvimos en el velorio íntimo de Grondona".
El profe que le manejó la Ferrari a Maradona, fue agente Fifa y dice que Colón es un elefante dormido
Hizo de todo en el fútbol. En 1978 arrancó como preparador físico, fue entrenador, hizo cursos hasta de management deportivo, ganó 12 campeonatos, conoció 15 países, fue representante de jugadores y tiene el carnet de agente Fifa. Hoy traslada su experiencia al comentario de los partidos de Deportivo Elisa en radio E 99.5, con Leo Prunero. Vivió situaciones extremas en el fútbol y dice que lo único que le falta es ser dirigente y quiere cumplir ese sueño en Colón. Entre el 86 y el 89 fue preparador físico del plantel, en momentos delicados de la institución en dónde se caminaba casi siempre por la cornisa. El profesor Carlos Trod desparrama vivencias y experiencias.
-¿Te acordás tus arranques, profe?
-Mirá, Colón fue mi primer paso al profesionalismo, porque hasta ese momento había trabajado en Trelew con Benicio Acosta, que fue mi padre futbolístico. Luego vine a Mitre de Esperanza y estuve 39 partidos invicto. Italo Giménez y Julio González me ofrecieron venir a Colón, allá por el 86. Por eso soy muy agradecido al club y tengo mi corazón rojinegro.
-Aquélla gran campaña con Trigilli, cuando estuvieron cerca del ascenso... Faltaba la plata en esos tiempos...
-Ufff... ¡Joaquín Peirotén...! ¡Pobre Joaquín...! Hacía malabares y la ponía... Faltaba la plata, recibíamos un cheque para cobrar después de los partidos y ¡no podíamos cobrarlo...! No era por mala intención, es que no había plata... Pero te digo algo: íbamos al interior y hacé de cuenta que llegaba el club más importante de la B Nacional... La gente nos esperaba en la puerta de los hoteles.. Nos pedían que le regalemos camisetas y no podíamos dar ni una... ¡Si no había...!
-Y después vino otra gran campaña con el Patón Aguirre...
-Cuando se fue Victorio Cocco, nos íbamos a ir con el doctor Pegasano porque queríamos ser éticos con Victorio... Pero no nos dejó renunciar... Y bueno, lo conocí a Oscar Aguirre y empezamos a voltear muñecos y llegamos a la semifinal...
-Me acuerdo esa semifinal contra Chaco For Ever...
-¡Vivimos cosas increíbles esa tarde en Resistencia!... ¿Por ejemplo?, que un grupo musical como Los Palmeras me pida permiso para entrar al vestuario a tocarles una cumbia a los muchachos... ¡Y lo que fue el calentamiento!... Nos empezaron a tirar piedrazos... ¿Sabés qué hice?, llamé a los muchachos de la barra... Vinieron enseguida desde la tribuna y armaron un cordón para que podamos calentar, porque la policía no nos daba bolilla.
La pelota firmada por Messi y la camiseta de la selección con la firma de los jugadores, otro "tesoro" de este verdadero trotamundos del fútbol. Foto: Pablo Aguirre
-¿Y después?
-Me fui a Europa y caigo a manos de Diego Maradona, por gestión de Leopoldo Luque y Víctor Bottaniz... Yo había grabado un cassete con Carmona, Mir, Avendaño, Nepote, entre otros, con un laburo físico, técnico y táctico. También participaron Ricardo Porta, Luque, Bottaniz, mi amigo el Ploto Gómez... Con ese cassete lo fui a ver a Diego a Nápoles... Estaba el profesor Signorini, me acuerdo. Y el Corriere dello Sports diciendo que un técnico santafesino había ido a visitar a Diego... Era el 89, Diego había salido campeón, así que imagináte... Esto fue un mes o dos después del scudetto...
-¿Te recibió?
-¡¿Cómo...?!... A los diez minutos de conocerlo, me dijo de sacarnos una foto, pero su fotógrafo se había ido. El quería que yo tuviese una foto con él. Entonces, me dio su número de teléfono y me dijo: "Andá a cualquier parte de Italia y decile, con el que hables, que me llamen"... Me quedé un tiempo en Nápoles... Iba a la casa, le sacaba la Ferrari Testarrosa y andaba con él y con Hernán Montenegro... Un día me dijo: "¿Cuánto necesitás?"... "No Diego -le dije- yo no te vine a pedir dinero, vine a pedir laburo"... "Bueno, adónde vayas, decí que sos amigo mío"... ¿Querés que te diga una cosa?, ¡no lo aproveché!.
-¿Te quedaste en Europa o te volviste?
-Me quedé un tiempo allá, unos meses, anduve por varios países y luego me volví a Argentina, me fui otra vez a Racing de Trelew, salimos campeones, teníamos un proyecto ambicioso y el dólar saltó de 1 a 10 y se armó un desbarajuste bárbaro. Yo tenía seis o siete jugadores de Santa Fe para llevarlos, pero no pude. Ahí me fui a Chile... Seguí la campaña de Colo Colo, que en ese momento jugaba la Libertadores. El Zurdo Verdirame me abrió las puertas y estaban Morón, Barticciotto... Salieron campeones de América... Luego viajé a Mendoza para estar en Sportivo Pedal con Alcides Merlo y llevé cerca de 35 jugadores en diferentes etapas. Y surgió la posibilidad de dirigir a Palestino... En realidad, era uno de los dos candidatos... ¿Sabés quién era el otro?... ¡Manuel Pellegrini!... El presidente me dijo: "Somos tres los que votamos, usted tiene el mío pero los otros dos votaron por el ingeniero. Jugó acá y lo conocen".
-¿Y la representación de jugadores?
-Al principio pensé en que era algo serio, pero no es así... Mirá, yo tengo una marca en la cabeza, fue por un robo, donde me gatillaron la cabeza... "Profe, no te quedés ni un minuto más acá", recuerdo que me dijeron... Participé en negociaciones donde ví cosas raras y eso me cansó.
-¿Por ejemplo?
-Deshonestidad, falta de transparencia... Un jugador salía 600.000 y hacían figurar 1.200.000, ¿me entendés?... Ojo, conocí a Aloisio y a un gran amigo como Cyszterpiller, que te llamaban a las 8 de la mañana para que vaya a buscar el dinero que me correspondía... Eran otra cosa... Hice dos negociaciones, una por Pablo Aguilar y otra por Giovanni Hernández, que me cansaron... ¿Bragarnik?, lo conocí en México cuando armaba videos de jugadores... Un día entró al país con 300 mil dólares, cuando no podés traer semejante cantidad de dinero... Yo sé de dónde vino todo el dinero para armar lo que armó...
-Mirá, cuando murió Grondona, éramos 70 u 80 en el velorio... Estaban Messi, el profe Salorio... Con Humbertito soy muy amigo, él me llevó a México... Ahí me fue muy bien, sobre todo en Tlaxcala.
-¿Con qué imagen del fútbol te quedás?
-... Que Diego me haya recibido con Careca y Alemao, saludándome como si fuéramos amigos de toda la vida, a un mes y pico de salir campeones, no tiene precio... Te cuento algo: en el 94 tenía contactos con la federación de San Luis y Rodríguez Saa quería que vaya a jugar a San Luis. Me fui a Chile, porque la selección estaba ahí para jugar un amistoso con Chile. Pedí hablar con Diego. Bajó de la habitación y le conté. ¿Sabés lo que me dijo?, "¿vos te vas a ganar una moneda?". Sí, le dije. "Entonces, dale para adelante"... Lloré como un chico cuando murió... Cuando lo internaron en La Suizo Argentina, que estaba a una cuadra de mi departamento, la gente colgaba pancartas, ponía flores, yo pasaba por ahí y se me caían las lágrimas... Nosotros íbamos a los entrenamientos con Diego en el Nápoli y con el profe Signorini lo escondíamos atrás porque no podía pasar de la cantidad de gente que había todos los días esperándolo... Te cuento una anécdota: un día había un tipo sacando fotos en una colina, entonces se metieron los carabinieri... ¡Le pegaron un "viaje" que ni te imaginás!... Revisaban todo el campo de juego y recién ahí empezaba el entrenamiento...
-¿Temían un atentado?
-¡Y sí...! Revisaban hasta el césped para ver si no había una bomba...
-¿Qué se te dio por involucrarte en la vida política de Colón?
-Me llamaron Magdalena y Luciani, me parecieron dos tipos que iban de frente, honestos y capaces... Iba mucha gente a las reuniones y ví gente que lo hacía realmente por amor al club... De eso no me olvido... Había también mucha gente joven... Estaba linda la patriada. A mí me gustaría darle estos últimos años al club que me hizo trascender a nivel nacional e internacional también... El otro día me llamaron de México para ir otra vez a trabajar allá... No es fácil decir que no a un lugar en el que estuve siete u ocho años y me fue muy bien.
La pelota firmada por Messi, una reliquia de Carlos Trod. Foto: Pablo Aguirre
-¿Qué opinás de este momento de Colón?
-Colón tiene que cerrar un ciclo y arrancar otro de transparencia, de orden, con mayor participación de la gente joven... Ojo, se lo dije a Vignatti en la cara antes de la asamblea, cuando fuimos con Magadalena y Luciani. Yo le dije que iba a ser el propulsor para el día que se vaya de Colón, se lo reconozca como lo que fue...
-¿Tuviste la posibilidad de volver al club durante todo este tiempo que lleva en el gobierno?
-Mirá, en el 92 me ofreció volver al club y le dije que no... Lo medí y no me gustó... Y no me equivoqué...
-Contáme algo más esa reunión que hubo antes de la asamblea que terminó en escándalo...
-Nosotros habíamos acordado que íbamos a votar el balance, que creo que era de 12 millones y que ahí se iba a llamar a elecciones y se iba a elegir la fecha... Pero no respetó nada de lo que hablamos... Me sentí totalmente defraudado, eso fue una canallada... Por eso quiero participar en la vida de Colón... Por ejemplo, yo le conseguiría mañana mismo una filial en México... Yo traje un equipo de juveniles de México y jugué contra Boca, River, Colón, Rafaela... Tengo muchísimos contactos porque estuve mucho tiempo allí... Y otra cosa que me molesta es la falta de reconocimiento hacia tanta gente que hizo mucho por el club... ¿Hay una placa o algo en el club que diga que el mote de Cementerio de los Elefantes es porque el Ploto Gómez y Motoneta López le hicieron los dos goles al Santos en el 64?... Lo único que les interesa a los actuales dirigentes es el manejo de la guita.... Busaniche, Peirotén, Benito Rodríguez, Italo Giménez, Julio González, Cococho Alvarez, el Ploto Gómez y hasta el mismo Lavini tienen que ser reconocidos en Colón.
-Entonces, para el profesor Carlos Trod se terminó un ciclo y hay que dar inicio a otro que sea diferente...
-Colón es un elefante dormido y no me gusta... Un club como Colón no puede tener gente vendiendo choripanes y gaseosas para poder participar en torneos o comprar pelotas... Un club que tiene un jugador que quiere vender en 12 millones de dólares no se puede manejar como una verdulería ni tampoco su presidente puede llevar a su abogado personal, por más bueno que sea, a hacer los negocios del club... Se necesita gente joven, hoy Colón no la tiene... Al menos no la tiene con poder de decisión... La estrella lograda no debe ser la única, sino la primera.... Hay que escuchar al socio y dar signos grandes de transparencia.