Una frase futbolera, que es un necesario anhelo...
Tiene que aparecer el equipo
Son pocos los fundamentos futboleros como para respaldarse, más que la chapa, la historia y el peso de la camiseta. Pero empieza "otro torneo". Y superar a All Boys podría implicar un golpe de timón fundamental y revitalizante.
Brian Guille y su desahogo en el grito de gol tempranero ante Deportivo Madryn. Es el jugador más desequilibrante que tiene Colón, que necesita de su brillantez para salir airoso del partido en Floresta.
Foto: Luis Cetraro
Aquellas dos sentencias de Iván Delfino ya forman parte del pasado. El técnico que armó este plantel y que lo llevó a ser un gran protagonista -con el presupuesto más alto- de la categoría, tuvo, desde el primer momento, dos grandes postulados: 1) "Vamos a tener un bajón y hay que tratar que dure lo menos posible"; y 2) "Hay que llegar bien a octubre", fueron esas consignas del ex entrenador. El bajón duró demasiado y Colón llegó a octubre bastante mal.
¿Qué pasó?, un conjunto de cosas. 1) No se aprovechó debidamente la apertura del mercado de pases, cuando Delfino pidió refuerzos y el no del principio se convirtió en un tibio sí (llegaron Rossi y Garrido); 2) se equivocaron en la elección de De Paoli cuando, quizás, había que sostener un poco más a Delfino o acertar en la decisión del nuevo entrenador; 3) el gran bajón de jugadores que habían sido clave (caso Prediger) y la lesión de Lago, su gran figura.
Podríamos agregar otros elementos, como ese problema interno del que nadie escapó a la hora de mencionarlo, ni siquiera De Paoli cuando se fue del club señalando que "estábamos tratando de solucionar una situación interna del plantel".
A Colón le cuesta convertir goles y mucho más si se trata de los delanteros. Genaro Rossi tiene un gran despliegue y es muy generoso en lo colectivo, pero viene fallando adentro del área y es algo que debe corregir.
Foto: Luis Cetraro
Todo esto ya forma parte del pasado y ahora arranca una nueva etapa. ¿Será otro torneo?, para Colón debe serlo, obligadamente. El partido con Deportivo Madryn fue una pequeña bocanada de aire puro dentro de tanto clima enviciado y pernicioso. Repetir la actuación del fin de semana pasado y que se abra más el arco es lo que Colón necesita para ganar el partido y, quizás, agrandarse lo suficiente. Voy a utilizar una frase bien futbolera: "Tiene que aparecer el equipo". Pero un equipo que ya forma parte de un pasado muy lejano, porque de los últimos 15 o 20 partidos apenas si se pueden extraer algunos destellos, pero no una imagen sólida y convincente como la que alguna vez tuvo este Colón que fue de mayor a menor y llegó a esta instancia con jirones de ese equipo que alguna vez fue.
Colón tiene que ganar de visitante y eso es algo que le costó muchísimo y que sólo consiguió en estos últimos tiempos cuando dio cuenta de Almagro, un habitante intrascendente de la Primera Nacional durante todo el año. ¿Sobré qué se puede asentar alguna base cierta de optimismo?, sobre el pasado lejano. O sobre la producción en el último partido que Colón debiera repetir y con una mayor dosis de eficacia para que pueda alimentar alguna chance cierta de continuar en carrera. Es poco argumento.
La descomposición de este equipo, que se fue dando de manera progresiva con alejamiento y separación de jugadores que en algún momento estuvieron disponibles y en muchos casos rindieron (basta con recordar la frase de Delfino, cuando dijo: "Sabella es un jugador que juega y hace jugar"), tuvo también otra consecuencia: que se metieran en la consideración del técnico algunos juveniles que en el inicio de la temporada no estaban en el plantel profesional ni tampoco tenían competencia exigente (caso Forneris, Taborda, Yunis y Yossen) u otros que jugaban muy poquito, como Henríquez.
Mariano Campodónico lleva trece partidos dirigiendo a All Boys y sólo tiene dos derrotas. El equipo se hizo muy fuerte de local y casi no le convierten goles en esa condición.
Foto: Gentileza All Boys
Este partido significa mucho para Colón. No sólo porque es a cara o cruz, sino porque una victoria podría significar un empujón anímico tremendamente poderoso para una camiseta que tiene su peso. En la primera rueda, todos reconocían a Colón como el gran candidato. Se le perdió el respeto a medida que el propio Colón lo permitió y eso es lo que está tratando de recuperar Osella, en un "taller acelerado de recomposición" futbolística para un equipo que recibió "planchado" y apenas animado por aquella victoria en José Ingenieros con Minella y Bonaveri en el banco.
Si Colón supera a All Boys en estas condiciones muy poco probables con la que va a jugar a Floresta, teniendo en cuenta los antecedentes inmediatos de un flojo rendimiento de visitante desde aquella noche del partido con Defensores de Belgrano, allá lejos y hace tiempo, podría pensarse seriamente en que el "gigante" puede reaparecer erguido y peligroso a jugar las fases siguientes, en donde ya no tendrá la obligación del "mata mata" a un solo partido y de visitante. Pero la prueba es el lunes. Y convengamos que no hay fundamentos valederos para respaldarse, a no ser la chapa, el peso de la camiseta y que aparezca en toda su dimensión la calidad de algunos jugadores.
Lisandro Mitre, el arquero de All Boys que tuvo su formación en Colón con el cordobés Felipe Oviedo y Manuel Porpatto. No pudo debutar en Santa Fe, encaminó su carrera por otro lado y ahora es el "1" titular del Albo.
Foto: Gentileza All Boys
En definitiva, "que aparezca el equipo" (volvemos a la frase futbolera) que en algún momento hizo ilusionar a los hinchas de Colón y que luego no tuvo elementos a mano para salir del pozo. El resurgimiento que debió darse antes, no llegó. Ahora empieza otro torneo. Colón no deja de ser un rival temible, pero es más por la historia, por la chapa y por el peso de la camiseta, que porque infunda temores futbolísticos.
El Albo de Floresta sin el goleador
En el partido con Atlanta de la semana pasada, se lesionó Agustín Gallo, el delantero y goleador del equipo de Campodónico, que unos días antes había renovado el contrato hasta el 2027.
Gallo está descartado para el partido de este lunes y es posible que no haya demasiados retoques en el equipo local con vistas al encuentro con Colón, teniendo en cuenta los 11 que jugaron frente a Atlanta. En ese partido, el equipo titular (y los que ingresaron desde el banco) fueron los siguientes: Mitre; Grana, Coronel, Ferrari, Tabares; Salas (14' ST Melo), Figueroa, Passaglia (28' ST Pusula), Miranda (14' ST Patroni); Calone (28' ST Bovone), Gallo (26' PT González).
¿Cómo se define?
Esta primera fase del Reducido por el segundo ascenso contempla la disputa de siete partidos. A los ganadores se sumará el perdedor de la final y de allí en más se jugarán cuartos de final, semifinal (estas dos instancias a partido y revancha) y la final que será en campo neutral.
En esta primera fase, es único partido, en cancha del equipo mejor ubicado (All Boys tuvo igual cantidad de puntos que Colón pero terminó cuarto en su zona y Colón fue sexto) y si al cabo de los 90 minutos hay un ganador, ese equipo será el que continuará en carrera. En caso de empate, no está contemplado que se juegue alargue y penales, sino que continuará el equipo mejor ubicado (en este caso All Boys) que también se hizo acreedor a la localía.
Esta es la instancia en la que existe un fuerte beneficio para el mejor ubicado, pues no sólo es local en el partido único (las fases siguiente son partido y revancha), sino que le sirven dos resultados: ganar y empatar. Colón, en este caso, no tiene otra alternativa que ganar el partido para seguir en carrera.
11 de Colón
Para jugar en Floresta este lunes: Giménez; Herrera, Lopes, Goltz y Henríquez; Jourdan, Forneris, Talpone y Bernardi; Guille y Rossi.
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