El secretario de Seguridad Deportiva, Marcos Romero, hizo un balance de lo que pasó en el clásico y admitió que hubo "fallas" y confesó que en algún momento llegó a barajarse la posibilidad de la suspensión del partido.
Apuntó contra la dirigencia de Colón, habló del conflicto con Utedyc, agradeció la colaboración de Cruz Roja y de los episodios ocurridos en el banderazo de los hinchas de Unión al paso del micro que llevó al plantel al estadio.
El secretario de Seguridad Deportiva, Marcos Romero, hizo un balance de lo que pasó en el clásico y admitió que hubo "fallas" y confesó que en algún momento llegó a barajarse la posibilidad de la suspensión del partido.
Romero dijo que "estaba todo preparado luego de la reunión de cancha que sostuvimos el martes de la semana pasada con las partes involucradas, pero hubo cláusulas de esa reunión que fallaron. El día del partido, la policía le iba a prestar los vallados para organizar el ingreso y Colón no los retiró, con lo que tuvo que hacerlo la policía y eso no estaba previsto. El segundo problema es que se contrataron menos personas de Utedyc, lo cual ocasionó demoras en la apertura de las puertas para el ingreso de la gente, que estaba pautado que sea 3 horas antes del partido y habíamos solicitado encarecidamente a la gente que concurra con anticipación a la cancha".
Sobre los inconvenientes que se produjeron dentro del estadio, Romero dijo que "habíamos constatado en la revisión previa que dos molinetes de la puerta 1 no funcionaban de manera correcta. Por tal motivo, se procedió a emplazar al club para que solucione ese inconvenientes y cuando llegamos al día del partido, en vez de 2, no funcionaban 16. Es lo que nosotros denominamos 'molinetes locos', porque giran sin control. Ese fue otro problema que jugó en contra del servicio de seguridad y por eso se abrieron las puertas más tarde".
También señaló Romero que "los corredores para la delegación visitante no estaban acordes. Por ejemplo, no había iluminación y tuvimos que dar luz hasta con el empleo de los teléfonos celulares luego del partido para que la delegación visitante se retire".
Romero agradeció a la Cruz Roja, que prestó colaboración de manera desinteresada. "Veíamos que con el sistema de emergencia podíamos tener problemas y eso finalmente se dio, porque Cruz Roja hizo 15 asistencias y si no hubiera estado, eso también habría fallado".
Cuando se lo consultó si todo lo que estaba detallando se debía a falta de organización o a mezquindad de alguna de las partes, dijo que "es difícil comprender lo que sucedió, no puedo decir si fue mezquindad o qué, pero se suscitaron muchos problemas. Y doy otro ejemplo: nosotros teníamos organizado el traslado de la delegación de Colón desde el predio de la autopista, porque eso fue lo que se informó en la reunión de cancha y resulta que me entero de manera informal que no estaba allí, sino en la zona céntrica, en un hotel. Hubo que cambiar sobre la marcha y eso también generó molestias".
En cuanto a si tuvo diálogo con la dirigencia de Colón el sábado, señaló que "tuvimos algunas charlas en el inicio del evento, sólo con uno de los directivos porque otros no se acercaron y esa persona no tenía que ver con la coordinación de esa parte del espectáculo, que era el operativo de seguridad. Luego del partido no tuvimos margen de tiempo, pero pediré una reunión con los dirigentes de Colón, lo haremos durante la semana".
Cuando se lo consultó sobre si en algún momento se pensó en la suspensión del partido, admitió que "hubo distintas hipótesis, hasta suspender el partido. Vimos lo más beneficioso y menos traumático, tomamos algunos riesgos que podían perjudicar a la propia policía y al Ministerio de Seguridad. Yo estoy en todos los servicios, ví en el lugar de los hechos todo lo que estaba pasando y buscamos la mejor salida. Los dirigentes nos dijeron que se pensaba en una afluencia de 34 o 35 mil personas. Eso no se cumplió, porque se colmaron al ciento por ciento de las populares y muchas personas tuvieron que ser corridas a las plateas porque la capacidad de las populares estaba desbordada. La gente, con su entrada en mano, no pudo entrar al lugar que querían ir".
Respecto de lo que pasó en el momento de la salida del micro de Unión hacia el estadio, dijo que "el micro llega a la rotonda y la afluencia de personas que había en el lugar, corta el paso del colectivo. Hay que recordar que estábamos sobre una ruta nacional y que gente de las afueras de Santa Fe que son de Colón y se dirigían a la cancha, se podían cruzar con los hinchas de Unión. La pretensión era que el micro parase diez minutos y eso podía traer problemas. Entonces, la policía toma la decisión de disuadir a la gente. Quiero decir que hubo cinco policías heridos y tres móviles rotos", a la vez que confirmó que "hay un jugador de fútbol denunciado por agresión a uno de los efectivos".
Por último, ratificó que "tendremos una charla con la dirigencia de Colón para ver hacia dónde nos vamos a dirigir en el futuro" y que "evidentemente, el control fue muy difícil de llevar adelante".