Domingo 2.4.2023
/Última actualización 15:35
Mucho se dijo respecto de lo que pasó con el fútbol en aquél 1982. Las competencias locales continuaron desarrollándose como si nada estuviera ocurriendo. Y a nivel internacional, la selección argentina (por entonces campeón mundial) se preparaba para disputar el Mundial de España. Galtieri, presidente de la Nación, presionó para que la selección jugase ese Mundial. Algunos jugadores amenazaron con renunciar (Carrascosa lo hizo antes del Mundial de 1978), pero luego decidieron que la mejor manera de contribuir era transmitiendo una alegría al pueblo desde adentro de la cancha. A todo esto, algunos documentos desclasificados del Reino Unido, indicaron que se evaluó la posibilidad de “bajar” a sus selecciones (Inglaterra, Escocia e Irlanda) a fin de evitar que se enfrenten con Argentina. Daniel Passarella, el capitán de aquella selección, reconoció con el paso del tiempo que “no debimos haber jugado ese Mundial, yo como capitán debí haberlo evitado” y Osvaldo Ardiles, el volante por derecha, perdió a un primo en la guerra y también tuvo palabras similares a la hora de evaluar la conveniencia o no de la participación. Argentina quedó eliminada en la segunda ronda, cuando perdió ante Brasil y frente a Italia, que luego se coronó campeón.
Días después de la toma de Malvinas, el 14 de abril, Argentina jugó un amistoso ante la Unión Soviética en un Monumental repleto de público. Fue 1 a 1 y el gol de la selección de Menotti lo marcó Ramón Díaz. En esa ocasión, el equipo formó con Fillol; Olguín, Galván, Passarella y Tarantini; Ardiles, Gallego y Maradona; Kempes, Valdano y Ramón Díaz. Para muchos, ese equipo del 82 tenía mejores individualidades que el del 78, pero no repitió.
En el país, se jugaba el Nacional de Primera División que lo tenía a Unión como participante en el grupo C. Colón había descendido en 1981 y transitaba los primeros partidos del torneo de ascenso, con muchos problemas económicos. Italo Giménez, el presidente, había recurrido a la vieja receta gloriosa: lo fue a buscar a Pepe Etchegoyen para que se hiciera cargo del equipo. Fue el año de la vuelta de San Lorenzo a Primera, aunque Colón logró vencerlo en el partido que se jugó en el Centenario.
Esta foto es de 1983 pero hay dos de los tres autores de los goles en aquél partido ante Tigre. A la izquierda de Micheli (el arquero) está Alberto Manuel Bustingorria; el segundo de los agachados, arrancando desde la izquierda, está Américo Pesoa.Ese mismo 2 de abril, Central Norte de Salta le ganaba 1 a 0 a Mariano Moreno de Junín por el torneo Nacional. Fue el único año en la historia en el que dos equipos de Junín consiguieron la proeza de representar a la ciudad en el máximo torneo.
Unión clasificó en esa zona C, dejando afuera a Independiente por diferencia de goles y acompañando a Ferro a la fase final. Como Colón había descendido, el interzonal (clásicos) lo jugó con Renato Cesarini de Rosario. Fue 3 a 0 en Santa Fe y 0 a 0 en Rosario. A ese equipo lo dirigía el Indio Solari, su hermano era uno de los jugadores, junto a otros de largo recorrido en Primera como el Gato Andrada (que años antes había atajado en Colón), “Hijitus” Gómez, Colacray, Coullery y Da Fonseca, entre otros.
Dos días después de la toma de Malvinas, Unión empató con Ferro en Santa Fe. Fue el 4 de abril de 1982. A Unión lo dirigía un histórico de la conducción técnica como lo fue Reynaldo Volken y el equipo formó ese día con Trucco; Hugo López, Noblea, Cárdenas y Regenhardt; Eduardo Sánchez, Capocetti y Zavagno; Escudero, Logiácono y Cataldo. Luego entraron Lanao por Eduardo Sánchez y Carlos Mendoza por Logiácono. Por su parte, el Ferro de Timoteo, que finalmente fue campeón venciendo en la final a Quilmes, jugó con Barisio; Gómez, Cúper, Rocchia y Garré; Sotelo, Saccardi y Cañete; Crocco, Arregui y Juárez. Los goles fueron marcados por Miguel Angel Juárez y el Choclo Regenhardt.
Unión quedó en el camino en cuartos de final, cayendo ante Quilmes (empate en los dos partidos y victoria cervecera por penales). La particularidad es que menos de un año más tarde, volvieron a jugar un partido decisivo. Y Unión consiguió quedarse en la máxima categoría, venciendo a Quilmes y mandándolo a la B. Aunque cueste creerlo, el equipo que fue subcampeón del Nacional de 1982, descendió en el Metropolitano del mismo año.
Colón, por su parte, jugó al día siguiente de la toma de Malvinas y también lo hizo en Santa Fe. Esa tarde, venció a Tigre por 3 a 0, con goles de Alberto Manuel Bustingorria, el entrerriano Américo Pesoa y Daniel Torres, uno de los jugadores que había llegado como refuerzo con los escasos recursos con los cuáles se salió a jugar aquél campeonato de ascenso, luego de la larga permanencia sabalera en Primera, que no había tenido interrupciones desde el ascenso de 1965.