(Enviado Especial a La Plata)
Habló después del gran triunfo ante Estudiantes, dijo que el partido “fue una guerra” y que el plantel “vivió semanas horribles” con todo lo que pasó afuera de la cancha y los malos resultados.
(Enviado Especial a La Plata)
Todos padecieron y sufrieron. Pero hay algunos que pueden sentirlo o afectarlos un poco más que a otros. Y por distintas razones. No es agradable que la amenaza apunta a algún familiar, como dicen que ocurrió. Tampoco cuando existe un sentimiento que va más allá de la profesión de futbolista, como ocurre con los pibes del club. Y en este último “rubro”, Facundo Garcés es el que ha vivido los dos extremos de la vida. Pasó de la alegría desbordante y el éxtasis de la gloria, a sentirse maltratado y hasta avergonzado. Justamente él, a quién la mayoría de la gente no le reprocha y lo sostiene como un estandarte, como el “jugador-hincha” en el que muchos se sienten representados.
Tenía ganas de hablar Garcés. Los malos momentos lo derrumbaron, no encontraba explicaciones y se sorprendía de todo lo que estaba pasando. Adentro y afuera de la cancha. Y hasta bromeaba con esa jugada increíble del cabezazo de Leandro Díaz, con el partido 1 a 1 y en el cierre del primer tiempo, cuando Ignacio Chicco (atajó muy bien otra vez) no alcanzó a retener la pelota, quedó dando vueltas sobre la línea y Garcés, atento y resuelto, la sacó antes de que traspusiera por completo la raya de sentencia. “No hice ningún gol, pero el que salvé lo vale, ¿no?”, decía entre sonrisas.
-¿Se sacaron la espada de Damocles, Facundo?
-Estamos muy felices, te digo la verdad. Y a esto lo necesitábamos… Como le contaba a Nacho Chicco, recién en el vestuario. Nos mirábamos y yo le decía que chocamos seis muros y no lo podíamos tumbar, pero en algún momento lo íbamos a lograr… Me pone muy contento de haberlo hecho en esta cancha… ¡Fue una guerra este partido!
-¿Qué fórmula mágica trajo Saralegui?
(Risas) -Tuvimos un entrenamiento nomás y nos dio ánimo… Este triunfo es para Chupete Marini, que dejó todo en este tiempo que estuvo a cargo del equipo y por culpa nuestra le costó su cargo… Por eso digo que esta victoria es para él, sé que es muy sabalero y que estará contento por nosotros... Tenemos seis finales, pasamos la primera y ahora que venga lo que tenga que venir.
-¿La pasaste mal en todo este tiempo?
-Ufff… Fueron semanas horribles, más por mis compañeros porque a mí no me tocó vivir algunas situaciones que a ellos sí... Estoy hace cuatro años con ellos y por eso me afectaba a mí como a ellos… Son temas muy feos de tratar.
-Pero todo tiene un final y siempre se puede dar vuelta la página y abandonar esa impotencia con la que jugaban los últimos partidos…
-¡Es verdad!… ¡Era eso, era impotencia!… Era bronca porque nos llegaban y nos convertían… Con Argentinos estábamos mareados… ¡Tocamos fondo en ese partido!... Y contra Estudiantes hasta tuvimos la suerte de nuestro lado, porque cuando saco la pelota sobre la línea, si el árbitro convalidaba lo del línea era otra la historia, porque nos íbamos al entretiempo con el 2 a 1 en contra. Le reclamé enseguida porque había entrado muy poquito, no entró entera la pelota. El VAR hizo lo suyo… Y ganamos la primera de las seis finales que nos dijo Marcelo Saralegui que teníamos que ganar.
-¿Viviste momentos duros, inesperados y olvidables?
-… Mirá, es muy feo no poder salir de casa, tener que tomar recaudos de los lugares por dónde me muevo, al igual que mi familia… No mostrarnos... Al vivir en la ciudad y no en los countries, no tengo la posibilidad de vivir aislado… Yo estoy tranquilo porque en la cancha doy todo, nos rompemos el lomo, nos tocó vivir la gloria y ahora hay que poner el pecho y tenemos la personalidad para salir adelante… Pero te reconozco que no fue fácil… Me pongo muy triste porque tengo mi habitación llena de cuadros, las medallas, esos momentos que me devuelven a esos días de gloria… Y pensar que fue hace tan poco y ahora tuvimos que vivir la otra cara, la opuesta…
-¿Y en qué o en quién te refugiaste?
-En mi familia, en mis amigos, en la empresa que me representa y también en mis compañeros, nos unimos todos para sacar adelante esta situación.
-¿Sos consciente de que el 99 por ciento de la gente de Colón es muy distinta y no va a tomar ese tipo de actitudes?
-¡Ese es el verdadero hincha!… Y ellos sabían que somos los primeros en querer sacar esto adelante. No nos gusta perder, pero podemos tener un mal partido y la crítica llega. Santa Fe es una ciudad chica, se sabe todo… Pero lo bueno es que estamos muy unidos…
-¿Diste vuelta la página?
-Fue la segunda vez que me tocó vivir una situación así, pero esta fue la más grande, la más importante. Y me tomó de sorpresa. Siendo hincha de Colón y habiendo vivido momentos tan lindos hace poco tiempo, haber sido parte de la época dorada y lamentar esto que pasó me pone triste.
-¿Cuál fue la primera?
-No me acuerdo bien, pero estaba Osella de entrenador y fue en menor medida… Recuerdo que hacía mucho calor ese día y que fue antes de la pandemia.
-¿Entonces debe coincidir con lo que declaró Burián?
-¿Qué dijo “Cachorro”?
-Referenció un hecho que aconteció luego de la final del 2019 en Paraguay…
-Tal vez sea ese mismo, entonces… Con “Cachorro” vengo hace tres años y medio compartiendo plantel y la vivió como yo… Y si lo dijo él, seguro que fue así.