(Enviado especial a Córdoba)
Es el Secretario General Adjunto de la Conmebol y Director del Área Desarrollo. Mano derecha y amigo de Alejandro Domínguez “se preparó” para llegar.
(Enviado especial a Córdoba)
En el país del relato, siempre conviene ir al dato. Campeón del mundo en México 1986 junto a Diego Armando Maradona en el Azteca del DF, Nery Alberto Pumpido integra algunas galerías VIP en el fútbol del mundo.
A saber, listado de jugadores que ganaron en un mismo año la Copa Libertadores y el Mundial FIFA: Pelé, Gilmar, Mauro, Coutinho, Zito, Mengalvio y Pepe Macia, los inolvidables brasileros del Santos de “O’ Rey”. Del lado de River Plate, Nery Pumpido, Oscar Ruggeri y Héctor Enrique.
Otra sala VIP incluye a los criollos que en un solo año lograron torneo local, Copa Libertadores, Copa Interamericana y Mundial de la FIFA. Todo junto en ese inolvidable 1986.
Una galería más lo espera en Sudamérica de los pocos que ganaron la Copa Conmebol Libertadores como jugador (el River del ‘86) y como entrenador (con ese recordado Olimpia de Paraguay).
Ahora, con esos “pequeños logros” (?), llegó a la Conmebol. El presidente, Alejandro Domínguez, lo eligió para que sea el Secretario General Adjunto y el Director del Área Desarrollo.
El minuto a minuto de Nery es un infierno. Al café, obviamente, lo pide él pero siempre (cortado chico) lo toma frío. Es imposible. A la mesa llegan todos: “Profe, le pregunto ésto…”; “Profe, necesito me autorice ésto”.
Bajo el sol de Córdoba, nos cruzamos a un plaza para hacer la entrevista. En el hotel, mientras Nery charlaba con la cabeza visible de Santa Fe Producciones, era una misión imposible.
Desde el celu coordina todo: los chicos que están en Orlando gambeteando el huracán (juveniles de Conmebol), los dirigentes que salen en micro de Paraguay, la cena de gala, la llegada de los diez presidentes de las Federaciones (entre ellos el “Chiqui” Tapia), las invitaciones a los ex campeones de Argentina ‘78 y México ‘86. A su lado, Batista, el “Gringo” Giusti. Por el celu, Valencia y la bronca porque “Chocolate” Baley no puede llegar.
De Córdoba a Paraguay, para estar en unos días con Gianni Infantino y junto a Alejandro Domínguez. De Paraguay a Guayaquil para la final Flamengo-Paranaense de la Copa Libertadores de América 2022. De Guayaquil a Qatar, donde “vivirá” un mes. El sueño, es que Sudamérica vuelva a levantar una Copa FIFA. Esa que Nery Alberto Pumpido levantó con guantes al lado de un tal Diego Armando Maradona en México ‘86.
“¿Me tengo que poner el trajo de Conmebol?”, le pregunta a uno de sus tantos asistentes antes de ir al Consejo del Fútbol Sudamericano.
Desde firmar un ticket de café (controla que no le pasen nada a la habitación de más) hasta autorizar millones de dólares en el área Desarrollo.
Ahí, en la cocina del epicentro del fútbol de la Conmebol, está un santafesino. Se llama Nery Alberto Pumpido. El que en Unión se vestía de color verde “porque quería ser como el Pato Fillol”. Cuando la vida, que es un ratito, pasó de largo se dio cuenta un día en México estaba levantando al lado de Maradona la misma Copa del Mundo FIFA que ese Ubaldo Matildo en el ‘78.
Con todo lo que ganó adentro de la cancha, hoy Nery Alberto Pumpido es el dueño de la pelota de Conmebol en Sudamérica. Su deseo y obsesión es que un tal Lionel Messi levante la Copa en Qatar. Yo elijo creer, porque casi siempre a este tipo se le cumplen los sueños