Viernes 15.11.2024
/Última actualización 12:42
La historia inicial del CRAI (Club de Rugby Ateneo Inmaculada), no dista de la de muchas instituciones del deporte de la ovalada: su relación (hasta la actualidad) con, en este caso, el Colegio de la Inmaculada Concepción, dependiente de la Orden Jesuita.
El rugby era un deporte que hacían muchos alumnos del Ateneo Inmaculada, no obstante, cuando la Orden Jesuita ordenó cerrar la práctica del mismo, aquellos jóvenes “inquietos”, deciden fundar un club.
En resumen, de esa forma, el 22 de octubre de 1974, nace el CRAI. En aquel entonces, sin predio propio. De ahí, su apodo de “Gitanos”, porque entrenaban y jugaban en distintas canchas. Hasta conseguir las primeras hectáreas del gran predio que luce “a la vera de la autopista”.
Cara visible
A lo largo de su historia, CRAI tuvo varios presidentes. No muchos, como suele ocurrir en estas instituciones, porque algunos están, una gran cantidad de años. El caso emblema entre los “Gitanos” (y hasta en muchos clubes del país” es el del recordado y recientemente fallecido, Reynaldo “Pichai” Gervasini, quien comandó el Club durante 21 años.
Lo más cercano a esa “marca”, es el caso del actual presidente: Alejandro “Mecha” Molinas, quien ya lleva 14 años al frente de la histórica institución.
“El CRAI es una parte muy importante de mi vida. En mi caso personal, sería mi quinto hijo”, asegura Molinas. Archivo El Litoral.De local, el “Mecha” recibió a El Litoral, de cara a la gran fiesta por los 50 años del CRAI que tendrá lugar el próximo 23 de noviembre.
EL - Mecha, 50 años de CRAI, muchos de ellos que te tuvo al frente como presidente. ¿Qué significa ese número especial?
AM - Sí, la verdad que es una satisfacción poder ser parte de los 50 años del Club y creo que lo más lindo es ver lo que hicieron los fundadores, que en su momento fue hacer una jugada muy pesada para esa época, una apuesta muy grande. Y se llegó a los 50 años con un Club realmente consolidado con las instalaciones que tiene. Creo que somos un grupo de personas que trabaja incansablemente. Eso también es una satisfacción enorme para que todos se sientan parte de colaborar en lo que es hoy el club.
Molinas tiene 57 años. Los últimos 14 se desempeñó como presidente de la institución “Gitana”. “El CRAI es una parte muy importante de mi vida. En mi caso personal, sería mi quinto hijo”, asegura Molinas.
EL - Viviendo el CRAI desde cero. Cerrás los ojos hoy y ¿qué ves para atrás?
AM - Cuando uno venía de chico. Recuerdos de lo que era el club en su momento y ver como todo se hizo a pulmón trabajando del lugar que nos tocó. Hoy tengo el honor de conducirlo, pero bueno, en su momento estuve en diversas áreas de la comisión, otras no, pero siempre trabajando para lograr lo mejor del Club.
No es difícil ser presidente, pero necesitas la gente que te apoye, que trabaje con vos y convencerla. Que todos se sientan parte.
EL - El objetivo principal en estas instituciones es desarrollar en todo sentido a los jugadores y las jugadoras. Pero eso, sin dudas, tiene que ir acompañado con todo lo que se le puede aportar desde lo dirigencial…
AM - El Club creció mucho, tanto en rugby como en hockey. Todo el crecimiento sostenido hay que controlarlo y lleva el doble de compromiso.
En memoria…
Las bodas de oro de la Familia Gitana, sin duda será recordada por todos. Pero también es una realidad que son fechas en las cuales la memoria y la emoción, se conjugan muy ráídamente.
“Los 50 años son realmente muy lindos, pero uno, en estas fechas, no deja de pensar en los que ya no están, o los que tienen algún inconveniente de salud. No puedo dejar de nombrar al Pelado Viejo, Pichai, Julio Tejerina, Jorge Bruno, los mendocinos que dieron una mano muy importante cuando se inició el club, el Boby Ponce, César Cello…”
El CRAI ha crecido mucho en los últimos años. Foto: Mauricio GarínY la lista podría seguir, pero la memoria podría jugar una mala pasada sin querer.
Pero sí hubo algo que el actual presidente no quiso omitir. “Hubo un quiebre en el Club cuando sucedió lo de Cayetano Massi (fallecido trágicamente durante un partido a principios de la década del ’80). Esa tremenda adversidad que sufrimos fue algo muy fuerte. Pero nos forjó y nos unió mucho más y mejor para salir adelante”.