Domingo 2.10.2022
/Última actualización 13:03
"Confieso que he vivido" es el título de la novela de Pablo Neruda, perfectamente adaptable a Daniel Arcucci, este periodista que más allá de su impecable trayectoria y de tantos acontecimientos vividos y cubiertos para medios tan importantes e influyentes como la revista El Gráfico, tuvo un acercamiento muy particular con Diego Armando Maradona y tejió una relación que empezó con una graciosa anécdota.
-¿La vas a contar, Daniel?
-¡Por supuesto! Pero dejame que haga un poquito de historia. Mi primer Mundial fue el de México '86 y, como esos jugadores que aparecen de última en la lista, un día me llamó Osvaldo Raúl Orcasitas, un maestro, y me dice que iba a ir al Mundial. Yo estaba cubriendo un partido de Boca en Bahía Blanca y la noticia me estremeció, faltaban poquitos días…
-Hacía seis meses, porque la primera nota fue esa famosa en la Navidad de 1985. O sea que hacía seis meses que lo conocía, pero no teníamos un vínculo profundo… Yo no arranco con Argentina en ese Mundial. Eramos 23 personas las que había mandado El Gráfico y yo empiezo a cubrir a Francia, Alemania, Dinamarca... Hacía entrevistas. Primera nota: Rummenigge; segunda: Platini… Avanza Argentina, se achican los equipos y me llaman para que vaya al Distrito Federal...
-Después del partido con Inglaterra…
-Claro, por eso lo de la anécdota. A ese partido lo veo en Monterrey, porque cubrí Alemania-México. El primero que veo en la cancha, es Argentina-Bélgica…
"Este Mundial de Qatar va a ser inédito en un montón de aspectos y, en el juego, influirá para bien", dice Arcucci. Créditos: Fernando Nicola-Y entonces llego después del partido con Inglaterra y voy al entrenamiento de la selección. Estaba ese famoso alambrado y los jugadores se acercaban para hablar con los periodistas. Viene Diego, me vé y me dice: "¿Qué hacés acá, Arcucci?". Le contesto: "Vine a seguir con ustedes, Diego". "¿Cuántos partidos viste en la cancha, Arcucci?", me dice. Lo miro y le digo que ninguno… ¿Sabés qué hizo?, dio media vuelta y dijo "Ah no, esto no puede ser...". ¡Me quería morir!… Caminó unos pasos, dio media vuelta, se rió y dijo: "Quedáte tranquilo que no nos para nadie… Ahora, ¿cómo vas a poner que es un placer reportear a Platini?, ¡ese pecho frio…!", y se rió… Claro, yo había hecho una nota con Platini y el título fue: "Es un placer reportear a Platini".
-¿Cuál es la "foto simbólica" de esa final en México?
-Entrar al vestuario y ver a los campeones del mundo con el champú en la cabeza para ir a bañarse, saltando, gritando y revoleando la camiseta… No soy de los que dice que todo tiempo pasado fue mejor, pero así era en ese momento.
-Siempre digo que la vida es eso que pasa entre Mundial y Mundial… En la vida de Maradona, pasaron 4 años, que 40 de otros... Yo hice un viaje extraordinario cuando fui a cubrir el segundo scudetto de Diego, en Nápoles y la gira posterior de la selección. En el medio de eso, mi hija mayor, Malena, cumple un año. Si me quedaba corrido iban a ser como dos meses y medio afuera. Orcasitas me manda de vuelta después de que la selección juega en Austria y Suiza, para estar con mi hija, y me vuelvo al Mundial… Recuerdo la tapa de El Gráfico luego de la final: "Héroes igual", le pusimos.
-Y del '94 tenés para un libro…
-Viví de cerca el caso de doping en el 91 y Franchi, que representaba a Diego, me dice en ese momento tan incierto que iba a jugar el Mundial… Mirá, yo nunca festejé un gol ni de Racing, que es el cuadro del que soy hincha, pero no te das una idea lo que grité el de Diego a Grecia… ¡Hacía cortes de manga por el palco de prensa!… Pasa el partido con Nigeria y le mangueo una camiseta de Diego a Marcos Franchi. Se fija en el bolso y dice: "Tengo la de Nigeria"... "No, no, me gusta la de Grecia", le digo, la azul… Bueno, me entero antes de salir a Dallas que había un control antidóping positivo. Y me doy cuenta porque, en medio de la euforia de ese momento, Diego andaba con una cara de "tuje" tremenda… Lo sancionan, viene la famosa conferencia de prensa, cuando dice: "Me cortaron las piernas", y ahí me largué a llorar… El me invita a ver, con otros periodistas, el partido con Bulgaria en su habitación. Al final del primer tiempo nos pide que nos vayamos. Argentina pierde y se va a Los Angeles… En un momento, suena el teléfono de mi habitación y era Franchi. "Subí que Diego te llama", me dice. Entro y Maradona me dice: "Dani, ¿vos me habías pedido una camiseta?, ¿la querés todavía?"… Me quería morir… Eso habla mucho de cómo es él y también de cómo se sentía… Estaba en deuda, sentía vergüenza… ¡La quiero más que nunca!, le dije.
-¿Qué pensaste en ese momento?
-No caigo en la teoría conspirativa total, pero creo que Grondona podría haber hecho más para defenderlo…
-No es que le pusieron algo, creo que la teoría conspirativa es porque lo buscaron… Si vos querés encontrar a alguien, lo buscás y seguro que algo le encontrás… Creo que fue una irresponsabilidad eso de ir a comprar lo que necesitaba tomar a cualquier parte y está claro que no es de Signorini la culpa… Detectaron eso y "papita para el loro"…
-Se abrió demasiado rápido, lo podría haber defendido más y mejor… Muy rápido le soltaron las manos y fue para congraciarse con Fifa… Conclusión, se dieron tres cosas: lo buscaron, hubo desprolijidades y luego desprotección.
-¿Eramos campeones del mundo?
-Mi memoria emotiva con ese equipo del 94 es que iba a ser campeón del mundo.
-Por cuestión de edad, ni vos ni yo vimos al Brasil del 70 en una cancha, con cinco números 10. ¿Te hubiese gustado?
-¡Obvio!… Y creo que es posible hoy en día jugar así… Mirá, este Mundial va a ser inédito en un montón de aspectos. En lo futbolístico, por el calendario. Es la primera vez desde 1930 que vamos a ver una competencia en medio de la temporada y no al final. No vamos a ver a Messi con más de 70 partidos porque ahora va a llegar con 16. Eso va a influir en el juego y para bien.
-¿Qué diferencias notaste en las tres finales que jugamos con los alemanes?
-En Brasil 2014 hubo tres equipos… Uno fue el del primer tiempo contra Bosnia, el equipo de los tres defensores al estilo de un maestro como Sabella pero que no funcionó tan bien. En el segundo tiempo, apareció el equipo de Messi, distinto y más ofensivo… Ahí lo veo al Messi maradoniano, cuando pega un golpe en la mesa en una conferencia y dice: "¡Somos Argentina!"… Luego vino un avance sufrido y llega el tercer equipo, el de Mascherano, el de "me cansé de comer mierda, vamos a meter"… De las tres finales con los alemanes, el de México era un equipo dominante, el de Italia llegamos como pudimos y el de Brasil fue un partido muy bueno de Argentina… Creo que hay, en ese partido, una lectura correcta en lo táctico de Sabella pero no en lo individual. Argentina necesitaba rematar el partido con un delantero y lo pone a Agüero, que no estaba entero.
-Bueno, ahí me aparece de vuelta la memoria emotiva... Si Messi daba la vuelta en el Maracaná, mi amigo Diego lo iba a ver a lo suyo desde otro lugar. Diego es un ícono cultural porque le ganó a los ingleses a cuatro años de Malvinas, pero si Messi daba la vuelta en el Maracaná, el templo del fútbol, no sé… Para mí hubiese sido de un impacto emocional muy fuerte.
-¿Por eso habrá sido la famosa foto de Leo mirando la Copa que iban a levantar unos segundos después los alemanes?
-¡Claro!… Y fijáte todo lo que pasa luego: las dos finales perdidas, Leo diciendo que esto no es para mí, luego lo de Rusia… Es muy injusto decir que esa generación es perdedora… Es un mal argentino… Una vez, Diego en Dubai me dijo que Leo no necesita levantar la copa del mundo para ser el mejor del mundo… Si no le hubiésemos ganado a Brasil el año pasado, le estaríamos diciendo perdedores a esta generación… Esta Copa América, la de 2021, entra dentro de los grandes triunfos de la historia del seleccionado argentino. Nos pusimos una copa en la mochila y la mochila dejó de pesar.
-Argentina es candidata. Primero: es la primera vez que se vuelve a cumplir un ciclo de cuatro años de un entrenador, aunque sea inesperado. Segundo: hay un Messi feliz. Tercero: llega al Mundial con una carga menor de partidos. Cuarto: todos son mejores jugadores después de haber ganado la final con Brasil en el Maracaná. Esos son mis argumentos.
-El exitismo tan típico de los argentinos… Pero por lo que hablé con Scaloni, no existe ese exitismo en el plantel.
-¿Cómo te enteraste de la muerte de Maradona?
-Estábamos al aire, Mariano Closs dice que "parece que hay una noticia" y Federico Bueno dice la famosa frase: "Me dicen que Diego no resistió". Nunca se dijo murió Maradona. Lo primero que dije fue que no la quería dar a la noticia, un poco por lo sentimental y otro porque entre el 2000 y 2022 había "muerto" siete veces… Lo asumí con serenidad, no paré de hablar, me hicieron quedar en los programas siguientes y volví a casa. Estaba con Pía, mi pareja santafesina, en la computadora y tenía la tele a un costado y escucho que se iniciaba el velatorio íntimo. Y Pía me pregunta si iba a ir y le digo que no, que es íntimo. Ahí la miro y Pía estaba en pijama y eran las 2 de la mañana. ¡Ni cuenta me había dado!
-Y ahora, ¿cómo te sentís?
-Como dijo el célebre Jorge Valdano: "Diego es el ausente más presente que conozco".