Daniel Musso: de Freyre a Santa Fe con el corazón en la mano
El reconocido empresario de la ciudad abre su corazón y repasa su rica historia de vida. La infancia en Freyre, la llegada a Santa Fe, jugar en Colón y su cercanía con el boxeador "Martillo Roldan".
Flavio Raina Daniel Musso. Desde su infancia hasta hoy. Con el trabajo como bandera y la colaboración para los más necesitados.
Daniel Musso nació en Freyre, Córdoba, a 173 km de la capital provincial. Todo hacía parecer que su vida transcurriría allí, donde pasaba su infancia y su adolescencia entre la escuela, el baby fútbol y los amigos. Pero a los 17 años, pisó por primera vez Santa Fe para probarse, como futbolista, en Colon : "Recuerdo que me probé un día de diciembre, y me dijeron que tenía que volver en marzo, y quedé. Uno de los que me vio bien en ese momento fue el gran "Patón" Oscar Aguirre, el otro, el "Gringo" Zuliani y allí conocí al profesor Raúl Della Croce. En aquellos años, no existían las divisiones inferiores de AFA, ni la reserva. Estaba en la pensión, donde me formé y estoy súper agradecido, si bien no estábamos bien alimentados jamás pensé en retornar a Freyre", aseguró.
Empezar desde cero
Para Daniel, el fútbol ha sido y es gran parte de su vida. Pero como con tantos otros, también fue ingrato, y terminó quedando libre de Colón con el pase en su poder. Por eso, se vio en la obligación de empezar a trabajar, algo que ya había hecho en Freyre en reiteradas ocasiones. Pero claro está, solo, no sería fácil: "Encontré aquí en la ciudad una familia divina que me cobijó, me enseñó, pude crecer como ser humano. El comenzar con los negocios no fue sencillo, sobre todo en el país, pero como trabajé desde chico, me sentía entrenado, por así decirlo, fui heladero, diariero y hasta bicicletero".
La pasión por el deporte, no quedaría solo en lo que podía dar dentro de una cancha. Daniel tuvo la inmensa oportunidad de comenzar su propio camino en la localidad de Franck, trabajando para una casa de deportes, algo que le serviría de experiencia para luego poder pensar en grande aquí, en Santa Fe. "Me asocié con Carlos Lanzaro en ese momento, y hoy tengo la fortuna de tener el negocio en dos puntos de la ciudad. Atendemos a todos de la misma manera y con las mismas ganas. Soy un agradecido de conocer la ciudad completa. Uno ve otras cosas que te van haciendo actuar y pensar de distintas maneras".
También, fiel a su persona, no olvida a los colegas que lo acompañaron en el proceso: "Tengo que agradecer a la gente de Von der Thusen, a Omar y Fabián. Hemos estado relacionado desde aquellos años y hasta el día de hoy también. La familia López de Los Pirineos, a ellos también. Todos hemos avanzado en conjunto. Con responsabilidad y sacrificio, todo se hace más llevadero, siempre pensando en el otro."
"Encontré aquí en la ciudad una familia divina que me acobijó, me enseñó, pude crecer como ser humano. El comenzar con los negocios no fue sencillo, sobre todo en el país, pero como trabajé desde chico, me sentía entrenado, por así decirlo, fui heladero, diariero y hasta bicicletero". Daniel Musso, empresario
Freyre y el Gran "Martillo" Roldán
Juan Domingo "Martillo" Roldán fue un boxeador argentino, nacido justamente en Freyre, la tierra de Daniel. Su apodo adquirió gran fascinación en el mundo del boxeo, su nacimiento se debe a que el boxeador en su juventud, aceptó una pelea contra un oso de circo de 270 kg que pasaba por su localidad y que consistía en aguantar dos asaltos contra el animal sin ser derribado. Con una sonrisa en el rostro, Daniel recuerda: "Vivíamos muy cerca su casa, y tuvimos la fortuna de ver absolutamente todo su progreso. Imagínate, yo tenía 14 años y vivir todo eso era un regalo de Dios para mí. La vida de "Martillo" fue muy dura, tenía padres tamberos y el entrenaba allí con los tachos de leche, fue impresionante", dijo.
"Martillo" Roldán, durante toda su vida hizo honores a que uno no debe olvidarse de cómo y dónde salió. Freyre para el gran campeón siempre estuvo presente. "Era una excelente persona, futbolero como pocos y solidario con la gente de Freyre. Lo vestía Nanque, recuerda, y en muchas ocasiones nos enviaba las camisetas para los equipos de baby fútbol del barrio. Nos prestó un terreno para jugar y allí hicimos la cancha de fútbol, llamada "Martillazo".
Con mucho dolor por su fallecimiento a manos del maldito Covid-19, Daniel lo tiene muy presente: "Era una gran persona, le seguí toda la carrera, cada pelea y cada reportaje. El año, cuando falleció, todos hablaron bien de él. Cuando se retiró yo ya estaba Santa Fe, pero aun teníamos una gran relación, siempre que iba al pueblo hablaba con mi cuñado que estaba más cerca de él y a veces lo veía. Tuvimos una relación muy cordial, de amistad".
Colón y el profe Raúl Della Croce
En esa llegada al club sabalero, Daniel formó una particular relación con el gran Raúl Della Croce, hoy director técnico de la categoría Senior de Colón, de la cual también el oriundo de Freyre forma parte. "Para mi es una satisfacción tener al profe. Lo conocí a los 18 cuando llegué, y hoy a los 50 sigo teniéndolo cerca. Son muchos años soportando calores, fríos y haciendo esfuerzo para despuntar el vicio, y defender el escudo, la pertenencia, algo que el remarca mucho."
La Senior del sabalero tiene grandes jugadores, y es uno de los equipos más competitivos de la Liga. "He tenido y tengo grandes compañeros y jugadores como Sergio Torres, el "bocón" Torres, y seguramente me olvide de muchos, pero tenemos un lindo grupo, y me siento muy querido, es lindo a esta edad representar a Colon." cuenta emocionado.
Ayudar a un futuro mejor
Estos dos últimos años han sido muy duros para todo el mundo, pero más aún para los comerciantes. Aun así, y desde siempre, Daniel es uno de los que da una mano sin importar su situación, con acciones que no se conocen y de perfil bajo, su costado caritativo es un ejemplo de vida: "Son momentos duros, hay cierta incertidumbre porque falta todo, más que nada mercadería, hay materiales que está costando conseguir, pero siempre pensando en positivo. Uno siempre intenta ayudar con lo que está al alcance, si puedo hacerlo siempre, lo haré. Hay que estar y saber tratar a la gente, es más fácil llevar adelante las cosas de buena manera".
El pasar años en la pensión de Colon le permitió crecer desde lo humano. Vivió desde adentro lo que significa estar en una institución y lejos de la casa de sus padres. Para la juventud de hoy, tan bastardeada por un futuro a nivel país en el que no se vislumbran muchas luces sumado a los peligros cotidianos de la calle, Daniel les dice: "A los chicos les diría que vayan a un club. Que hagan el deporte que más les guste, pero que estén dentro de una institución. Veo en toda la ciudad la gente que hace sacrificios para que las instituciones se mantengan en pie después de estos dos años durísimos, es increíble el esfuerzo que se hace, no es fácil conformar a todos, pero es muy valioso todo el trabajo que realizan en base a los clubes. Mucha gente trabaja por y para los chicos, y no tienen prensa, no los conoce nadie, eso es muy valorable" asegura.
Santafesino con acento cordobés
Al hablar de su actualidad y su pasado, no duda, se siente santafesino pero Freyre está en su corazón: "Mi lugar en el mundo es difícil elegirlo. Soy más santafesino que cordobés hoy en día (risas), pero soy muy agradecido a mi pueblo donde formé mi base, con una crianza excelente. Y a Santa Fe, que fuimos creciendo de la mano y el apoyo de mucha gente, y vamos a seguir en ascenso, estoy por demás de feliz y cómodo". No obstante, si tuviera que tomar la autovía 19 y luego desviar para Freyre de forma definitiva, su idea es clara:" Si volviera a mi ciudad natal aprovecharía para descansar, y a disfrutar con los amigos haciendo lo que más me gusta: jugando al fútbol y compartir momentos agradables con ellos", finalizó.
La familia, el sostén de todo
A la par de su crecimiento empresarial, Daniel conoció a Adriana: "Estoy casado con ella hace 28 años, nos conocimos y ella ya tenía 2 hijos. Después tuvimos la suerte de que llegara Santiago y formamos una hermosa familia. Mi hijo juega en Ateneo, hace 3 o 4 años y también estudia, que es lo mejor que puede hacer, se lo dije y se lo digo siempre, el estudio es lo único que te va a salvar", aseguró.
Gentileza La familia. Junto a su esposa, Adriana, y a su hijo Santiago.
La familia. Junto a su esposa, Adriana, y a su hijo Santiago. Foto: Gentileza
Con mucha emoción y nostalgia, Daniel no esquiva ningún momento en su vida, de todo que aprendió. Su voz se entrecorta cuando habla de su familia, en especial de su hermana: "Ella se vino a Santa Fe, a estudiar. Y esta acá, es fanática de Colón y tiene su propia familia. Me emociona porque es mi hermana menor, siempre la cuidé y la acompañé en esta vida. Tengo mi canción preferida "A mi manera", eso describe como soy. Soy familiero y he cosechado muy buenos amigos aquí. El fútbol, y lógicamente los amigos". comenta con gran orgullo.