Lo que dejó la "fiebre de sábado por la noche" que padeció Colón
Los ocho partidos sin ganar en este torneo, ubican a la presenta campaña como la segunda peor de la historia en Primera. Si no gana ante Atlético Tucumán, igualará la del Metro de 1973, cuando recién ganó en la fecha 10.
El grito de gol de Santiago Pierotti, otra vez convertido en una figura desequilibrante en la parte inicial del encuentro. El volante, convertido hoy en delantero sabalero, bajó con el pecho un pase estupendo de Delgado y definió muy bien ante la salida de Rey, el muy buen arquero que tiene Independiente. Créditos: Matías Nápoli
Fue una verdadera "Fiebre de sábado por la noche", el famoso tema musical de los Bee Gees que luego fue llevado a la pantalla con John Travolta como protagonista principal en 1977. Avellaneda se convirtió, como nunca, en una verdadera caldera. Y el Diablo metió la cola más que nunca. Arrancando por el muy mal arbitraje de Nicolás Lamolina (le regaló un penal a Independiente, el primero; no supo conducir el partido por carriles normales, repartió amarillas por doquier, no vio lo que pasó con Goltz y menos mal que el VAR lo terminó salvando en el claro penal que le cometieron a Wanchope Abila). Y luego, continuando por un final que se extendió casi hasta la medianoche, con la salida de Leandro Stilitano, ya hoy el ex entrenador de Independiente.
"Tengo fuerzas para seguir. Todo esto que nos está pasando, estaba en los cálculos cuando arrancamos con este proceso", dijo después del partido. En ese mismo momento, el grito en el hall principal del estadio era uno solo: "Que se vayan todos, que no quede, ni uno solo". Y al mismo tiempo también, el presidente de Independiente se estaba reuniendo con su mesa chica para definir lo que luego le comunicaron al entrenador: que era el final de su ciclo. Ocho partidos dirigidos, una victoria, cinco empates y dos derrotas, números que no cierran y un nivel de juego que no se aproxima en lo más mínimo a lo que ha sido y marca la historia de Independiente.
Mientras tanto, Colón sigue acumulando partidos sin victorias. Ya son 11, entre los tres últimos del año pasado y estas ocho fechas que lo apuntan como el único equipo que hasta ahora no ha logrado ganar en lo que va del torneo. Estos pésimos números van en contramano de algo que se viene viendo, sobre todo en los últimos dos partidos. Colón ya no es esa imagen desdibujada, descolorida, insulsa, sin jerarquía y hasta "planchada" desde lo físico. El equipo viene creciendo. Lo que pasa es que le cuesta ganar. Con Newell's lo mereció y no lo consiguió por la ineficacia ante el arco rival (penal malogrado incluido). Y ante Independiente, por las increíbles situaciones que se presentaron en el desarrollo del partido y en jugadas puntuales, como la del primer penal que no existió (o al menos es fuertemente discutible) y ese error grosero y muy difícil de digerir de Paolo Goltz que le dio la chanca, también penal mediante, a Independiente de ponerse en ventaja cuando no había hecho casi nada y era superado por Colón.
La captura de la imagen televisiva muestra el momento en el que Ignacio Chicco mueve la pelota antes de que Goltz la tome con sus manos. Hay un jugador de Independiente que está invadiendo la zona.
Estos ocho partidos iniciales de un torneo sin victorias, colocan a este Colón como el segundo peor arranque de campeonato en toda la historia en la máxima categoría. Ya superó a otros (el del Metro 68 y el Metro 71, con siete partidos sin ganar). Y le queda un partido para igualar el peor de todos, que fue el del Metropolitano 1973, cuando había llegado José María Silvero a la institución luego del alejamiento del Vasco Urriolabeitia, que había sido contratado por River y se llevó a la Chiva Di Meola. En ese torneo, arrancó empatando con Racing 1 a 1 (Lamelza y Brítez), luego igualó con Vélez sin goles en el Centenario, perdió 2 a 0 con Gimnasia (Peña y Amado), perdió 3 a 1 con Huracán (Zuccarelli para Colón, Babington, Larrosa y Houseman para Huracán), perdió con River 3 a 2 (Onega, Jota Jota López y Pinino Más para River, Spadaro y Olivares para Colón), empató con All Boys 1 a 1 (Gutiérrez para Colón y Pepe Romero para el Albo), perdió con Rosario Central 1 a 0 (Pascuttini), empató sin goles con Chacarita y perdió justamente ante Independiente por 2 a 0 con goles de Edgar Fernández en contra y el Mencho Balbuena (un producto surgido de las inferiores sabaleras, que llegó a ser campeón del mundo con Independiente y jugó en la selección en el Mundial de 1974). Recién allí, en la décima fecha, Colón consiguió sumar de a dos (esa era la cosecha por ganar), cuando derrotó por 2 a 0 a Ferro con goles de Trossero y Olivares. Ese día (29 de abril de 1973), Colón formó con Baley; Araoz, Zuccarelli, Trossero y Fernández; Alvarez, Trullet y Córdoba; Juan Carlos Gutiérrez, Zucchella y Olivares.
Goltz admitió el error cometido, Garcés le pidió disculpas a la gente por no poder ganar, también dijo que fue el mejor partido de la "era Pipo" y el entrenador no habló porque, fuera de sí en el momento en que Lamolina cobró el penal por la mano de Goltz, recibió la tarjeta roja por parte del árbitro. En realidad, Pipo entró a la cancha con una exclusiva misión: que Lamolina le muestre a él la roja. Sus ayudantes fueron los primeros en reaccionar (sobre todo el "Chapa" Zapata). Pipo entró después, cuando ya la sanción del penal estaba decretada, para decirle al árbitro: "Echame a mí", marcándole con su mano el gesto de la aplicación de la tarjeta.
Algo para el final que tampoco se puede dejar pasar por alto: Wanchope Abila debió haber sido expulsado. Ya había recibido la tarjeta amarilla en ese reclamo generalizado de los jugadores de Colón en el penal de Goltz. Luego recibió la falta de Barcia, pero enseguida y con la pelota en juego, la tomó con las manos. La intención del delantero sabalero fue cortar el juego para que se vaya a revisar la jugada, algo que claramente Lamolina hizo. Pero evitó la amarilla a Abila y por eso fue Wanchope el que ejecutó la pena máxima que detuvo Rey, dejando el rebote a merced del propio Wanchope que definió con un remate cruzado, en una situación similar a la que tuvo el Conejo Benítez contra Newell's, pero en este caso con un final feliz.
"El hincha tiene derecho a expresarse y nosotros somos los primeros que queremos ganar. Estamos con fuerzas y sabemos que tenemos que mejorar. Mientras vea respuestas de los jugadores, voy a seguir. Me siento fuerte, me siento bien y ya pienso en trabajar en el partido de Copa Argentina. Cuando me trajeron sabíamos que esto podía pasar", remarcó Leandro Stillitano 43 minutos después de la finalización del encuentro. Sin embargo, su situación cambió bien entrada la noche. El presidente, Fabián Doman, y el director deportivo de la institución, Pablo Cavallero, fueron a buscar al entrenador al hotel Scala, en el que concentra el plantel. Allí le plantearon que creían que el ciclo estaba terminado y lo convencieron de dar un paso al costado.
"Independiente y Leandro Stillitano han resuelto de común acuerdo interrumpir su mandato como entrenador del primer equipo. Desde la institución, queremos agradecer y destacar el profesionalismo de Leandro y su cuerpo técnico para afrontar este delicado momento del club. En los próximos días, anunciaremos quién estará a cargo de la conducción del plantel profesional", fue el comunicado oficial que publicó el Rojo a las 23.22. El DT duró apenas ocho partidos: ganó uno, empató cinco y perdió dos, con siete goles a favor y nueve en contra.
Son los que lleva Colón sin poder ganar. La última victoria fue el 8 de octubre del año pasado, cuando venció por 2 a 1 a Platense en Vicente López, con goles de González en contra y Wanchope Abila.
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