Jueves 13.7.2023
/Última actualización 19:27
Dele Alli se volvió tendencia mundial tras brindar una entrevista muy personal a Gary Neville, donde contó los escalofriantes momentos que vivió como niño y cómo una familia adoptiva lo salvó de esa vida. Alli llegó a ser una de las estrellas más prometedoras de la Premier League cuando jugó en el Tottenham, aunque en la última temporada jugó en el Besiktas de Turquía.
“Me da miedo hablar de ello, pero es el momento de hacerlo”, expresó el futbolista de 27 años en una de las entrevistas más duras que le tocó realizar al comediante.
Alli viene de jugar la última temporada en el Besiktas de Turquía.“Cuando volví de Turquía (estuvo a préstamo durante esta última temporada), y me enteré que necesitaba una operación, estaba muy mal mentalmente y decidí ir a un centro de rehabilitación de salud mental. Tratar adicciones y traumas. Sentí que era mi momento. No te pueden decir que vayas, tienes que saberlo y tomar la decisión tú mismo o no funcionará”, aseguró en el canal de Youtube The Overlap, con respecto al consumo excesivo de pastillas para dormir que ingería.
El mediocampista que se inició en Tottenham y luego saltó al Everton también contó que pensó dejar el fútbol a una muy temprana edad durante su paso por el equipo londinense: “Una mañana que tenía que ir a entrenar, estaba mirándome en el espejo y pensando en la retirada. A los 24 años a pesar de que hacía lo que amaba. Para mí esto era algo que me rompía el corazón. Era siempre una lucha conmigo mismo en todo. Estaba atrapado en un mal ciclo y en cosas que me estaban haciendo daño”.
"Un trauma es un trauma y tu cuerpo lo registra en la misma medida. Quiero ayudar a la gente para que vean que no están solos”, advirtió. “A los seis años abusó sexualmente de mí un amigo de mi madre, que estaba mucho en la casa. Mi mamá era alcohólica. Me enviaron a África para aprender disciplina y luego me enviaron de regreso”, comentó ante la atenta mirada de un Gary Neville sorprendido.
“A los siete años fumaba, a los ocho empecé a vender drogas. Una persona mayor me dijo que no detendrían a un niño en bicicleta, así que iba por ahí con mi balón de fútbol, y luego por detrás llevaba las drogas”, relató. Y continuó: “A los once me colgaron de un puente. A los doce me adoptó una familia increíble. No podría haber pedido mejores personas para hacer lo que hicieron por mí. Si Dios creó a las personas, fueron ellas”.
A partir de ese momento, una vez que llegaron sus padres adoptivos, su vida comenzó a mejorar. Con 16 años ya estaba metido de lleno en el mundo del fútbol. Sin embargo, no guarda rencor con su madre biológica: “Mi madre bebía mucho y no la culpo en absoluto por lo que pasó”.