Un miércoles muy largo fue el que tuvimos en Tokyo.
Un miércoles muy largo fue el que tuvimos en Tokyo.
Cerca del mediodía, tras una larga caminata, creímos haber llegado al "Tokyo Stadium", escenario que este jueves albergará la ceremonia inaugural del Mundial (con el partido entre Japón y Rusia) y el sábado el debut de Los Pumas ante Francia.
Quien lee atentamente estas líneas, notará que dije "creímos". Resulta que al estadio que llegamos es el Olímpico, que de hecho estaba con permanentes obras de remodelación.
Pero la confusión, nos trajo algo de suerte, porque muy cerca funciona unas oficinas de la RWC, y gracias a un contacto de "Lichi", nos imprimieron las acreditaciones.
Casi al lado de estas oficinas, nos topamos con el "Museo Olímpico de Japón". Lugar al que accedimos, fundamentalmente, chapeando con nuestras flamantes credenciales de periodistas para el mundial ovalado. Un espacio realmente muy atractivo, innovador y con muchas curiosidades tecnológicas, lleno de la historia misma del deporte.
Con esto último, explico lo del título: al menos por ahora, lo que vimos es más difusión de los Juegos Olímpicos de 2020, que del Mundial de Rugby que está a horas de comenzar.