Sábado 22.3.2025
/Última actualización 2:26
Parece ser un arquero invencible. Emiliano Martínez llegó a su partido número 50 defendiendo el arco de la selección y la nota es que en 36 de esos partidos logró mantener la valla en cero, con apenas cuatro derrotas y cuatro títulos (el título del mundo, las dos Copa América y aquella “Finalíssima” ante Italia, también en 2022).
Cuatro derrotas y cuatro títulos. Foto: REUTERSEn este país tan propenso a las comparaciones y donde no dejaremos en paz ni a Diego Maradona, que ya no está, ni tampoco a Messi, a quien se lo estigmatizó durante años en esa inconducente confrontación con Diego, la figura del Dibu se coloca en el mismo escalón de los otros dos grandes arqueros que tuvo la selección en sus tiempos de gloria: Ubaldo Matildo Fillol y Nery Alberto Pumpido.

Para muchos, Amadeo Carrizo fue incomparable y su recuerdo seguirá perdurando. Pero al gran Amadeo –y con todo respeto se lo expresa- le faltó ser campeón. Y los otros mencionados, que sí lo fueron, no pueden imitar estos números increíbles de este marplatense que era un ilustre desconocido para el fútbol argentino hasta hace cinco o seis años, cuando irrumpió de la mano de un Scaloni que lo trajo confiando ciegamente en sus condiciones. Y que, una vez que agarró la titularidad, no la soltó más y se convirtió en un pilar indiscutible de los éxitos de la selección.
La tranquilidad de Argentina bajo los 3 palos. Foto: REUTERSAnte Uruguay, el Dibu mostró esa imagen correcta, segura, tranquilizadora y sin fallas de siempre. Tuvo que jugar bastante con el pie, sobre todo en el primer tiempo y hasta arriesgando. El adelantamiento del equipo en el segundo tiempo lo eximió de seguir interviniendo de esa forma. Y supo descolgar con gran seguridad varios centros, intentando agilizar el juego con salidas rápidas. No fue una figura descollante, pero hizo todo bien.
Argentina tiene un arquero de gran jerarquía, con todo lo que eso significa. El Dibu ya se metió de lleno en el corazón de la gente y es, después de Messi, el que sabe ganarse las mejores ovaciones de la gente.