Domingo 30.10.2022
/Última actualización 17:28
“Para ser campeón hay que ganarle a los mejores”. “Los sueños están para cumplirse”. “La venganza es un plato que se sirve frío”. Con esas 3 frases se puede englobar lo que significó el Mundial de 1986 para la Selección Argentina. Una fase final donde venció a tres campeones del mundo y al equipo revelación. Un torneo que llevó a Diego Armando Maradona al lugar de “indiscutible”. Un partido histórico que “vengó” lo que había pasado 4 años atrás en las Islas Malvinas y 20 años atrás en el Mundial de Inglaterra 1966.
Clasificación agónica y preparación inédita
El 30 de junio de 1985 Argentina selló su clasificación al Mundial de México 1986 con un agónico gol de Ricardo Gareca ante Perú. La selección perdía 1 a 0 y se quedaba afuera pero el “Tigre” lo empató y metió al combinado nacional en el torneo. Luego de una preparación de 10 días en la altura jujeña bajo 30 grados, una gira de amistosos por Europa entre marzo y abril y un partido en Barranquilla, Argentina arribó a México para disputar el Mundial. Fue la primera selección en hacerlo y allí jugó 3 partidos preparatorios.
El comienzo de la copa
El conjunto dirigido por Carlos Salvador Bilardo recayó al grupo A con Italia, Corea del Sur y Bulgaria. El primer partido sería victoria ante los asiáticos por 3 a 1, luego igualó ante la Azzurra 1 a 1 y finalmente venció a los búlgaros por 2 a 0. Todo iba viento en popa. Líder del grupo y con un Maradona que, a pesar de marcar un solo gol en los 3 partidos, era la figura del Mundial.
El liderazgo en el grupo lo llevó a enfrentarse con uno de los mejores cuatro terceros del resto de las zonas que en aquella época clasificaban a octavos de final. El rival fue Uruguay y su garra charrúa. Una nueva edición del Clásico Rioplatense con toda su carga histórica. Se volvían a enfrentar en un mundial 56 años después. El único enfrentamiento había sido en Uruguay 1930, la primera final de la historia de los mundiales donde la Celeste ganó por 4 a 2. En México la historia fue distinta y pese a ser un partido muy disputado y luchado como suelen serlo, Argentina se quedó con la victoria por 1 a 0 con gol de Pedro Pasculli.
El icónico partido: la doble venganza
Tras vencer a Uruguay, la selección de Carlos Salvador Bilardo esperaba por Inglaterra o Paraguay que se medían dos días después. En Ciudad de México, los ingleses ganaron 3 a 0 y avanzaron a cuartos de final. Allí se empezó a gestar un partido morboso, tomándose como revancha de la Guerra de Malvinas que había culminado 4 años atrás y algunos rencorosos habrán recordado también la polémica eliminación en el Mundial de Inglaterra 1966 donde Rattín fue expulsado.
"La Mano de Dios", el primer gol de Maradona a Inglaterra en Cuartos de Final del Mundial de México 1986.“Estos nos mataron a nuestros pibes”, se leyó en los labios de Maradona previo al comienzo del encuentro. Esa motivación y las ganas de cumplir su sueño de ganar un mundial, le bastaron al “Diez” para marcar dos de los goles más recordados en la historia de los mundiales. Primero “La Mano de Dios”, un gol que simuló ser con la cabeza pero Diego utilizó su mano para definir y cuatro minutos después “El gol del Siglo”, dejando en el camino a cada inglés que se le cruzó, incluyendo al arquero y definiendo a arco vacío mientras los rivales se tiraban a sus pies para evitar una obra de arte. Gary Lineker descontó en el marcador a 10 minutos del final pero el encuentro terminó 2 a 1 a favor de Argentina. “La venganza es un plato que se sirve frío”.
El Mundial continuaba
Después de la felicidad y el significado que tuvo ese partido ante Inglaterra para todo el pueblo argentino el Mundial continuaba y 3 días más tarde, el equipo de Diego Armando Maradona y compañía tenía que enfrentar a la sorpresa del torneo: Bélgica. Dejando en el camino a la Unión Soviética y a España se había metido entre los 4 mejores del torneo junto a Francia, Alemania y Argentina.
Pese a ser, en los papeles, el más débil, dicen los que lo jugaron alguna vez que “en un mundial no hay partidos fáciles”. Pero Argentina tenía a Diego y Diego estaba en su mejor momento. Otro doblete de Maradona en 11 minutos, le daba el pasaje a la final a la selección albiceleste. A los 52’ el “Diez” definió de tres dedos ante la salida del arquero tras un pase de Burruchaga y a los 63’ se metió al área esquivando rivales y remató cruzado para estampar el resultado final.
En el camino había quedado el primer verdugo mundialista de la Selección Argentina (Uruguay), el país que le había quitado las Islas Malvinas y lo había eliminado de forma polémica en 1966 (Inglaterra) y la sorpresa del Mundial (Bélgica) pero, aún faltaba algo.
“Para ser campeón hay que ganarle a los mejores” y se venía Alemania. Nada más y nada menos que un bicampeón mundial y el subcampeón del último disputado en España en 1982. Los alemanes habían dejado atrás a Marruecos, México y Francia para alcanzar la final. Un camino mucho menos exigente que el argentino.
Llegó la hora de la verdad. Los equipos se enfrentaron el 29 de junio de 1986 en el Estadio Azteca. El partido no pudo tener un mejor comienzo para Argentina ya que a los 23 minutos se puso 1 a 0 arriba con gol de José Luis Brown y así se fue al descanso. En el segundo tiempo, Jorge Valdano amplió la cuenta y todo el país se ilusionaba con alzar la Copa del Mundo. Sin embargo, en una ráfaga de goles, Alemania empató el partido con tantos de Rummenigge a los 74 y Völler a los 81. La tensión del partido subió a niveles impensados luego de ser la selección de Bilardo amplia dominadora del juego. Pero como dice líneas arriba, Argentina tenía a Maradona.
Parte del plantel argentino en el Mundial de México 1986.Tres minutos después del empate, Diego recibió la pelota y por un hueco que sólo él vio, filtró un pase para que Burruchaga quede mano a mano con el arquero alemán y marque el 3 a 2 a final dándole al pueblo argentino su segunda Copa del Mundo.
Cuando sonó el pitazo final, se cumplió la tercera frase que describe a este Mundial. “Los sueños están para cumplirse” y en aquel preciso momento donde el árbitro decidió dar por finalizado el partido, Diego Armando Maradona logró el sueño que tenía de chico y había contado frente a una cámara cuando aún jugaba en Cebollitas. “Mi primer sueño es jugar un mundial y el segundo ganarlo”. El primero lo había cumplido en 1982, el segundo lo logró en este torneo donde fue figura, goleador y capitán de su selección.
Valdano, el goleador en la final que esquivó la muerte
Es “reciente” y conocida la salvación de Valdano luego de que se estrelle un helicóptero en el que viajaba en 2005. Pero uno de los héroes de 1986, esquivó la muerte años antes, cuando en una situación de rebeldía se negó a viajar a Zaragoza y arribó un día después de lo previsto.
Luego de su paso por Newell´s y su llegada a Europa de la mano del Alavés, Valdano tenía todo listo para pasar al Real Zaragoza en 1979, más específicamente, el 12 de julio de ese año. El día anterior debía viajar a la ciudad y hospedarse en el Hotel Corona de Aragón junto a su compañero José Ramón Badiola. El delantero argentino, en un acto de rebeldía y tras discusiones con la dirigencia decidió quedarse un día más en Alavés y viajar al día siguiente, es decir el 12/7.
Jorge Valdano festejando el 2 a 0 de Argentina ante Alemania en la final del mundo.En la mañana de aquel jueves arribó a Zaragoza y encontró una ciudad convulsionada. El Hotel Corona estaba envuelto en llamas. Fue hasta el lugar en busca de su compañero Badiola y pese a que muchos lo daban por muerto, el delantero estaba en un hospital con traumatismo craneoencefálico tras tirarse del segundo piso para salvarse del incendio. Pese a las acciones rescatistas tuvo que retirarse del fútbol.
Según su propio relato, años más tarde, Valdano se cruzó con una persona en México que le dijo que “sus padres habían dormido en una habitación del hotel Corona de Aragón reservada a nombre de Valdano y murieron en el incendio".
Por una rebeldía, Valdano esquivó su muerte y tiempo después alcanzó la gloria eterna siendo campeón del mundo y marcando un gol en la final.
Bonus track
Para una persona que no vivió la época futbolística de Maradona y es contemporáneo a Messi, es difícil de entender cómo uno está en un pedestal de intocable deportivamente hablando mientras que el otro siga siendo criticado luego de ser condecorado 7 años con el galardón de Mejor Jugador del Mundo. Como amante del fútbol y fan de Messi busqué siempre la respuesta a esa pregunta y la encontré horas o días después del fallecimiento de Maradona. El desfile de gente en Casa Rosada para despedirlo, los saludos de emblemas mundiales de cualquier ámbito, no solo deportivo y un funeral histórico fueron parte de una historia que cerró con el relato de una persona llorando que logró expresar frente a cámara: “Ni para comer teníamos y el chabón te hacía feliz”. Allí comprendí, porque fue elevado a esa categoría, aquel partido contra Inglaterra a 4 años de la Guerra de Malvinas lo glorificó pero, ganar la Copa del Mundo lo llevó al lugar de “indiscutible”. Capaz por eso, a Lionel Messi, aún se lo sigue discutiendo.
Estadio Azteca, Estadio Olímpico Universitario (Ciudad de México), Estadio Jalisco (Guadalajar), Estadio Tres de Marzo (Zapopan), Estadio La Corregidora (Querétaro), Estadio Nou Camp (León), Estadio Cuauhtémoc (Puebla), Estadio Sergio León Chávez (Irapuato), Estadio Universitario (San Nicolás), Estadio Tecnológico (Monterrey), Estadio Neza 86 (Nezahualcóyotl) y Estadio La Bombonera (Toluca)
Alemania Federal, Argelia, Argentina, Bélgica, Brasil, Bulgaria, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Escocia, España, Francia, Hungría, Inglaterra, Irak, Irlanda del Norte, Italia, Marruecos, México, Paraguay, Polonia, Portugal, Unión Soviética y Uruguay.
Almirón, Sergio; Batista, Sergio; Bochini, Ricardo; Borghi, Claudio; Brown, José Luis; Passarella, Daniel; Burruchaga, Jorge; Clausen, Néstor; Cucciuffo, José Luis; Maradona, Diego; Valdano, Jorge; Enrique, Héctor; Garré, Oscar; Giusti, Ricardo; Islas, Luis; Olarticoechea, Julio; Pasculli, Pedro; Pumpido, Nery; Ruggeri, Oscar; Tapia, Carlos; Trobbiani, Marcelo; Zelada, Héctor.