Diego Schwartzman, el líder de un equipo albiceleste que desde el viernes jugará ante la República Checa la serie qualifiers de Copa Davis by Rakuten, admitió que eligió no ir a jugar al cemento de Acapulco, México, y “priorizar la Davis, el descanso y evitar el cambio abrupto de superficie”.
El “Peque”, como apodan al tenista argentino, señaló al respecto que “la semana de Copa Davis es muy especial. Hay otras presiones, otros compromisos, por eso elegí llegar a esta serie de la mejor manera. Haber tomado la determinación de no jugar en Acapulco fue importante. Eso me lleva a no hacer un cambio abrupto de superficie, darle prioridad a este fin de semana que se viene con todo lo que significa jugar de local. Además, venía con una carga de partidos importantes para tres semanas”.
Y es cierto lo que dice el número 15 del ranking ATP ya que en la gira sudamericana hizo semifinal en el ATP 250 de Córdoba, final en el Argentina Open y otra final en el ATP 500 de Río de Janeiro.
La preparación de la serie
“Estoy bien de tenis. Creo que desde el lunes hemos realizado buenos entrenamientos. Estimo que va a ser una serie complicada, dura. Ellos tienen dos muy buenos singlistas, más allá que no tienen la experiencia de varios de nosotros, pero son jóvenes en ascenso” señaló Schwartzman a la página web de la Copa Davis.
“Esperemos que todos tengamos este fin de semana una buena serie, porque vamos a necesitar lo mejor de cada uno de nuestros jugadores para superar a Checa. Y también del público, hacer valer la localía”, señaló el tenista que debutó en la Davis en el año 2015.
“Conozco, de los singlistas checos. Más a (Tomas) Machac que a (Jiri) Lehecka. Especialmente porque a Machac lo enfrenté en los Juegos Olímpicos de Tokio. Fue un partido muy duro, en cemento. A Lehecka lo vi ahora entrenando. Son dos jugadores que le pegan muy fuerte a la pelota, tratan de ser agresivos desde todos los sectores de la cancha”, explicó quien es Top-30 de ATP desde septiembre del 2017. Schwartzman apuntó que “nosotros tenemos que apostar a jugar puntos largos, a pasar la pelota muchas veces, a jugar alto, a quitarle ritmo de juego a ellos. Hacer un partido bien de polvo de ladrillo”.