El Litoral / NA
El primero de los dos históricos cruces entre Boca y River terminó 2 a 2 en la Bombonera. El local estuvo dos veces en arriba en el marcador, pero el Millonario se recuperó cada vez que estuvo en desventaja y sacó un buen resultado a la espera de la revancha, el sábado 24, en el Monumental.
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Boca, con la histórica garra exigida por sus hinchas y mostrando el poder de gol de sus centrodelanteros, chocó hoy en la primera superfinal de la Copa Libertadores con un River ordenado desde lo táctico, que exhibió su juego con aplomo en la Bombonera, tal como había hecho cuando se impuso en esta misma cancha por la Superliga.
El inicio del partido mostró a River más tranquilo, con la aparición de Lucas Martínez Quarta como un tercer central, parado cerca de Cristian Pavón, mientras que Javier Pinola arrimaba a Ramón Ábila y Jonatan Maidana sobraba.
En tanto, en la mitad de la cancha, Boca parecía nervioso, no cubría bien los espacios y tanto Exequiel Palacios como Enzo Pérez aparecían libres, mientras que el colombiano Wilmar Barrios perseguía a Gonzalo Martínez y retaba a sus compañeros.
En ese lapso llegó lo más claro de River, pero el arquero Agustín Rossi, tantas veces cuestionado, cerró su valla y evitó tres goles claros, dándole vida a Boca, que inquietaba con las corridas de Pavón por la izquierda, un problema sin solución para Gonzalo Montiel.
El gol de "Wanchope" Ábila, a los 33 minutos del primer tiempo, tras una inesperada doble falla de Franco Armani, llegó cuando Boca no estaba bien, pero estuvo lejos de golpear a River.
El "millonario" sacó del medio y lo empató con una corrida de "Pity" Martínez y una buena definición del "Oso" Lucas Pratto, una pesadilla para Leonardo Jara.
Esta situación mostró la fuerza mental de los futbolistas del equipo de Núñez, que nunca parecían estar inquietos ni tampoco se desordenaron o quedaron mal parados.
El ingreso de Darío Benedetto en Boca por el lesionado Pavón en el primer tiempo hizo que Boca se tentara aún más con los pelotazos desde el fondo -ante la falta de juego asociado en la mitad de la cancha- y justamente un cabezazo del "Pipa" a la salida de un tiro libre, puso a Boca otra vez arriba en el cierre del primer tiempo.
Ya en el complemento, Boca logró jugar en campo rival, desde el empuje de Barrios y el uruguayo Nahitan Nández, obligando a River a replegarse y apostar por el contragolpe.
Sin embargo, cuando Boca parecía más firme, un "venenoso" tiro libre de Martínez fue desviado por Carlos Izquierdoz y River logró otra vez el empate.
Tras el segundo gol "millonario", Matías Biscay, el ladero de Marcelo Gallardo que hoy estuvo al frente en el banco de suplentes, rearmó el mediocampo, con el colombiano Juan Fernando Quintero por Martínez y Bruno Zuculini por Enzo Pérez, de buen primer tiempo, pero estático en el segundo.
En los últimos 20 minutos, la falta de piernas y el desgaste mental pareció incidir en los dos equipos y la sensación era que el empate no se iba a modificar.
Más allá de esto, Boca empujado por su público, pudo progresar en ataque en un par de ocasiones, con la frescura que le daban Carlos Tevez y Julio Buffarini, relevos del segundo tiempo.
"Carlitos" construyó una gran jugada en el final y dejó solo a Benedetto, pero no pudo con Armani, quien tapó el mano a mano y le permitió a River irse con un punto a casa.
En cuanto al árbitro chileno Roberto Tobar, "muñequeó" el partido, cobrando en las divididas lo que era menos comprometido, algo que lo llevó a errar en fallos menores.
De su lado tuvo que los futbolistas se cuidaron con los golpes fuertes y que prácticamente no hubo jugadas polémicas ni hubo que recurrir al VAR.