Hoy, 5 de mayo de 2024, será una fecha que quedará en el obituario histórico del fútbol argentino, ya que a los 85 años falleció César Luis Menotti, un técnico que marcó escuela con su manera de concebir este deporte, pero también por la seriedad organizativa y de trabajo con que encaró su labor en la Selección Argentina.
Menotti, que se desempeñaba como Director de Selecciones Nacionales de la AFA y fue uno de los principales impulsores de Lionel Scaloni como DT del equipo argentino, estaba internado desde hace unos días en el Sanatorio Agote, en la ciudad de Buenos Aires, tras sufrir una anemia severa.
Una imagen que resumen gran parte de la historia de la Selección Argentina: Maradona y Menotti juntos, en una charla durante una práctica.
En la historia del fútbol argentino todo pero en especial de la Selección Argentina hay un antes y después de Menotti, quien dejó una huella indeleble en este deporte en la década del 70. Esto no fue sólo por su manera de concebir el fútbol como la vida misma, quizás de una forma bohemia, en la que importa mucho más el cómo, el camino, que el resultado, sino porque en el caso de la Selección, logró que la dirigencia de AFA y de los clubes le dieran la importancia que se merecía.
Menotti, o el “Flaco” como se lo denominaba, consiguió que jugar en la Selección se convirtiera en la máxima aspiración de los futbolistas argentinos, organizó una forma de trabajo seria y profesional, le dio participación plena a los jugadores que se desempeñaban en los clubes del interior del país y logró concluir esas reformas con el primer título mundial para el país, en 1978, cuando en el estadio Monumental venció por 3 a 1 a la poderosa Holanda.
A partir de ahí Argentina se convirtió en potencia planetaria en fútbol, adquirió respeto y además jugar con la camiseta nacional fue el motivo de máxima aspiración y orgullo para todos los jugadores.
Menotti debutó como jugador en Rosario Central (nació en la ciudad del sur santafesino), en 1960, y pasó durante su carrera por Racing, Boca, New York General y Santos de Brasil, entre otros, hasta su retiro en el Clube Atletico Juventus de Brasil, en 1970.
Pero su verdadero aporte al fútbol lo hizo como director técnico, donde dejó en el recuerdo eterno el juego exquisito de Huracán, campeón del Metropolitano de 1973, lo que lo catapultó a la Selección Argentina, donde su trabajo fue un punto de inflexión, con un título mundial incluido. Por eso, su partida, se transforma en una ausencia imposible de reemplazar.