En un fútbol argentino poco previsible y de cambios sobre la marcha, Central y Newell's se preparan para afrontar la Copa de la Liga con lo que tienen, mientras buscan refuerzos.
En un mercado de pases complejo y extenso, los equipos rosarinos se preparan para enfrentar a Atlético Tucumán y Central Córdoba de Santiago del Estero, respectivamente.
En un fútbol argentino poco previsible y de cambios sobre la marcha, Central y Newell's se preparan para afrontar la Copa de la Liga con lo que tienen, mientras buscan refuerzos.
Justamente, una de las buenas noticias que recibieron los clubes argentinos es que la AFA amplió la fecha del cierre del libro de pases y habrá tiempo hasta el 31 de este mes para incorporar.
Esto, sin dudas, plantea otro escenario estratégico para Central y Newell's en la difícil misión de encontrar calidad para pelear el torneo.
El cierre del primer semestre llegó con malas noticias para ambos. Los de Miguel Russo fueron eliminados por Chaco For Ever de la Copa Argentina y los de Gabriel Heinze se despidieron en octavos de la Copa Sudamericana ante Corinthians de Brasil. Estas desilusiones hicieron, quizás, que los dirigentes de ambos clubes se movieran un poco más rápido de lo habitual.
Central "limpió" su plantel y horas después del fiasco ante los chaqueños varios futbolistas dejaron la institución, como Lucas Rodríguez, Luciano Ferreyra o Jhonatan Candia.
La primera diferencia entre "canallas" y "leprosos" es que en el rubro ventas, los de Arroyito rompieron el mercado y traspasaron a Alejo Véliz al Tottenham de Inglaterra en más de 20 millones de euros, mientras que también generaron una buena transacción con la llegada de Gino Infantino a Fiorentina por 3 millones de la misma moneda.
La secretaria de fútbol que encabeza Federico Lussenhoff tiene otra espalda para estudiar los posibles candidatos a la hora de mejorar el equipo. Alexis Werner y Maxi Lovera son dos nombres que vienen sonando fuerte en los pasillos de calle Mitre, pero en ambos casos, las negociaciones necesitan pulirse.
Mientras tanto, el equipo se presentó con los mismos nombres en el único amistoso de pretemporada en Arroyo Seco ante Sarmiento y cayó 1-0 con gol de Lisandro López.
A pesar de que el cuerpo técnico prefirió armar dos equipos con un mix de titulares y suplentes, no hubo sorpresas en ninguna de las líneas y si el partido hubiese sido oficial, el único cambio a definir por el DT sería quién será el reemplazante de Véliz.
El vaso medio lleno para los auriazules es que tiene una columna vertebral confiable con Jorge Broun en el arco, con Carlos Quintana y el uruguayo Facundo Mallo como dupla central de confianza y firmeza y con Ignacio Malcorra y el colombiano Jaminton Campaz como generadores de juego, goles y situaciones de pelota parada.
Russo fue claro a la hora de los pedidos: calidad por sobre cantidad. El DT aceptó a principios de año armarse de atrás para adelante con algunos jugadores que pidió específicamente y otros que le acercaron. Luego de la buena campaña en la Liga Profesional que hoy lo está metiendo en puestos de clasificación a copas internacionales para el año próximo, el cuerpo técnico quiere ir por más y sabe que para eso necesita otro tipo de jugadores.
En el Parque Independencia la cosa es distinta porque, a pesar de no contar con una billetera abultada como la de su histórico rival, ya tiene tres caras nuevas: el defensor colombiano Carlos Ordoñez, el lateral Augusto Schott y el extremo Ignacio Schor.
Claro que hay que hacer una salvedad con esto, el entrenador no pidió por ninguno de los tres. Heinze, como Russo, acepta la situación del club y da el visto bueno para que lleguen jugadores por los que se negocia según el presupuesto, pero lo concreto es que una cosa es el pedido expreso por algún puesto o nombre específico y otra muy distinta es respetar las decisiones institucionales.
El Gringo quedó contra las cuerdas por la eliminación en la Sudamericana, el último bastión que le quedaba al tan mentado "proyecto" y ahora deberá encarar la Copa de la Liga con otra mentalidad.
Los hinchas y quizás hasta los mismos dirigentes que públicamente bancan el ciclo del entrenador, tengan menos paciencia con los resultados de los que tuvieron en el primer semestre.
Al equipo siempre se lo vio flojo de ideas en todas las competiciones. Aunque parecía que en el plano internacional subía el nivel, terminó dejando una imagen pálida y anémica de fútbol en la llave contra Corinthians.
Es por eso que la necesidad de mejorar el funcionamiento es tan indispensable como la de traer jugadores que sean del agrado del DT y, sobre todo, en los puestos que pidió.
Heinze le había manifestado al presidente Ignacio Astrore y al mánager Pablo Guiñazú la prioridad para reforzar el mediocampo y la delantera.
Hasta acá la lectura no es para nada errada ya que Newell's no tiene recambio en la zona de volantes y no tiene gol en la faz ofensiva.
El tema pasa porque ahora el plantel que el Gringo dirige cuenta con hasta seis laterales derechos, cuatro laterales izquierdos y cuatro extremos, pero no tiene "9".
Con la contratación a préstamo de Schott, el cuerpo técnico tiene como opciones para la banda derecha a Armando Méndez, Jherson Mosquera y hasta Iván Gómez, quien supo cubrir esa posición en algunos partidos. A eso hay que sumarles a los pibes de la reserva Tomás Jacob y Lucio Urquía.
En la banda opuesta, están Ángelo Martino, Lionel Vangioni, Martín Luciano y Marco Campagnaro, sin contar a Bruno Pittón, quien se encuentra lesionado.
Con Shor como flamante refuerzo, ahora los rojinegros tienen a Ramiro Sordo, Brian Aguirre y Jeremías Pérez Tica para alternarse en los extremos.
El gran déficit del equipo es la falta de gol y sigue sin contar ni encontrar un delantero que pueda hacerse cargo de esa situación.
Esto, sumado a lo mencionado anteriormente con la superpoblación en algunos puestos, hacen que el plantel no esté bien armado.
La presentación en la Liga Profesional para Newell's no fue nada buena y con lo que tiene por el momento, la ecuación parece que no va a cambiar demasiado.
El fútbol se gana con goles y no con intenciones y, pese a que los del Parque tienen mayor posesión de balón o, incluso, más remates al arco que la mayoría de los contrarios, lo concreto es que siempre se mostraron como un equipo lento, previsible y sin rebeldía a la hora de atacar.
Los números en ese sentido son muy claros y detallan que solo Jorge Recalde estuvo medianamente en condiciones de cumplir con el trabajo de los delanteros ya que anotó siete entre liga y Sudamericana.
De todas maneras, el atacante paraguayo no tiene las características típicas de un nueve de área y muchas veces se desgasta al bajar varios metros para asociarse con sus compañeros o bien para generar espacios, aunque pocas veces sean aprovechados.
Tampoco tiene un socio o un asistidor que lo busque durante los partidos porque la función que viene cumpliendo Cristian Ferreira en ese rol es por lo menos mediocre, aunque en su haber tenga algún que otro juego destacado.
Sordo, Aguirre y Reasco, los otros delanteros, suman entre los tres, la misma cantidad de goles que Recalde contando todos los partidos, y lo que es más llamativo todavía es que tienen menos anotaciones que el defensor paraguayo Gustavo Velázquez y el volante Marcos Portillo.
Newell's necesita goles, es cierto que no importa quien los haga, pero generalmente los que tienen que estar ahí son los delanteros y hoy el plantel carece de esa solución.
Estará en Heinze, Astore y Guiñazú hacer los esfuerzos necesarios para que el equipo pueda encontrar eso que tanto busca y que lo tiene relegado desde hace mucho tiempo de la pelea por cosas importantes.
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