River Plate se prepara para la final de la Supercopa Argentina del próximo jueves ante Racing Club con algunas dudas en su formación, a raíz de lo accidentada que resultó la victoria del domingo pasado ante Platense por la Copa de la Liga Profesional de Fútbol.
El DT Marcelo Gallardo tiene en manos un pequeño rompecabezas por las lesiones del defensor Javier Pinola, referente de la última línea, y del delantero colombiano Rafael Borré, titular indiscutido en ataque, en busca del mejor funcionamiento posible.
Pinola sufrió la fractura del antebrazo derecho en su intento por despejar la pelota de cabeza. La caída, con el peso del cuerpo sobre el brazo, provocó una nueva lesión grave como cuando en mayo del 2016 sufrió la fractura de la tibia derecha en Rosario Central que derivó en una fisura posterior.
River pierde a un jugador fundamental durante al menos tres meses. La final con Racing y el Superclásico con Boca Juniors por el torneo doméstico son algunos de los choques clave en ese período.
Gallardo analiza quién será el reemplazante de Pinola en una última línea que recibió algunos críticas adversas por errores puntuales en el chileno Paulo Díaz y el paraguayo Robert Rojas, en partidos decisivos.
El juvenil David Martínez reemplazó a Pinola ante Platense. Surge como opción, con pocos entrenamientos, para conformar la defensa.
El experimentado Jonatan Maidana trabaja en la puesta a punto, pero aceleraría los plazos en caso que Gallardo lo convoque.
River plantea una línea de tres defensores en el fondo con laterales que se proyectan mucho. Fabrizio Angileri es uno, por la izquierda, y Alex Vigo lo fue ante Platense, por la derecha.
Gonzalo Montiel padece mononucleosis y estará varias semanas inactivo. El debut de Vigo no fue el mejor, pero en esa posición también tiene a Milton Casco, un futbolista que conoce cada exigencia y/o detalle de Gallardo.
En el mediocampo no hay bajas significativas, pero resta suplir la ausencia de Ignacio Fernández, el cerebro del fútbol de River en el último lustro.
Agustín Palavecino, el primero de los seis refuerzos, ya sumó minutos ante Central y Platense. Resultaría un buen complemento para el uruguayo Nicolás De La Cruz, de quien River también depende bastante.
La delantera tiene al cordobés Matías Suárez en su mejor momento. Hábil, rápido, expeditivo y últimamente goleador. Fundamental para Gallardo.
El problema reside en Borré. El colombiano jugó solo nueve minutos ante Platense por una dolencia en la cresta ilíaca derecha. Su actualidad futbolística no derrocha excelencia, pero siempre es un punto de referencia para este equipo. Sabe perfectamente lo pretende Gallardo y lo ejecuta con exactitud: presión alta y recuperar la pelota lo más arriba posible.
Borré se retiró hoy del entrenamiento matutino con mucho optimismo. El cuerpo técnico lo exigió físicamente y respondió. De todas maneras, continúa como duda de cara al jueves.
El juvenil Julián Álvarez resultó el sustituto del ex Deportivo Cali en Vicente López, pero no rindió. De hecho, el entrenador lo reemplazó en la segunda etapa.
Agustín Fontana, el sexto de los seis refuerzos, aparece como otra alternativa aunque acumula pocos entrenamientos y minutos en la primera de River. Los pibes Federico Girotti, Lucas Beltrán y Benjamín Rollheiser también piden pista.
En Núñez tienen confianza aunque las producciones ante Estudiantes de La Plata, Central y Platense encendieron algunas alarmas en su funcionamiento.
Gallardo tuvo una buena noticia en el entrenamiento realizado en el River Camp de Ezeiza. Los hisopados de todos dieron negativo. En consecuencia, armará la lista de 19 de concentrados para la Supercopa Argentina sin obstáculos.
El Millonario tendrá el jueves otra chance de sumar un nuevo título a su rico historial ante un rival que en el mano a mano ha sacado ventaja. El River de Gallardo no se consagra campeón desde la Recopa Sudamericana 2019 ante Atlético Paranaense de Brasil.