Independientemente de los resultados deportivos, para los “amantes” del rugby, Los Pumas de los ‘80, siempre serán recordados por las épicas “batallas” ante Francia, Australia o el histórico empate ante los All Blacks en 1985.
"No ando con vueltas cuando hablo", fue una de las primeras frases que largó en el programa “La Guinda”,quien es considerado uno de los símbolos del seleccionado argentino de la década del ‘80. Trabajó 20 años en el desarrollo del deporte de la ovalada a lo largo y ancho de todo el país.
Independientemente de los resultados deportivos, para los “amantes” del rugby, Los Pumas de los ‘80, siempre serán recordados por las épicas “batallas” ante Francia, Australia o el histórico empate ante los All Blacks en 1985.
Dentro de ese grupo de enormes jugadores, se destaca, sin duda a Hugo Porta, el apertura y capitán por aquel entonces. También se los puede nombrar a Enrique “Topo” Rodríguez, Diego Cash, Serfín Dengra o el “Chapa” Eliseo Branca entre otros.
En aquel entonces, jugar en Los Pumas no era algo habitual para “los del interior”. Por eso, la presencia de Gustavo “Tati” Milano, de origen en el Jockey rosarino, se realza mucho más.
Mucho más acá en el tiempo, Milano se dedicó a trabajar en el desarrollo del rugby por todo el país. Algo que, al día de hoy, lo ve como un retroceso, responsabilizando a diferentes dirigencias que se sucedieron con los años y no aprovecharon los momentos deportivos y recursos (léase dinero) que se generaron.
Radicado desde hace 16 años en Esperanza, aplaude el trabajo que realizan (sin apoyo alguno) en Alma Juniors.
“Tati”, que podía jugar de segunda o tercera línea, dialogó días atrás en el programa de radio La Guinda, por FM Láser 92.5.
- ¿Cómo puede afectar esta situación de pandemia a los clubes en desarrollo (y los que no también) que hay en todo el país?
- A nivel rugby argentino, esto tendría que marcar un antes y un después que no lo va a hacer, porque estamos con una conducción, nacional o regional, que no va a acusar recibo y no aprovechará la crisis para una oportunidad.
Por un lado se nos cayó el “castillo de naipes”, una gran bola de humo que estaba formada por los presuntos accesos que habíamos tenido a instancias y niveles superiores, para solo algunos pocos jugadores y dirigentes de la celeste y blanca. Todo lo que fue Súper Rugby, Championships y presuntos accesos a la "NBA del rugby", nos distrajo y quitó aún más recursos para la verdadera razón de ser del rugby argentino que es su actividad interna. A los que nunca recibieron nada (el rugby en desarrollo), ahora están más lejos de hacerlo.
Se redujo de manera exponencial lo que era la inversión o dedicación hacia el rugby de clubes. Regionales reducidos, Campeonato Argentino de seleccionados desaparecido, el sistema de capacitación y desarrollo es un desastre, no existe más. Estaba vinculado a links y sesiones virtuales antes del coronavirus. En definitiva, estamos muy mal conducidos y representados regionalmente. La dirigencia UAR, el Consejo Directivo y cada consejero realmente dan pena.
Estamos con número mentirosos también de cantidad de jugadores, de clubes, cantidad de eventos, capacitaciones, partidos, todo es como un “falso Indec”. Nunca llegó el derrame que nos vendieron.
- ¿Por qué se da esta situación?
- Por la gran cantidad de figurones y escaladores políticos o sociales, que era lo más negativo que teníamos. En muchos casos lo más inservible del rugby argentino terminaba representándose en un consejo directivo de una unión o de la UAR. Pero pasamos a negocios extraños y dudosos, que superan en negativo 20 veces el problema de los figurones y de las apetencias de poder de alguna persona o de algún club. De testaferros de clubes o uniones que eran los que conformaban los consejos directivos de la tal o cual unión o de la UAR, pasamos a cosas confusas de las cuales tengo sospechas pero no pruebas. Lo más fácil del mundo es tapar la verdad con mentiras, y lo más difícil es tapar la mentira con verdad.
- ¿Se perdió mucho tiempo?
- Tengo una gran pena porque pasó una oportunidad muy grande. Se podría haber volcado al mercado interno, que es el rugby argentino, el de todos los clubes. Deberíamos andar por los 1000 clubes al menos y no estamos ni en el 50% de eso. También en las 40 uniones, en los 200 mil jugadores.
Por ejemplo, lo del rugby femenino es aplaudible lo que hicieron solas, sin apoyo. Como muchos clubes en desarrollo. Aportando su fichaje y su inscripción de clubes y su presencia en cuanto pudieran apostar y estar presentes, sin ningún apoyo, salvo excepciones como fue hace mucho tiempo atrás acá en Santa Fe, en Santiago del Estero, en uniones de la Patagonia. Eran épocas de oro, cuando estaba Emilio Perasso en la conducción de la UAR, un verdadero estadista, desarrollador que apoyaba mucho. Pero todo eso quedó muy atrás. Quedaron grandes precursores del Desarrollo del Rugby como el recordado Pelado Oviedo en Córdoba, Jorge Tellería y Macoco Del Sastre en la provincia de Santa Fe, Eduardo Tenca. Personas que apoyaron mucho a los clubes no tradicionales y al rugby fuera de la gran ciudad. Eso hoy está todo sepultado.
- ¿Qué crees que nos estamos perdiendo al no tener una competencia como el Campeonato Argentino?
- 40 Kremers nos estamos perdiendo, no uno que es un héroe individual que llega solo como la carrera de los espermatozoides por mérito propio. Acá no alentamos a la infinidad de Kremers que hay en el país. Grandísimos jugadores que con un mínimo de plan nacional de juego, desarrollo y crecimiento del rugby federal verdadero, que no existe, no tengo dudas que tendríamos como mínimo otros 40 émulos de ese enorme jugador. Recorrí el país viendo infinidad de 'monstruitos', grandes, chicos, backs, forwards, entrenadores, preparadores físicos, dirigentes, réferis. La cantidad de recursos humanos valiosos de verdadero nivel que quedan ocultos al interno de cada unión provincial y, por lo tanto, de todo el rugby nacional, es incontable.
-¿Es algo reversible?
- Necesitamos estadistas, y no los hay. Necesitamos gente que conduzca una unión provincial y la UAR, no pensando en el beneficio de su propio club o de su propia unión o de su propio bolsillo, sino que piense generosa e inteligentemente en el crecimiento exponencial de todo el rugby argentino. Donde nadie deje de jugar 25 partidos al año, algo que no existe hoy. El grueso de los chicos juveniles y mayores del rugby en Desarrollo, no pasa los 15 partidos por año, y así no crece nadie. Todo esto con capacitación y apoyo para viajar. El gran obstáculo que afronta el rugby fuera de las grandes ciudades, son los kilómetros, la ruta, la combi el ómnibus, fortunas en traslados. Y no llegó jamás un centavo para ellos.
Tenemos una gerencia y un plan de no desarrollo. Todos esos nombres rimbombantes, yo los transformo en lo que realmente son. Seguimos vigentes en el mundo como siempre lo fuimos. Somos entre el 7° y el 9° país del mundo de rugby, como lo fuimos en los '60, '70, '80 y '90, pero sin un mango.
La UAR manejó fortunas en millones de dólares, y hoy se cuantifica el balance y estamos octavos en el mundo como siempre lo fuimos, cuando no había un 'sope' partido al medio, y todo se hacía a pulmón. No hay ningún escalamiento ni ascendimos. Seguimos donde siempre estuvimos, pero con una diferencia muy grande: nos pasó el tren de la oportunidad. En los años 2000 en adelante, entre ingresos extraordinarios, apariciones y competencias profesionales, deberían haber producido un derrame que ¿dónde está?.
- Los resultados deportivos ¿tapan las realidades?
- Siempre tuvimos resultados. En los '70, 80 y 90, ya había buenos resultados con nada. Amateurismo puro, siempre hemos ganado y perdido. Pero lo que hay que hacer es medir cuántos clubes hay en el país, cuántos jugadores, midamos el coeficiente de partidos jugados versus semanas en el año, por todos los jugadores fichados en el país. Midamos el coeficiente real de capacitación, que no existe y está dibujado desde algunos de los múltiples escritorios de la UAR. Midamos no lo que ganan o pierdan 15 tipos con la celeste y blanca, sino el movimiento en general del rugby que viene para atrás desde hace muchos años.
- Teniendo en cuenta el tiempo que tenés viviendo en la zona, ¿cómo viste en estos años el nivel del TRL?
- Va de la mano con lo que dije anteriormente. Lo veo caído. Con dos o tres clubes muy importantes. A esta altura deberíamos estar jugando el TRL Juvenil también, como mínimo, con la M17 y la M19. Un TRL que debería haberse ampliado y en cambio de sus 24 clubes originales, hoy eso se redujo a 18. Eso habla mal, después de 20 años, de lo que sucedió en la región. Mi pasíon y mi corazón está con los clubes en desarrollo de todo el país, desde Jujuy a Tierra del Fuego, que la reman realmente con todas las dificultades.