Gustavo Nepote: "Sentí que terminó la fiesta y quedé solo en el medio del salón"
Logró tres títulos entrenando a los arqueros del Al Duhail de Qatar con Crespo de entrenador y cuenta sus vivencias de lo que fue quedarse allí cuando todos se fueron del Mundial y sólo quedó el recuerdo.
Gustavo Nepote: "Sentí que terminó la fiesta y quedé solo en el medio del salón"
A veces se pellizca para darse cuenta con quién está y adónde está. Si bien Gustavo Nepote tuvo la fortuna de trabajar en muchos cuerpos técnicos y guardar muy gratos recuerdos de ese ascenso con Unión en el 2011, de haberse salvado del descenso con Mario Sciacqua en Patronato o lo mismo con Jorge Burruchaga en Atlético de Rafaela ("aunque en el Apertura del 2013, medio año antes de esa final con Colón en Rosario, peleamos el campeonato con San Lorenzo", recuerda), los grandes logros llegaron con Hernán Crespo. Y fue algo mutuo, porque en los cinco títulos de aquél fantástico goleador de River, Parma, Inter, Chelsea, Milan y la selección argentina, estuvo Gustavo Nepote entrenando a sus arqueros. Primero, la vuelta olímpica en la Sudamericana con Defensa y Justicia, luego el Paulista con el San Pablo y ahora los tres títulos logrados con el Al Duhail en Qatar, donde quieren que vuelvan.
"Lo primero que tengo para decir es ¡cuánta razón tenía mi vieja!, cuando era niño, allá en Vera y Pintado, ella me decía que tenía que aprender inglés y yo no le hacía caso... Mi inglés es un inglés indio, pero me acordaba de mi mamá cuando me quería comunicar con la gente... Tengo una linda anécdota con Hernán Crespo, cuando subimos al avión para ir a Qatar... ¡Imagináte yo, de ir en el micro El Norte desde Santa Fe a Vera y Pintado a subirme a un avión y en primera clase para ir a Doha!... Bueno, saco la computadora y me pongo ver una clase de inglés. Y Hernán me dice: '¿Viste?, fuimos a Brasil y aprendiste portugués... Ahora nos estamos yendo a Qatar y aprendés inglés... ¿Viste cuánto sirve el fútbol?', me dijo y con razón", abre la charla Gustavo.
-Y si decías que era argentino, todo se simplificaba...
-¡Por Messi, claro!... Messi y qué mirás bobo, eran palabras clave (risas)... Los arqueros se reían y me gastaban, porque yo manejaba dos palabras nomás para darles órdenes y un día me dijeron: 'Profe, aprendamos otras palabras porque son siempre las mismas'... Me hicieron reir.
-¿Cómo fue "Qatar después de Qatar"?, ¿qué quedó en la ciudad cuando terminó el Mundial?
(Piensa). -... Fue como cuando estás en una fiesta, todos reunidos, disfrutando toda la noche, con mucha alegría, bailando, tomando y, de pronto, se termina la fiesta y quedás solo en el salón... Se apagó la música, se fue la gente, se llevaron hasta las mesas... Ibas a la Corniche y ya no estaban más las banderas, habían sacado el Fan Fest, no veías más las banderas en los departamentos... Es como te lo describo... ¿Dónde está toda la gente?, era lo que nos preguntábamos.
-Y al fútbol de Qatar propiamente dicho, ¿qué le dejó el Mundial?
-Para la gente, es la pasión, es haber visto algo que los impresionó mucho y que a ellos les cuesta... Ellos no van a los estadios, se quedan tirados en sus sillones, con sus túnicas blancas y ven los partidos... Ahora siguen sin ir a los estadios y eso es triste, porque salís a la cancha y te encontrás con estadios semi vacíos... Y en lo futbolístico se dieron cuenta de que se puede crecer. Pero hubo algo que los marcó.
-¿Qué fue?
-Cuando Arabia Saudita nos ganó a nosotros el primer partido... Hay poca distancia entre ambos paises y se fijan mucho en lo que hace el de enfrente... Y cuando Arabia nos ganó, se dieron cuenta que se podía.
-Son apenas 500 kilómetros o algo más...
-¡Claro!... Ellos, los árabes, están bastante más arriba que Qatar, quizás dos o tres escalones por arriba... Entre un equipo de Arabia y otro de Qatar hay diferencias... Nosotros perdimos 7 a 0 con el equipo de Ramón Díaz, pero antes le habíamos ganado al de Ever Banega. Quizás no sea esa, siete goles, la diferencia, pero cuatro goles hay...
-Problemas de infraestructura para crecer no tienen...
-La infraestructura es buena, lo que falta es la materia prima, o sea los jugadores, y es sobre lo que hay que trabajar. Se van a poder incorporar siete extranjeros ahora y en ese sentido se va a igualar con Arabia. Eso va a producir contagio en cuanto a disciplina, concentración y no tomarlo como un hobby, sino como una profesión.
Gustavo Nepote, campeón en Qatar como entrenador de arqueros.
-La apertura del mercado para países emergentes en lo futbolístico es buena...
-Cuando llegué, hicimos una evaluación y pedí un arquero porque el nuestro estaba en la selección. Y Hernán me dijo que no. Le pregunté por qué, y me dijo que se pueden incorporar cuatro extranjeros, pero está prohibido que sean arqueros... Cuando llegamos, la mayoría de los jugadores de nuestro equipo estaban seleccionados. Eramos cinco del cuerpo técnico y siete jugadores... ¡Imagináte lo que eran las prácticas...!
-¿Te ganaste el mismo lugar que en los otros clubes, en cuánto a que te convertís en alguien muy querido dentro del plantel?
-Mirá, en un cuerpo técnico vos tenés al jefe de grupo que es el entrenador, los dos ayudantes y el profe. Todos ellos tienen funciones, responsabilidades y deben darse un lugar para luego dar órdenes. En el caso mío, es diferente. Por eso, yo tengo más posibilidades de observar, de darme cuenta de algunas cosas, de fijarme en quién está mal o quién necesita por allí una charla o lo que fuere. Y eso hace que me acerque al jugador desde un lugar diferente, porque mi actividad con la pelota y en el campo se reduce a los arqueros... Lo hice en todos los grupos que integré y no me fue nada mal. Y creo que a eso también lo valora el entrenador.
-¿Y ahora?
-A estar un mes en mi querida Santa Fe, a disfrutar de esta ciudad y de los afectos y a esperar las novedades que pueda traer Crespo, que está en Europa... Tenemos la posibilidad de volver a Qatar y hay muchas chances de que sigamos, al menos un año más. Pero no me quiero apresurar.