Lunes 21.3.2022
/Última actualización 12:10
"¿Dónde está Reutemann", fue la pregunta que se hizo el mundillo de la Fórmula 1, el 21 de marzo de 1982 en el Gran Premio de Brasil, tras su abandono en el giro 21, algo que ni siquiera pudo responder el propio Frank Williams, dueño del equipo, quien se encogió de hombros en señal de desconcierto.
El periodista Miguel Ángel Sebastián, encargado de tomarle testimonio al piloto para su columna del diario Clarín después de cada Gran Premio, le contó a Télam que ese día bajó al box de Williams y "nadie supo decir dónde estaba". "Le pregunté a Frank Williams, dueño y director del equipo, si sabía y con sorpresa en el rostro me dijo que no. Fue un momento de mucha confusión", recuerda.
El clima estaba enrarecido y el desenlace que muchos presentían en el inicio de esa temporada fue confirmado por el santafesino, quien rápidamente volvió a su hotel de Río de Janeiro y guardó para siempre el casco y el buzo antiflama.
"Le dije a Frank que me retiraba, que ya no me sentía en condiciones de responderle como se merecía", contó "Lole" sobre la conversación que tuvo con el británico horas más tarde. "No sentía el mismo entusiasmo, había perdido la motivación y notaba indiferencia ante todo: la técnica de los autos, el ambiente..." , abundó.
Una semana después de ese Gran Premio de Brasil, del que se cumplen hoy 40 años, el desaparecido representante de Reutemann, Domingo Cutuli, anunció en Buenos Aires el retiro definitivo del santafesino de la Fórmula 1.
La temporada '82 comenzó con el Gran Premio de Sudáfrica, en el que Reutemann fue segundo detrás del francés Alain Prost (Renault), lo que parecía fortalecer el espíritu del argentino luego de que se le escapara el título en 1981.
La segunda fecha fue el Gran Premio de Brasil en el autódromo de Jacarepaguá, Río de Janeiro, al que llegó con su unidad FW07 C en óptimas condiciones. Reutemann sabía que no podía dejar pasar esa chance, conocía el trazado carioca como la palma de su mano.
En clasificación fue segundo y para la carrera tuvo una vieja aliada: la lluvia. Lole aprovechó la mala largada del poleman Nelson Piquet y dominó con autoridad desde el inicio sobre una superficie complicada. Promediaba la vuelta 21 cuando Reutemann se tocó con el francés René Arnoux y ambos se fueron de pista. Esa maniobra sería la última del argentino en la categoría reina.
Luego de la gran frustración del 17 de octubre en Las Vegas, cuando perdió el título por un punto ante el brasilero Nelson Piquet (50-49), le había comunicado a Williams su retiro, agobiado y decepcionado por la falta de reacción del equipo.
Ante la partida del australiano Alan Jones, con el que Reutemann tuvo encarnizadas luchas, Frank Williams le insistió a Lole para que continuara, le ofreció una sustancial mejora en su contrato y recibió el okey bajo la condición de probar un par de carreras para reconsiderar su alejamiento, que finalmente se consumó ese 21 de marzo.
Poco más de un mes después, el 8 de mayo, el canadiense Gilles Villeneuve, amigo y ex coequiper de Reutemann en Ferrari, perdió la vida en el Gran Premio de Bélgica y se le abrió una posibilidad de regresar a la F1.
"Estaba en el campo y uno de mis colaboradores me dice que se mató Gilles, mi entrañable compañero y amigo. A las 48 horas me llamó Marco Piccinini, director deportivo de Ferrari, para ofrecerme su lugar. Era una extraordinaria tentación deportiva para cualquier reciente piloto como lo era yo en aquel momento", recordó Reutemann.
"Sinceramente no me acuerdo si le corte o lo mande a pasear. Tenía en mi mente el rostro de mi querido amigo, la frustración de Las Vegas, la locura de Sudáfrica y Brasil, los autos que eran en esa época una trampa mortal", desechó.
Cuentan las personas más cercanas, que varios años después de su retiro, Lole reconoció que podría haber continuado un par de temporadas más en la Fórmula 1, pero por entonces se mantuvo firme en su decisión de decir adiós a punto de cumplir los 40 años.
Carlos Alberto Reutemann, fallecido el 7 de julio del año pasado, dejó una huella muy grande entre las figuras del automovilismo argentino y en la Fórmula 1, como lo hicieron el balcarceño Juan Manuel Fangio, con sus cinco títulos, y el arrecifeño José Froilán González, subcampeón y primer piloto que hizo ganar a una Ferrari en 1951.
Entre los 26 pilotos argentinos que formaron parte de la historia de la Fórmula 1, el santafesino fue por amplia ventaja el de mayor presencia con participación en 146 Grandes Premios entre su debut de 1972 y su retiro de 1982.
A lo largo de sus once temporadas en la F1, obtuvo 12 victorias, 6 pole positions y 45 podios con cuatro constructores diferentes: Brahman (1972-76), Ferrari (1976-78), Lotus (1979) y Williams (1980-82).