Jueves 14.5.2020
/Última actualización 19:19
Como todos los deportistas, el rosarino Jerónimo de la Fuente, intenta entrenar en esta época de cuarentena, de la mejor manera posible, pero extrañando mucho el estar en una cancha. Esta etapa permite tener algunos momentos más de esparcimiento, uno de ellos es para atender a los medios. En esta oportunidad, hace unos días dialogó en vivo a través del Instagram oficial de Multimedios El Litoral, y habló de todos los temas.
—¿Hablan con Mario Ledesma (Head Coach de Los Pumas) y su staff?
—Sí, personalmente tuve varias charlas con ellos, lo mismo que otros jugadores. También charlamos con Pablo Matera que está en Francia y algunos de los otros chicos que juegan afuera. Obviamente aprovechando el tiempo de sobra que tenemos por la cuarentena. Dialogando acerca de lo que queremos en un futuro para el seleccionado nacional. Estamos en contacto, pero no mucho más que algunas conversaciones informales entre nosotros.
—¿Se curó la herida de lo que pasó en el Mundial de Japón?
—Para nada. Es algo que no sólo nos duele a nosotros los jugadores, sino a todos los que les gusta el rugby, los que quieren ver a la Argentina bien. Esa espina se va a ir en el próximo Mundial. Mentiría si dijese que puede sanar en el próximo partido que ganemos con Los Pumas. Porque un Mundial es lo máximo y es lo que mejor queremos, por eso estoy convencido que esa espina se saca en el mundial que viene. Todo lo que hay en el medio servirá para ir construyendo lo que pretendemos para 2023. Por so es que todas estas charlas que venimos teniendo son para guiar este camino.
—¿Y qué pasó en Japón?
—Creo que hubo una mezcla de muchas cosas, algunas de ellas que ya las dijo Mario (Ledesma). Primero nos presionamos mucho nosotros mismos. Si te ponés a leer las notas que salían antes del mundial, siempre por parte de los jugadores y del staff era que nos jugábamos la final en el primer partido. Entonces creo eso nos hizo entrar atados a jugar con Francia. Y el error no está en ese partido, sino antes, en la preparación, así que pese a todo intentamos sacar algo bueno de lo que pasó. Juan Leguizamón, un referente para nosotros con varios mundiales y torneos encima, nos dijo al finalizar que ya estaba. Lo que pasó, ya pasó. Todo es experiencia para lo que viene. Que nosotros somos los que debíamos transmitir que estos errores no se vuelvan a cometer y que teníamos que aprender para que no vuelva a pasar.
Pero es cierto que nos pusimos demasiada presión nosotros. También nos dejamos llevar por lo que pensaba la gente, por lo que decían los noticieros, páginas de internet de rugby que hablaban mucho de nosotros por la final que habíamos llegado con Jaguares. Eso influyó, y la realidad es que la cabeza de las personas a veces te lleva a un mal pasar porque podes creer que estás para mucho y de repente jugas un mal partido y se te viene todo abajo. Debemos enfocarnos en el ahora que es lo que todavía no pasó lo hablamos entre todos y estamos de acuerdo en corregir estas cuestiones.
Fueron muchos partidos. Jugando en Jaguares éramos concientes que el año del mundial, una lesión podía dejarte afuera. Entonces la presión fue durante todo el Súper Rugby, en el Championship, donde si bien hubo algo de rotación, algunos jugadores cambiaron muy poco y llegaron mentalmente cansados al Mundial. Hubo demasiadas cosas donde podríamos haber puesto el dedo para corregir un poco.
—¿Te imaginabas a Sudáfrica campeón?
—En principio no. Me la jugaba por Nueva Zelanda o Inglaterra, pero con el correr de los partidos, Sudáfrica empezó a demostrar lo que tenía. Incluso antes del mundial. Gana el RCH muy bien, haciendo grandes partidos, y creo que ahí comenzó a demostrar el carácter que estaba forjando, y explotaron en Japón. Si te pones a ver los partidos, no hicieron nada fuera de lo común. Dieron una muestra de cómo jugar un rugby simple, físico, así le ganaron a Inglaterra y son los justos campeones.
El histórico 2019 de Jaguares
—La final ante Crusaders, ¿fue por ahora el mejor momento de tu carrera?
—Sí, también podría sumar al Mundial 2015 cuando jugamos una semifinal con Los Pumas. A nivel Jaguares, ni hablar, pero no solamente la final sino el año que tuvimos. Personalmente por haber sido capitán por primera vez en mi carrera fue un año increíble, y en lo grupal por haber llegado a la final. Creo que jugar ese último partido fue lo que nos propusimos a principio de año: que esa temporada nos marcara nuestra carrera. Que sea algo que podamos recordar para siempre, y creo que lo logramos. Que nos vean como un buen equipo, con un gran grupo humano y que juega bien al rugby.
—¿Da un poco de bronca, más allá que sea por cuestiones que exceden a todos, no haber podido continuar esa senda en esta temporada?
—Nos dolió mucho que se corte el torneo porque estábamos en un momento especial donde habíamos perdido contra Sharks, un partido feo donde nos fue mal y volvíamos a jugar en Vélez, contra Highlanders, con quienes también queríamos una revancha. Un momento duro por varias cosas: fuimos los únicos equipos en no jugar esa fecha, que después es anecdótico porque se suspendió el torneo, pero nosotros queríamos jugar para sacarnos el mal sabor que teníamos del último partido. Y estoy convencido que íbamos por el mismo camino que en 2019. Teníamos objetivos muy claros, sabíamos cómo hacer las cosas, estábamos en ese camino y si hubiésemos seguido el torneo Jaguares iba por el mismo rumbo que el año pasado o quizás mejor, porque había muchos chicos que estaban empezando y eso lo hace más importante. Estar con jugadores jóvenes y nuevos hace ver que todo el proceso de Pumitas, Argentina XV y todo lo que viene abajo de Jaguares está dando sus frutos.
Con contrato hasta este año, también esta cuarentena es muy especial para De la Fuente. “Es algo duro por esto también, porque todavía no decidí mi futuro. Si fue mi último año con Jaguares no me gustaría que sea así sin poder jugar. Así que todavía no decidí qué hacer, no lo tengo pensado, así que disfruto de seguir entrenando con los chicos. Tengo algunas propuestas, te mentiría si dijera que no. Jaguares es una vidriera para todo el mundo porque jugamos un torneo muy conocido, los demás clubes lo ven. Pero lo importante es saber qué es lo que quiero, estar bien conmigo mismo y tener en claro que acá el rugby me está dando todo lo que quiero y lo disfruto. Pero mi sueño de chico también era jugar en Europa, pero son cosas que estoy poniendo en la balanza mientras veo lo que pasa. Siempre quise dedicarme al deporte. Tuve esta posibilidad de hacerlo en Argentina en Jaguares, cerca de mi familia y amigos. Algo que jamás había pensado, se dio todo muy rápido. Me siento muy identificado con Jaguares fui parte de su arranque. Lo siento como mi club. Entonces ahí es donde también se hace difícil decir que no. Pero también es cierto que me encantaría ir a Europa, otro país, tener esa experiencia”.
—¿Cómo llevás la cuarentena?
—Tratando de pasarla de la mejor manera. Obvio que se hace difícil para mi como deportista, al estar acostumbrado a salir, entrenar, correr. En realidad a pasar poco tiempo en casa por los entrenamientos y los viajes. Al principio era toda una novedad, porque pensábamos que iban a ser pocos días, pero se fue estirando entonces tuve que empezar a ver la forma de mantenerme activo, bien y entrenar de la mejor manera para que cuando se levante la cuarentena estar bien físicamente. Desde ya que se hace muy difícil cuando no tenés un lugar para poder correr. Hay muchos jugadores del equipo que estamos en la misma situación, viviendo en departamentos y si poder exigirnos como realmente quisiéramos. Pero somos concientes que cuando volvamos a entrenar necesitaremos de una buena pretemporada para ponernos bien.
—¿Qué hacen desde lo físico en estas circunstancias?
—Particularmente tengo una bici y algunos elementos que me traje del gimnasio de Jaguares. Los PF nos mandan rutinas adaptadas a tu lugar de entrenamiento, y cada uno la hace en su casa, por lo general, lunes, martes, jueves y viernes a la mañana, donde nos comunicamos todos los días a través de los grupos de whatsapp, donde llenamos algunas encuestas que nos mandan los entrenadores. Y cada uno trata de hacer sus ejercicios, entrenamientos donde no necesitás mancuernas o discos de peso. Se usa mucho el tirarse al piso y levantarse, skipping, saltos en general, a la soga, el que tiene escalera también la usa. En mi caso con la bici, que no es común, sino que es una de aire que tiene un poco de fuerza para que cueste y eso es lo que hace levantar un poco las pulsaciones. Pero lógicamente nada se asemeja a lo que es correr en la cancha así que todo lo que hagamos sirve para mantenernos un poco, pero lo más importante es cuando volvamos a entrenar hacer una buena pretemporada para que no sea tan brusco el cambio.
—¿Hay parte teórica vía zoom o por videollamada?
—No hicimos mucho. Las únicas veces que hacemos algo por el estilo es los martes, para entrenar. Y Gonzalo Quesada (Head Coach de Jaguares) con todo su staff, armó algunas preguntas que envió por mail donde teníamos que contestarlas y eran cosas basadas en el juego y otras en el equipo, en cómo formarlo, qué objetivos ponernos a nivel grupal e individual. Ese fue el ida y vuelta más teórico que hasta ahora tuvimos. Del juego en sí, no hablamos demasiado. Quizás todo más apuntado a cuestiones en las que no podes perder el tiempo cuando hay que entrenar en la cancha.
—Aparentemente vuelve Nueva Zelanda, con una especie de “mini Súper Rugby”, entre sus cinco franquicias. ¿Cómo ves esto?, porque de manera virtual se estaría suspendiendo la competencia para este año.
—Ellos tienen la oportunidad de tener un plan B al tener cinco equipos. Ademas de poseer la capacidad de pensar otra opción en caso que no se juegue el Súper Rugby. Sinceramente produce una envidia tremenda porque pueden volver a entrenar y jugar, que es lo que todos deseamos una vez que se levante la cuarentena. Pero nosotros tenemos que ver lo que pasa en nuestro país cuando esto pase. En qué competencia nos podemos sumar o tener para nutrir a Los Pumas, con jugadores que estén en nivel y en contacto con la pelota y que no sea tan drástico el cambio de una cuarentena a un torneo profesional. Estaría bueno que se empiece a ver el camino para poder tener un objetivo y que sea mucho más fácil el entrenamiento en casa.
Su ciudad, el club, el TRL
—¿Extrañás Rosario, ir a Duendes?
—Sí, ni hablar. Siempre que puedo voy al club, donde están mis amigos. Envidio mucho entrenar con ellos, quedarme a comer los jueves. Extraño los sábados donde la cancha 1 del club siempre está divina para jugar. Extraño mucho, pero tengo muy en claro que mis últimos partidos serán en Duendes.
—Además de los campeonatos, ¿qué es lo que más recordas del TRL?
—La primera final que me tocó jugar en primera, salimos campeones en cancha de Jockey en 2011 y me tocó hacer un try en ese partido. Ese sin dudas es un muy lindo recuerdo. Después también me acuerdo que en 2014, juego con Los Pumas en Mendoza donde le ganamos a Australia. Ese mismo día, Duendes jugaba semifinal con Jockey, pero se suspende por tormenta eléctrica. De eso me entero cuando llego al vestuario en Mendoza y veo el teléfono. Inmediatamente le mando un mensaje a Fer Bilbao (era el Head Coach de Duendes en ese momento), y le dije que estaba para jugar. Así que el martes disputamos ese partido, lo ganamos y después jugamos la final con Uni.
La responsabilidad de ser capitán
—¿Cómo fue el momento que te dijeron que ibas a ser capitán de Jaguares?
—Arrancó en un entrenamiento en Newman. Gonza Quesada se me acerca y me dijo que quería hablar conmigo. Me asusté un poco porque no sabía lo que estaba pasando. Y me dice que estaba buscando una opción para capitán, que esa consulta no significaba que ya iba a ser yo. Sino que por experiencias que anteriores hacía las consultas previas. Porque una vez le pasó que le dijo a un jugador que quería que fuera capitán y le dijo no frente a todos, y quedó muy mal. Entonces simplemente quería saber si estaba dispuesto en caso que me llegase a tocar. Le dijo que sí sin dudar. Hasta ahí sólo le había contado a Juli, mi mujer. Después vino la pretemporada en Uruguay donde juntó a todo el equipo, pero nosotros estábamos en otra salita: Agustín Creevy y Pablo Matera, que ya habían sido capitanes y Joaquín Tuculet que era otro de los candidatos. Ahí me lo dijeron, me dieron todo su apoyo y sentí una felicidad enorme. Tuve muchos nervios, transpiraba, me imaginaba todo lo que podía venir. Sentí de todo: felicidad, pánico, miedo. Luego salimos y se le comunicaron al resto del equipo. Todos se alegraron y me felicitaron. Luego se lo conté a Juli y a mi familia por teléfono, y obviamente cuando salió en las redes, me llovieron mensajes de felicitaciones. Fue un momento muy feliz.
—En tus años de jugador de primera, tanto amateur como profesional, y fundamentalmente en esta última etapa como capitán, ¿tuviste a alguien que te aconsejara en cómo llevarte con los árbitros?
—Apenas me nombran capitán, con una de las personas que hablé fue con Maxi Nannini, para que me de sus consejos porque para mi es una gran persona y jugador y me ayudó mucho cuando subí a primera. Del Club también hablé con Pedro Imhoff. En el entorno Jaguares, con Pablo Matera, que ya le había tocado ser capitán y tenía ahora la responsabilidad en Los Pumas. Con Agus Creevy también. Al igual que con muchos de los chicos de mi edad como Matías Orlando, Juli Montoya, “Tute” Moroni, Matías Alemanno, con quienes hicimos este camino juntos y siempre los tuve para que me ayuden a tomar alguna decisión, o si ven algo que me lo digan para poner el dedo ahí. Juani Hernández también me llamó.
Y lo que me recomendaban es que hay que hablarle lo justo y necesario al árbitro, entender que el árbitro se puede equivocar como nosotros y que no podemos cambiar el fallo que haya decidido el réferi. Acercarse con respeto, consultar el por qué de la infracción, qué puedo hacer para mejorarlo. Si noto que el contrario está haciendo mal a mi criterio, pedirle que lo vea, elegir el momento para decírselo.
Pero más que nada todos coincidieron en que no tengo que cumplir el rol de ir a pelear con el árbitro o ser diferente a lo que soy. Sino que debo seguir jugando como lo hago, ser la persona que soy que por algo me eligieron como capitán. No soy de hablar mucho así que creo que en ese sentido me fue bien, y siempre es bueno tener una devolución de los árbitros al final de los partidos.