Ahora, con el diario del lunes (o el del domingo), nadie lo dirá ni lo escribirá. Pero hay que partir de una base: hasta este sábado 11 de diciembre de 2021, era "un año de mierda para Unión". Por un lado, frustraciones deportivas propias: todos objetivos deportivos fracasados de la mano de Azconzábal. Por el otro, su vecino de comarca, festejando en pandemia la estrella y refregándola. O sea, venía mal la mano y complicada.
Es cierto que, después de la insoportable levedad del Madre de Ciudades el viernes pasado (0-2 con Central Córdoba sin patear al arco en Santiago del Estero), los planetas se apiadaron un poco del Tate: 1) No ganó Central, aunque remontó el 0-2 con Lanús; 2) No ganó Argentinos Juniors: perdió con Aldosivi en Mar del Plata; 3) Y lo más increíble: la "pecheó" Gimnasia con el "Pulga" que ganaba 4-2 el clásico de local y Estudiantes se lo empató 4-4 en su propia casa. Si no hubiera sido por ese combo de "ayudín" externo, Unión hubiera llegado sin chances coperas al derby con Colón.
Los otros resultados lo dejaron vivo a Unión, que igualmente necesitaba de un Quini 6 para entrar a la Conmebol Sudamericana: ganarle a Colón, que no ganara Central y que no ganara Gimnasia por más diferencia de gol que la del equipo de Munúa. Se le dio todo en una hora y media de sábado en diciembre al Tate: otra vez goleó a su rival de toda la vida con el 3-0 a Colón, Kudelka le dio una mano en Arroyito al ganarle a Central con Huracán y Gimnasia se volvió a congelar en el Grella contra Patronato. En consecuencia, de nada valió la victoria del "Bicho".
Tenés que leer Sudamericana 2022: Unión a fase de grupos y cobra 900.000 dólares Mucho antes que Unión sacara el Quini 6 (clásico propio adentro 3-0, resultados ajenos afuera y Copa), se jugó otro partido. Y a ese otro partido lo ganó el hincha tatengue por goleada de lunes a viernes. El año 2021, en líneas generales, era olvidable. Por lo de Unión y por lo de Colón, para el hincha apasionado. Lo de Santiago del Estero ante Central Córdoba había sido un quita-ganas para cualquiera.
Hasta que llegó la última semana del año, justo con Colón a la vista en su propia casa. Un Colón que llegaba navegando al 15 de Abril con Santa María, La Niña, La Pinta y la estrella. En términos de tribuna, un relaje casi total. Pero la gente decidió jugar su partido. Su propia final, sin importarle nada. Fueron a la sede, al sitio web, a las boleterías. Primero, agotaron las nueve ubicaciones de plateas, ahora con la imponente y flamante tribuna alta sur. Luego, llenaron los palcos. Y finalmente, entre generales, jubilados, pensionados y niños, colgaron el cartelito "no hay más localidades". No entraba un alfiler. Eran 27.500 lugares colapsados, bloqueados, cerrados.
Además, de yapa, más de "mil y pico" de socios nuevos para Unión, dejando el padrón tatengue al borde de un número soñado para estos tiempos sufridos en López y Planes: 20.000 socios reales para un club que no es campeón de nada y que está lejos de serlo.
Tenés que leerUnión superó a Colón por 3 a 0 y clasificó a la SudamericanaEntonces la gente de Unión (hinchas, socios, damas, menores, jubilados, pensionados) jugó y ganó el clásico antes de jugarlo. Fueron a poner la cabeza al 15 de Abril por los colores que aman desde la cuna. Un estilo "¡Pegáme que me gusta!". Una onda "hay que dar todo hasta que duela". Hasta que llegó el milagro: el amor, que se había transformado en dolor, fue más amor que nunca.
El primer milagro fue reducir, a la peor expresión, al vecino campeón. O sea Colón. El segundo milagro fueron los resultados de las otras canchas. Y el tercer (y definitivo) milagro fue meter el pleno: 3-0, goleada, baile y Copa Sudamericana.
Entonces, ese viejo cantito de Pujato, Redonda, La Bomba y ex Techada...el de "las buenas ya van a venir" se hizo carne en el ahora agrandado 15 de Abril y con un 3-0 obsceno al "primo" campeón y con boleto a la Copa Sudamericana 2022. Con el diario del lunes (o el del domingo) todos somos guapos. Pero la realidad es que a las cinco de la tarde de este sábado 11 de diciembre de 2021, la gente de Unión ganó el clásico contra Colón antes de ganarlo en el verde césped. Lo ganó en las tribunas. Se cortó las venas en un pacto de amor. Fue a poner la cabeza, a morir de pie, con su vecino campeón.
Este año 2021 de mierda para el hincha tatengue (fracasos deportivos propios y Colón campeón) le regaló a Unión un ratito de vida, de felicidad, de alegría. Se lo ganó la gente. Porque el hincha de Unión, esta vez, ganó el clásico antes de jugarlo. Como en la cancha, el pueblo del Tate ganó por goleada.