El Litoral
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Atlético Junior —rival de Colón en la Copa Sudamericana— protestó este domingo vehementemente el arbitraje de Jorge Duarte, quien sancionó un penal inexistente en su contra que influyó decidamente en el resultado del encuentro ante Once Caldas.
Se jugaba el segundo tiempo en el estadio Palogrande de Manizales y el compromiso estaba 0-0; hasta que en el minuto 67 y en plena área de los tiburones el balón dio en el pecho de Daniel Moreno, del Junior, pero el árbitro consideró que había sido en la mano, por lo que decretó el penal que hizo efectivo David Lemos para el 1-0 definitivo.
Debido a las fuertes protestas el delantero Teófilo Gutiérrez vio la tarjeta roja, en tanto que desde el banco el técnico Julio Comesaña y sus asistentes siguieron cuestionando duramente al árbitro por la decisión.
Curiosamente en los anteriores dos encuentros el equipo barranquillero también se había visto perjudicado por situaciones arbitrales.
Contra Millonarios empató 1-1 en Bogotá con un gol del equipo capitalino de tiro penal por una mano que no fue, y ante Nacional por Copa Colombia el central Gustavo Murillo dejó de sancionarle un tiro penal por una mano clarísima de un jugador antioqueño.
Hasta el mismo alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, hijo del dueño del Junior, también protestó. “¡Cero y van 3! Inaudito que Junior no solo tenga que enfrentar a 11 rivales, sino a árbitros arbitrarios. ¿A qué juegan?”, dijo el funcionario.