Es el refuerzo revelación. Unos pocos partidos le bastaron a Kevin Zenón para ganarse el cariño de los hinchas de Boca. Pero faltaba su palabra, conocer sus sensaciones. Y hace pocas horas, con el canal del club, habló de todo: la madurez para llegar a un equipo grande, cómo convivió la negociación, la primera vez que vio a Juan Román Riquelme, la ansiedad de jugar en la Bombonera y otras perlas...
El lugar que iba a ocupar el 22 no era sencillo ya que vino para reemplazar la salida de Valentín Barco. Y eso traía cierta responsabilidad. Sin embargo, el nacido en Goya enseguida respondió. Se adueñó de la pelota, mostró conducción e hizo jugar a sus compañeros. Y para él, que no le haya pesado la camiseta, tiene que ver con todo lo que atravesó en Santa Fe...
"Haber pasado momentos muy difíciles, como pelear el descenso con Unión, me hizo más fuerte de cabeza y crecer bastante en poco tiempo. Tuve que aprender a manejar la presión. Aprendí a estar tranquilo, soltarme y jugar", contó.
Zenón en la presentación junto a Lema, el otro refuerzo, y las autoridades Juan Román Riquelme y Raúl Cascini.
Pese a todo eso, su llegada no fue fácil. Hubo tironeos con Luis Spahn, presidente del Tatengue. Incluso, en su último encuentro de pretemporada, fue el propio jugador quien alzó la voz. Por todo, el volante comentó cómo convivió la situación de su traspaso: "Le preguntaba siempre al presidente de Unión y a mi representante cómo venía la negociación, pero también respetaba mucho a un club que me dio todo y a su gente; por suerte ya todo eso pasó y hoy puedo estar acá", expresó en su nota en el Canal de Boca.
Su encuentro con Riquelme
Además de la presión que metió Zenón para vestir la azul y oro, el presidente xeneize fue otra parte importante para que se diera su traspaso. Llegó la firma, el recorrido por la Bombonera y su primer encuentro con el JR, su ídolo de chico. "Cuando lo conocí no lo podía creer, la verdad que me resultaba increíble estar acá con él", confesó. "La primera vez que lo escuché hablar solamente le decía 'gracias'; no le podía responder porque no sabía qué decirle. La primera vez que lo vi en el vestuario lo miraba a cada rato, parecía un nenito", confesó.
A lo Riquelme. Kevin Zenón festejando uno de sus goles con la camiseta de Unión copiándole el gesto a Juan Román. Crédito: Archivo El Litoral
Incluso, contó del peso que significaría su camiseta, teniendo en cuenta que él en Unión usaba justamente la 10. "En cuanto al número, siempre me gustó usar el 10, pero sé que en este club es un número muy importante...". Igual, ya está chocho con usar la azul y oro: "Me veo en el espejo con la de Boca y no lo puedo creer", reveló.
Ansiedad por jugar en la Bombonera
Zenón sabe que todavía le falta un debut más con la camiseta de Boca. Y será justamente pisar la Bombonera, algo que sucederá este sábado ante Defensa y Justicia. Ante eso, la ansiedad de estar presente fue algo que dejó en claro cuando hizo referencia al próximo partido. "Estoy muy ansioso de poder entrar y jugar para este club en esa cancha; me ha tocado de visitante y es hermoso; siempre que venía me quedaba mirando a la hinchada, cómo cantan, todo es hermoso", contó, dejando en claro que efectivamente está viviendo un sueño.
Pese a que solamente lleva dos partidos y medio con la camiseta de Boca, los hinchas han adoptado un cariño especial por el joven de 23 años. Desde que ingresó ante el Calamar, mostró personalidad, juego y cualidades que hicieron que no saliera más. Ahora, tendrá una prueba más. Y será, nada menos, en su estreno en el Templo, con la gente y la fiesta.
Más frases de Kevin
Análisis del cuerpo técnico: "La verdad que son todos excelentes personas, es un gran cuerpo técnico, que trata de ayudarnos y están en todos los detalles para intentar explotar lo mejor de cada uno dentro de la cancha".
La jerarquía del plantel: "A algunos los veía en las selecciones o en clubes grandes de Europa; la verdad que es fuerte. Tenemos un gran grupo y siempre todos están dispuestos a ayudarnos a los más jóvenes. Cuando lo ves a Marcos Rojo, Cavani, Chiquito Romero es una locura; siempre trato de escucharlos y aprender de sus experiencias".
Su relación con Kily González: "Se puso contento cuando se enteró que venía; me aconsejó mucho; me dijo que me iba a cambiar la vida y que era un mundo aparte; lo quiero mucho, es un genio y además un tipazo".