Durante los emocionantes festejos en el podio del Gran Premio de Hungría, ocurrió un hecho poco habitual que involucró a Lando Norris, quien ocupó el segundo lugar con su McLaren, y al ganador, Max Verstappen de Red Bull.
El premio de porcelana que hizo caer el piloto de McLaren requirió seis meses de trabajo y fue hecho a mano.
Durante los emocionantes festejos en el podio del Gran Premio de Hungría, ocurrió un hecho poco habitual que involucró a Lando Norris, quien ocupó el segundo lugar con su McLaren, y al ganador, Max Verstappen de Red Bull.
Mientras Norris llevaba a cabo su característica táctica para hacer estallar el champán, golpeando la parte inferior de la botella contra el escalón más alto del podio, el trofeo de Verstappen, que descansaba en ese lugar, rebotó, cayó al suelo y se rompió en pedazos.
Inmediatamente, Norris se dio cuenta de lo sucedido y, aunque continuó con la celebración, le informó a Verstappen sobre la lamentable situación del trofeo. Este incidente fue la única mancha en otro gran día para Norris y McLaren, ya que obtuvieron su segundo podio consecutivo con el segundo lugar detrás del piloto de Red Bull. El tercer lugar fue ocupado por el mexicano Checo Pérez, compañero de equipo del ganador.
La gran pregunta es cuánto cuesta y cuánto tiempo dedica la empresa Herendi en la fabricación de esta copa. Según el periodista húngaro de Formula 1, Sandor Meszaros, este trofeo está hecho a mano, tiene un valor de 40.000 euros y un proceso de creación de seis meses.
"Los equipos decidirán quién tuvo la culpa, pero nosotros asumiremos la alegre y pesada carga de volver a fabricarla", declaró Attila Simon, director general de la empresa, al canal de M4 Sport de Hungría.
La producción de la copa ya comenzó, con el objetivo de acortar el proceso de fabricación de seis meses para que Verstappen pueda recibirla en las próximas semanas.
Aunque el ganador recibirá su merecido trofeo en óptimas condiciones, Norris, lejos de asumir la responsabilidad de la rotura, aseguró que la culpa del hecho fue de Verstappen: "Max simplemente lo colocó demasiado cerca del borde", dijo. "Se cayó, supongo. No es mi problema. Es suyo", concluyó, con un toque de humor y competitividad en medio de la situación.