Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 se desarrollarán bajo condiciones especiales por la pandemia de coronavirus pero uno de sus rasgos distintivos no está vinculado con la emergencia sanitaria mundial: serán los primeros de la historia con una atleta transgénero.
La neozelandesa Laurel Hubbard fue elegida por el Comité Olímpico de su país (NZOC) como miembro del equipo femenino de halterofilia y participará en la categoría +87, lo que generó un debate con posiciones contrarias.
Hubbard, de 43 años, cumplió con los criterios de elegibilidad establecidos por el Comité Olímpico Internacional (COI) a partir de 2015 para deportistas en transición de género masculino a femenino.
Ello exige que sus niveles de testosterona estén por debajo de 10 nanomoles por litro durante al menos 12 meses antes de la competición.
"Me siento agradecida y honrada por la amabilidad y el apoyo que me han dado tantos neozelandeses", declaró Hubbard al conocer su designación, que por caso no fue bienvenida entre todas sus colegas.
La belga Anna Vanbellinghen, que participará en la misma categoría de Tokio 2020, consideró que la eventual presencia de Hubbard se trataba de una "broma de mal gusto".
Los opositores a su participación exponen argumentos relacionados con ventajas físicas: "Cualquiera que haya entrenado levantamiento de pesas a un alto nivel sabe que esto es cierto: esta situación en particular es injusta para el deporte y los atletas", protestó la belga.
La estadística refleja que Hubbard cosechó mejores resultados desde que compite en la categoría femenina: plata en el Mundial 2017 y oro en los Juegos del Pacífico 2019.
Un estudio de los científicos Emma Hilton y Tommy Lundberg, citado el diario El País de España, asegura que la ventaja de rendimiento masculino en el levantamiento de pesas es del 30%, incluso cuando las mujeres transgénero suprimieron la testosterona durante 12 meses porque la pérdida de masa corporal magra, área muscular y fuerza se reduce en apenas un 5%.
La directora del NZOC, Kereyn Smith, reivindicó la designación de Hubbard como un "momento histórico en el deporte y para el equipo de Nueva Zelanda".
"Como equipo de Nueva Zelanda, tenemos una fuerte cultura de inclusión y respeto por todos. Estamos comprometidos a apoyar a todos los atletas neozelandeses elegibles y garantizar su bienestar físico y mental, junto con sus necesidades de alto rendimiento, mientras se preparan y compiten en los Juegos Olímpicos", aseguró al momento de comunicar la noticia.
Hubbard inició su transición de género en 2013. Hasta ese año se llamó Gavin y fue el hijo varón del exalcalde de Auckland City Dick Hubbard.