Viernes 22.5.2020
/Última actualización 19:47
La lehmense Lucía Operto, surgida en Ben Hur y de último paso en Lanús, confirmó en los últimos días que seguirá su carrera como basquetbolista en Murray State, Estados Unidos. Allí, la joven de tan solo 19 años rendirá primero un examen de ingreso para luego jugar para el equipo universitario ubicado en el estado de Kentucky, así como seguir su formación académica en la carrera de Relaciones Públicas.
En diálogo con El Litoral, la santafesina contó cómo fue dándose la oportunidad de jugar en el equipo de Murray. La cuarentena obligatoria la había encontrado en un momento difícil: “cuando empezó la cuarentena, me informaron que a la universidad a la que yo iba a ir en un principio, finalmente no podía ir. Por razones de la propia universidad, con el cambio de entrenadores, entre otras cosas. Por eso estaba muy bajoneada, entrenando sin un motivo específico, hasta que por suerte después apareció Murray”.
¿Cómo vas llevando los entrenamientos en esta cuarentena?
"Bien, me pasó lo mismo que con los estudios: al principio al no tener una meta fija la motivación se cae. Después que apareció esto –la oportunidad en Murray- empecé a entrenar como nunca".
¿Cómo te llegó la noticia de que había interés de Murray State en contratarte?
"Yo empecé a buscar una universidad en diciembre del año pasado, como te dije antes apareció otra con la que finalmente no pude firmar el contrato. En ese momento, la empresa con la que estoy me volvió a promocionar y me aparecieron cuatro opciones más, y ahí fue donde elegí Murray".
"Por un lado, lo elegí porque en el básquet son muy fuertes. Investigamos sobre cómo era el entrenamiento y un montón de cosas más y ahí fui viendo ‘esto me gusta, esto no’ y así me decidí. Por otro lado, es muy parecido a Santa Fe, a donde yo vivo- Lehmann-, es un lugar con mucho campo. Además, me di cuenta que si yo quería seguir jugando a un alto nivel y tener mi carrera universitaria Estados unidos era mi mejor opción, incluso diría que la única".
Redes socialesHablando de los estudios, ¿Qué carrera elegiste?
Voy a estudiar Relaciones Publicas porque me gusta relacionarme con la gente sobre todo y sé que en esa carrera puedo cumplir un rol en una empresa basándome en eso.
¿y cómo vas preparándote con el idioma extranjero?
Me estoy preparando un montón. Mas allá de que voy a tener que hablar en inglés, también tengo que rendir para ingresar a la universidad y todo va a ser en inglés. En principio iban a ser dos exámenes, pero con el coronavirus finalmente lo redujeron a uno y me dieron a elegir cuál de los dos quería rendir.
¿Cómo tomó tu familia la noticia de que vas a seguir tu carrera en Estados Unidos?
Estamos contentos porque se me dio, fue una decisión hablada en familia. Yo estaba acostumbrada que en Buenos Aires –jugando para Lanús- yo veía a mis papás cada 15 días, ahora voy a pasar dos meses sin verlos, después venir 15 días por las fiestas, para después pasar cuatro meses allá y ahí sí volver dos meses cuando son las vacaciones allá.
Su trayectoria con la camiseta argentina
GentilezaLucía tuvo una sobresaliente carrera en las categorías formativas de la selección argentina de básquet, llegando a disputar dos mundiales, en las categorías U17 y U19, incluso compartiendo entrenamientos con las ‘Gigantes’.
“yo empecé en la selección a los 14 años, por un contacto con un entrenador que conocí en un campus de básquet al que me invitaron. Justo en ese momento estaba lesionada y me dijeron ‘vení, proba igual, hace lo que puedas’. Así fue que conocí a Hernán Amaya, que fue el head coach de la selección argentina de básquet desde que yo arranqué hasta hace muy poco, que cambiaron todas las presidencias en CABB. Ahí conozco a Hernán, después me sumo a una concentración U19, yo con 14 años, obviamente que no para jugar por un puesto, sino que fui a conocer a las chicas y ver como jugaban y como era una concentración”.
“Después de eso, empiezo a jugar para la selección U14, donde jugamos un sudamericano en Buenos Aires en el que salimos campeonas. En esa categoría el campeonato es promocional, no es competitivo, es decir que no daba plazas para el premundial que se juega al año siguiente”.
“En 2016 vamos a un sudamericano en Ecuador, ahí salimos campeonas también y ahí sí nos ganamos la plaza para el premundial, que se jugaba en Argentina. Acá salimos terceras, pero ese mismo año yo juego el sudamericano U17 en Bolivia, es decir en una categoría mayor a la mía, donde salimos campeonas”.
“Al año siguiente clasificamos al mundial U17 en Bielorrusia. Apenas terminamos de jugar ahí, vamos cinco jugadoras directo a México a jugar el premundial con la otra categoría”. Por último, en 2019, disputó el mundial U19 en Tailandia, logrando la 12va posición.
Ante la pregunta de cómo ve a su generación, la pivote nos dio su punto de vista: “Realmente somos, para mí, el futuro de la selección mayor. Tuvimos logros importantes y trabajamos muy bien. Realmente nuestros técnicos de la selección y de los clubes trabajaron muy bien para que nosotras logremos lo que hemos logrado”.
Además, la jugadora ya tuvo oportunidad de entrenar con Las Gigantes: “el año pasado después del mundial de Tailandia invitaron a algunas jugadoras a presenciar un entrenamiento con la selección mayor. Fue tremendo. Las jugadoras que normalmente ves en televisión de repente las ves entrenando con vos, hablando con vos, intercambiando cosas. Fue muy positivo, y además sube mucho tu nivel entrenando con esas jugadoras”.
“Arranqué en el básquet a los 11 años. Al principio empecé obligada. Yo en ese momento hacía patín, baile, como el resto de mis amigas. Los primeros años me hicieron probar, y yo iba bastante por obligación, tengo que admitir. Sin embargo, cuando a los 14 empiezo con el mundo selección cambió todo. La selección te va enamorando y ahí ya no lo soltás más”.
Su carrera deportiva inició en Ben Hur de Rafaela, ciudad que queda a solo 15 kilómetros de Lehmann. Allí fue donde recorrió todas las categorías formativas, para pasar en el último año a Lanús en Buenos Aires, donde en poco tiempo logró salir campeona.
“Con Lanús fue un año muy positivo, en mi anterior club no jugaba muchos minutos y de repente acá me encontré jugando 21 minutos en mi primer partido con la primera. Al principio pregunté ‘¿por qué me ponen tanto tiempo?’ y ellos me dijeron que me merecía esto. Así empecé a sumar muchos minutos en mi categoría y en primera y eso me dio la confianza que uno debe tener para lograr las cosas. Al principio yo era una jugadora que casi no tiraba al aro y ellos me dieron la confianza para comenzar a hacerlo”.
A partir de ahora, Lucía tiene por delante un gran desafío en Murray State, donde buscará asentarse y seguir creciendo en su formación deportiva y profesional.