Central San Javier campeón de la Liga Verense de Fútbol 2024
En un partido vibrante que se definió por penales, Central San Javier se consagró campeón de la Liga Verense de Fútbol 2024, obteniendo su noveno título en la historia del club.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas.
El equipo costero logró el ansiado campeonato tras empatar 1 a 1 en los 90 minutos reglamentarios con Huracán de Vera, el mismo resultado que había registrado en la ida disputada en San Javier. Posteriormente, en la tanda de penales, Central se impuso por 3 a 1, llevándose el trofeo y desatando una fiesta interminable en la ciudad.
El encuentro de vuelta, jugado en el estadio de Huracán, fue un espectáculo lleno de tensión y emoción. Central, que fue acompañado por una gran cantidad de hinchas que viajaron hasta Vera para alentar al equipo, enfrentó un primer tiempo complicado debido a las condiciones de la cancha y el gol tempranero que Huracán logró. Sin embargo, los dirigidos por Nicolás Giudice no se dieron por vencidos. El empate logrado promediando el segundo tiempo, equilibró la balanza y fuera aún más disputada.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas.
Una vez finalizado el tiempo reglamentario, los equipos se prepararon para la tanda de penales. Fue allí donde la figura del arquero Juan Pablo Valdez brilló, atajando dos penales decisivos y consolidando la victoria de Central. La secuencia de penales fue crucial, ya que los jugadores costeros demostraron nervios de acero y confiaron en su trabajo y preparación para superar al rival. En un momento de mucha tensión, el equipo de San Javier se alzó con el triunfo definitivo.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas. El recorrido culminó en la esquina de las calles Alvear y General López, donde otro gran número de simpatizantes los esperaba para festejar. El clima de alegría y emoción era palpable en todo el ambiente, reflejando la importancia de este título tras ocho años sin lograrlo.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas.
En medio de la celebración, el entrenador Nicolás Giudice expresó su felicidad y satisfacción por el logro obtenido: “La verdad que fue un camino largo, muy difícil, pero confiamos en el trabajo que veníamos haciendo. A lo largo del torneo, desde el Apertura hasta la final, siempre fuimos fieles a nuestra idea de juego, y hoy se logró el objetivo. Volver a jugar una final después de tantos años, y ganarla, es algo increíble”, comentó el técnico, quien también destacó la importancia de la dedicación y el trabajo de su cuerpo técnico y los jugadores, muchos de los cuales provienen de las divisiones inferiores del club.
Giudice también tuvo palabras de agradecimiento para los hinchas que apoyaron al equipo en todo momento: “La gente nos acompañó muchísimo, especialmente hoy. Lo que vivimos en Vera, lo que vivimos en San Javier, es algo que pocas veces se ha visto. Es un orgullo tremendo. A todos los que nos apoyaron, a los que confiaron en nosotros, a los que no, les dedicamos este título”, añadió emocionado.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas.
Juan Pablo Valdez, el arquero que se convirtió en héroe al detener dos penales en la definición, también compartió su alegría: “Lo soñamos desde que empezamos la pretemporada. Fue un trabajo largo, pero hoy lo logramos. Confiamos mucho en nuestro trabajo, tanto en el campo como en la parte técnica. En los penales, un poco de suerte y mucho trabajo, y por suerte salió todo bien”, comentó Valdez, quien dedicó el título a sus compañeros, su familia y la hinchada de Central, que lo apoyó durante todo el año.
Gustavo Favot, presidente del club, también expresó su felicidad por el título conseguido. “Es el noveno campeonato de la historia de Central, y este título tiene un valor enorme para todos nosotros. En estos años, hemos trabajado mucho, desde mejorar la cancha hasta lograr que los jugadores del club, en su mayoría, fueran formados aquí. Este título es el resultado de un gran sacrificio de todos, directivos, cuerpo técnico, jugadores e hinchas. Es algo muy especial”, dijo Favot, quien también destacó el respaldo de la policía, que acompañaron al equipo durante el regreso a San Javier.
El regreso a San Javier fue una verdadera fiesta. Al llegar a la ciudad, los campeones fueron recibidos por una multitud que los esperaba en el acceso norte. Entre bombos, banderas y cánticos, los jugadores, cuerpo técnico y directivos recorrieron algunas calles de la ciudad subidos a la autobomba de los bomberos voluntarios, con varios jugadores levantando la copa mientras recorrían las principales avenidas.
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