En una conferencia de prensa ofrecida en el predio de Rosario Central en Arroyo Seco, Ruben, de 35 años, confirmó su retiro del fútbol profesional y abundó que "cuando era chico veía a los jugadores como superhéroes y ya llegar a primera fue un sueño. Estuve casi ocho años en Central, el camino fue durísimo, pero valió la pena hasta la última de las decepciones, que fueron varias".
"Pero estoy feliz por algo que ya lo saben todos, y es que contra Estudiantes va a ser mi último partido como futbolista profesional el próximo fin de semana. Es una decisión muy analizada y pensada, porque estoy bien físicamente y me retiro para disfrutar de otras cosas de la vida, como mis hijos y mi familia", dijo con inocultable emoción.
Apenas comenzó la conferencia de prensa aparecieron sus compañeros de equipo, que lo saludaron y se ubicaron en un costado. "Me quieren hacer llorar, eh", disparó, para promover la risa de los numerosos cronistas, hinchas y allegados presentes.
Consultado sobre sus mejores goles, Ruben recordó "el primero, porque fue justamente en un clásico, cuando le ganamos a Newell's en el Gigante de Arroyito en 2006 (4-1). Y después el que le hice de visitante, cuando volví a Central y ganamos en 2015 en el Parque Independencia", completó sus recuerdos Ruben, nacido en la localidad santafesina de Capitán Bermúdez el 26 de octubre de 1986.
El 5 de junio de 2011 se puso por primera vez la camiseta argentina de la selección mayor en una derrota por 2-1 frente a Polonia, pero a él le quedó el dulce sabor de haber marcado el tanto del representativo albiceleste.
Después de Rosario Central en el único club argentino que jugó fue en River Plate, para luego emprender un largo periplo europeo que pasó por los españoles Recreativo de Huelva y Villarreal, siguió en el Dynamo Kiev, de Ucrania y terminó en el Evián, de Francia.
Luego volvió al continente americano para jugar primero en México por Tigres, de Monterrey y luego en Brasil para Athlético Paranaense, desde donde volvió a Rosario Central.