Marcos Maidana demostró que ahora está para cosas serias

Alberto Sánchez - [email protected] - Enviado especial a Sunchales

El púgil santafesino Marcos René Maidana (63,150 kg) demostró anoche en el “Hogar de los Tigres”, el estadio del Club Deportivo Libertad de Sunchales, escenario elegido por Atilra (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina), sindicato que apoya al boxeador, que está para cosas serias.

Ante un estadio colmado que vibró desde el principio con las acciones, el boxeador nacido en Margarita retuvo el título mundial Superligero interino de la Asociación Mundial de Boxeo, al noquear al panameño William González (63,350 kg) en el tercer round, reteniendo de esta manera por primera vez su corona, al tirar por toda la cuenta a un rival al que acababa de cortar en el arco superciliar derecho.

El primero fue el clásico round de estudio, Maidana intentaba algo más con sus impactos de izquierda y algunos ganchos ascendentes al cuerpo del retador, quien sólo aprovechaba los ataques del argentino para utilizar sus complicados contragolpes.

Pero ya en el segundo asalto se notó la supremacía del monarca. Su arma más peligrosa fue la derecha a los flancos, que lógicamente le fue quitando el aire al panameño. La culminación de la vuelta lo encontró al “Chino” como neto dominador de las acciones, con todo el público esperando los próximos tres minutos para observar el inminente nocaut.

Y no se equivocó la gente, el tercer round sólo fue un trámite para el campeón, quien con duras combinaciones, y sobre todo con una excelente utilización de su mano izquierda, con la cual abrió e hirió de sangre a González en su ceja derecha, dejó sin chances (y sin fuerzas físicas y anímicas para seguir) al desafiante, que ante un terrible gancho de derecha al hígado definió el pleito categóricamente.

El corolario

Sólo una escena faltaba para que la película tenga el final apropiado, el panameño, herido, shockeado y maltrecho, con sus rodillas en la lona, como pidiendo clemencia, ante la paliza sufrida. De este modo, nuestro comprovinciano, ahora más que nunca, se ha convertido en la esperanza de tener a otro campeón ecuménico nacido en Santa Fe.

El futuro del “Chino” es muy promisorio, por lo hecho anoche, está más cerca que nunca de lograrlo, el 2010 debe ser “su año” y por lo que parece, no está dispuesto a desperdiciarlo, tiene las armas, depende de él.

Marcos Maidana, a los 26 años, exhibió el cetro con solidez ante miles de sus fanáticos seguidores, quienes tranquilos, se retiraron del estadio sabiendo que podrán disfrutar de un campeón por mucho tiempo. Ahora el “Chino” ostenta un riquísimo récord compuesto por 27 victorias, de las cuales 26 las resolvió antes del límite, y tuvo un solo revés. En tanto William González, con un año más, muestra un palmarés conformado por 22 éxitos con sólo siete por nocaut, seis combates perdidos y uno empatado.

“Quería este regalo”

Luego de la gran definición del litigio entre Maidana y González, el “Chino” habló de manera exclusiva con El Litoral en el vestuario ganador, que lógicamente estaba repleto de familiares, amigos y allegados.

—¿Cuándo te diste cuenta de que González ya no te podía aguantar?
— En el segundo round, cuando le pegué un golpe fuerte de derecha abajo, se fue contra las cuerdas y lo sintió. En el mismo round también le pegué otro derechazo pero a la cara que le dolió y ahí pude llevármelo por delante.

—En uno de tus entrenamientos previos a la pelea, Miguel Díaz me dijo que te faltaba usar más la izquierda para abrir el camino, ¿lo hiciste así?
—Sí, aunque al principio no la usé mucho, porque hubo un momento en el cual la saqué, pero él la esquivaba y no sé cómo hacía pero no le llegaba y se me venía por arriba, entonces decidí no sacarla mucho para no arriesgar, tratando de mantenerlo lejos. Después me animé un poco más y traté de llegar a los costados con la zurda, hasta que me dí cuenta que sintió uno de los golpes que le pegué abajo, y ahí sí se terminó la pelea.

—¿Qué significó para vos pelear con un estadio completo coreando tu nombre?
—La verdad que primero sentí un poco de presión, porque la mayoría de la gente que vino es de Santa Fe, son todos conocidos, muchos amigos. Pero una vez que me solté y empecé a dominar la pelea, ya fue otra cosa, sentí una gran alegría porque quería regalarles un triunfo a todos. Ganar esta pelea era mi objetivo y lo cumplí, así que estoy feliz por eso.

Un Kahn en el futuro

—¿Estás preparado para unificar el título?
—Seguro. Si tengo que pelear para unificar el título en 90 días estoy preparado, ahora me voy a tomar unas cortas vacaciones y después seguiré entrenando para estar lo mejor posible para cuando me toque la posibilidad de ir por el título unificado.

—¿Con Amir Kahn?
—Eso está en manos de Margossián, yo tenía que ganar esta pelea y cumplí con el objetivo, ahora voy a esperar hasta el año que viene para saber qué vamos a hacer.

—¿Qué sabés de él?
—Todavía no le he prestado mucha atención porque la pelea no está asegurada. Sé que es un boxeador muy rápido, pero ya veremos bien lo que tiene para cuando me toque enfrentarlo.

—Además el 5 de diciembre pelea con Salita...
—Por eso, todavía hay que esperar la pelea entre ellos y de ahí saldrá el rival, yo estoy preparado para enfrentar a cualquiera de los dos.

—¿Pensás qué tendrás que mejorar algo de tu boxeo para esa posibilidad?
—Eso lo sabrá mi entrenador, Miguel Díaz. Yo sé que quizás me falte mejorar la defensa, boxear un poco más y también algo de movimiento de piernas, pero yo me siento cómodo así como boxeo, porque cuando voy al frente el rival no se me anima, mi forma de pelear es ésa.

—Hablando de Miguel Díaz, ¿cuán importante es para vos?
—Estoy en un nivel en el cual es muy difícil mantenerse, y Miguel me mantiene física y psicológicamente muy bien, siempre aprendo algo y eso es muy bueno.

—La última, si te nombro a Pacquiao, ¿qué se te viene a la mente?
—Pacquiao es un crack del boxeo, es lo mejor que hay en la categoría y lo demostró el otro día con Cotto, por ahora sé que es muy difícil enfrentarlo, veremos lo que pase más adelante.