MIAMI, Estados Unidos (Enviado especial).
Desde que el “10” pisó la capital del sol en La Florida, todo cambió. Todos se mueren por verlo, tocarlo, sacarse una foto…lo que sea. Cobertura exclusiva de El Litoral.
MIAMI, Estados Unidos (Enviado especial).
Así como ese llamado a las 5 de la mañana en Japón le cambió la vida a David Beckham, con un celular que no dejaba de vibrar con el “sí” acepto del rosarino, a una parte importante de esta siempre atrapante ciudad también les modificó la rutina desde la sorpresiva llegada de Messi en modo Pantera Rosa. En realidad, en la nueva Disney, el “10” argento es Mickey.
Juegue o no juegue; entrene o descanse; aparezca en un restó; llegue a uno de los tantos centros comerciales que sobran en la capital del sol. En cualquier lado, hay dateros. “Mirá, la posta es ir al entrenamiento del Inter y hacerle guardia. Llega antes de las 8 y se va cerca de las 12. Casi siempre, cuando ve camisetas argentinas, para y baja la ventanilla para esa foto tan buscada”, comentan a El Litoral.
“Tiene el poder de inspirar, más allá de goles, asistencias y trofeos. Cuando compramos a Messi pensamos en el fútbol a futuro de los Estados Unidos”, explicaba el esposo de Victoria. El plan, por ahora, camina: se viene la Copa América primero y el Mundial FIFA tripartito después.
El viejo “soccer” (así lo conoce la mayoría de la población norteamericana), que ahora es “fulbo” como dice el “10”, arrancó gambeteando marcas y estadísticas. La pelotita de cuero no está entre los tres deportes más importantes de este país; sin embargo ese debut en la MLS marcó la goleada más importante de la TV en este país: 12.5 millones de telespectadores, una cifra nunca esperada ni vista. La goleada no sólo fue en la tele, también en todas las plataformas digitales imaginadas. Fue tendencia mundial y llegó a todos los rincones del planeta desde…¡Sí! una liga como es la MLS de Estados Unidos.
A esta altura queda en el recuerdo que un ticket para ver al Inter de Miami costaba 29 dólares y la cancha nunca se llenaba; además de no superar el millón de seguidores en Instagram. En un ratito, al toque que llegó el “10” todo cambió: en las primeras diez horas de poner el gancho, 15 millones en redes. Hoy, si no se tiene abono (local o visitante), el ticket trepa hasta los 2.000 dólares en algunos casos.
Con la original “10” rosada de “Las Garzas” pasó lo mismo. En menos de 48 horas, ni bien la lució para la foto tan esperada por el Inter, se vendieron 700.000 camisetas del club de La Florida. Para calcular el estallido: cuando se puso la del PSG en París, fueron 834.000 en dos días. Ni hablar de la “10” de Argentina después de Qatar. “Las tiendas colapsaron; se vendió más que cuando volvió LeBron James a casa en la NBA”, comparan.
Todo esa máquina de hacer dinero tiene propina: 10.7 millones de dólares gastó en comprar una propiedad de 974 metros cuadrados, con nueve baños, ocho suites (dos suites VIP), 50 metros de costa, pileta y dos muelles (por las dudas, no). Está enclavada en Bay Colony de Fort Lauderdale. Su nueva ciudad es conocida como “La Venecia de América”, por la enorme cantidad de canales acuáticos.
“Antes que Messi llegara, mi casa costaba 7 millones de dólares; ahora cotiza en 25 millones de dólares”, explica Patrick Bet David, empresario millonario, youtuber y podcaster, vecino del “10”. Eso sí, no sabe si la pelota de fútbol es redonda o no.
En cuanto al posible día y horario que saldrá Mickey en la nueva Disney, sólo Cristo sabe. “Vamos partido a partido, entendimos que este no era el momento”, explicó el querido “Tata” Gerardo Martino, que perdió 2-1 contra los rayados de Monterrey (su DT es Fernando Ortiz, ex zaguero de Unión) en el juego de ida por los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf este último miércoles, en Fort Lauderdale.
“Se va sintiendo mejor, pero corríamos un riesgo demasiado grande si jugaba”, agregó el ex DT de Colón.
Esa lesión en los isquiotibiales del muslo derecho arrancó el 13 de marzo contra Nashville en el partido de octavos de final.
Por estas horas, sólo el “10” y Martino tiene la respuesta a la pregunta de los millones de dólares: ¿jugará Messi este sábado en el Chase Stadium contra Colorado Rapids por la Conferencia Este de la MLS o quedará reservado para la dura revancha en Monterrey el 10 de abril?.