Leo cerró el 2023 en Estados Unidos con una derrota por 1-0 ante Charlotte; le quedan los partidos de noviembre en el seleccionado; Gerardo Martino adelantó que no seguirá Josef Martínez
Cuando Lionel Messi provocó una de las grandes noticias futbolísticas del año con su incorporación a Inter Miami, el equipo de Florida acumulaba 11 partidos sin triunfos y se hundía en el último puesto de la Conferencia Este de la Major League Soccer (MLS). Pronto hubo que familiarizarse con el calendario del soccer. Por esa época, mediados de julio, la MLS se interrumpió para darle espacio a la Leagues Cup, competencia internacional entre representantes estadounidenses y mexicanos, en la que Leo fue un furor.
Diez goles (dos más en definiciones por penales) y una asistencia en siete partidos para alcanzar el título. Todo eso en apenas un mes, muy intenso, en medio de la fiebre que despertaba cada una de sus apariciones, con el ajetreo que causan los viajes en avión en cada partido como visitante.
Cuando le tocó debutar en la MLS, el 26 de agosto, pocos días después de la consagración en la Leagues Cup, el desgaste empezó a pasar factura. Molestias musculares en la pierna derecha, una cicatriz de una vieja lesión que volvía a importunar, el compromiso irrenunciable de estar en el seleccionado en el comienzo de las eliminatorias... Un combo que condicionó a Messi en el intento de rescatar a Inter del sótano de las posiciones. Estaba la posibilidad de que una serie de buenos resultados le permitiera ubicarse entre los ocho primeros para alcanzar los playoffs con la Conferencia Oeste. No pudo ser: Inter sólo pasó de último a penúltimo. A Messi le quedó poco fuelle, Jordi Alba volvió este sábado unos minutos tras un desgarro y Sergio Busquets, que juega con el mapa de la cancha en la cabeza, debió lidiar en un fútbol que tiende al desorden.
Esa ilusión ya se había marchitado hacía dos fechas, en la derrota por 1-0 frente a Cincinnati, con Messi jugando los últimos 35 minutos, antes de viajar para la doble ventana de las eliminatorias frente a Paraguay y Perú. De regreso, el miércoles presenció desde la platea el empate como local ante Charlotte, el mismo rival de este sábado, cuando Leo volvió a ser titular después de un mes exacto. La última vez que había estado desde el comienzo había sido la del 4-0 a Toronto.
La despedida por este año de la MLS fue con una derrota por 1-0, en la que Leo actuó durante los 90 minutos. Nunca había caído Inter con Messi jugando a tiempo completo. Festejó el equipo de Enzo Copetti, que en el primer tiempo tuvo un cruce verbal con el rosarino, a quien se vio un tanto molesto con el ex atacante de Racing. Charlotte necesitaba el triunfo para entrar en el repechaje que dará la última plaza para los playoffs.
En lo que el fútbol de Estados Unidos denomina "Decision Day", porque se cierra la etapa de grupos y se definen los últimos clasificados, Messi jugó sobre la carpeta sintética del Bank of America Stadium. Un escenario que estuvo colmado, como ocurre en cada ocasión en que su presencia es una certeza.
Con poca participación se vio a Messi en los primeros minutos del partido, cuando Charlotte se puso en ventaja con un gol del delantero colombiano Kerwin Vargas. El argentino incrementó la actividad a medida que pasaron los minutos, con una asistencia para un pique al vacío de DeAndre Yedlin. Enseguida no llegó a un pase de Leonardo Campana en el área.
En el segundo tiempo estuvo más cerca de influir en el resultado. No le convalidaron un gol por off-side, tras una exquisita definición sobre el arquero croata Kristijan Kahlina, que unos minutos más tarde tuvo la fortuna de su lado cuando manoteó un tiro libre de Messi y la pelota dio en el travesaño. Facundo Farías, citado por primera vez por Lionel Scaloni en la última convocatoria para la selección argentina, estuvo en el banco de suplentes, sin ingresar.
Con Inter Miami al margen de los playoffs y sin competencia oficial hasta febrero de 2024, ahora se abre un amplio paréntesis para Messi. Su tensión y su adrenalina competitivas se mantendrán en el seleccionado argentino, en el que el mes próximo lo esperan dos cotejos muy movilizadores: Uruguay, en Córdoba, y Brasil, en el Maracaná.
Scaloni ya dijo que no lo preocupa la inactividad de su capitán. Messi tampoco se lamentó mucho. Le servirá para descansar más tiempo que el habitual en la Argentina y hacer los trabajos de pretemporada que no tuvo entre su salida de Paris Saint-Germain y la llegada a Inter Miami. Para antes de todo eso, el equipo de Gerardo Martino tiene prevista una gira de dos partidos por China, que con Messi en la delegación adquiere ribetes comerciales por demás significativos.
Con contrato hasta diciembre de 2025, Messi cerró sus primeros tres meses en Inter con un título, un segundo puesto (US Open Cup), 11 goles y 5 asistencias en 14 partidos por todas las competencias.
Viene el tiempo para la conformación del plantel para 2024. Martino ya adelantó alguna novedad en la conferencia de prensa: el venezolano Josef Martínez no viajó a Charlotte porque no continuará. ¿Será un movimiento que acerque a Luis Suárez, que a partir de enero tendrá más facilidades para salir de Gremio y reencontrarse con su amigo, tras la etapa que compartieron en Barcelona? Conjeturas. Después de tres meses a full, Messi desacelera para repensar lo que viene, tomar envión y poner a Inter Miami mucho más arriba en la MLS. Terminar penúltimo, aunque mucho haya tenido que ver la herencia recibida, no le resulta indiferente.