La leyenda del básquetbol Michael Jordan se expresó este domingo en contra del racismo en medio de las protestas en Estados Unidos luego del caso de George Floyd, un hombre afroamericano de 46 años que fue asesinado por un policía en la ciudad de Minneapolis.
La ex estrella de los Chicago Bulls, ganador de seis campeonatos de la NBA, ya había publicado un video en sus redes sociales, elaborado por la empresa Nike, referido a lo sucedido.
"Por una vez, no lo hagas. No finjas que no hay un problema en Estados Unidos, no le des la espalda al racismo, no aceptes que nos quiten vidas inocentes, no pongas más excusas, no creas que esto no te afecta, no vuelvas a sentarte y te quedes callado, no creas que tú no puedes ser parte del cambio. Seamos todos parte del cambio", reza el texto del video.
Sin embargo, en las últimas horas, Jordan también publicó un extenso mensaje, en el que se solidarizó con la familia de Floyd.
"Estoy profundamente triste; estoy realmente adolorido y enojado. Veo y siento el dolor de todos, su indignación y su frustración. Yo estoy con esos que están señalando el racismo arraigado y la violencia hacia la gente de color en nuestro país. Hemos tenido suficiente", manifestó.
Tenés que leerEl mundo pide justicia por el crimen de George Floyd en Estados UnidosY añadió: "No tengo las respuestas, pero nuestras voces colectivas muestran fuerza e incapacidad de ser divididas por otros. Debemos de escucharnos uno al otro, mostrar compasión y empatía y nunca darle la espalda a la brutalidad sin sentido".
En la misma línea, el ex basquetbolista siguió: "Necesitamos continuar con expresiones pacíficas ante la injusticia y exigir responsabilidad. Nuestra voz unificada necesita poner presión en nuestros líderes para que cambien nuestras leyes, o en su defecto necesitamos usar nuestro voto para crear un cambio sistemático".
Por último, dijo en el comunicado: "Mi corazón está con la familia de George Floyd y con los incontables otros que han sido asesinados brutalmente y sinsentido, víctimas del racismo y la injusticia".
Estados Unidos vivió su quinta noche de disturbios y protestas en distintos puntos de su territorio, desencadenados por el crimen de un hombre de raza negra a manos de un policía blanco, que lo asfixió al presionar la rodilla contra su cuello en el suelo, cuando era detenido en Minneapolis.