Lunes 11.10.2021
/Última actualización 11:32
La fría y ventosa noche en el estadio Monumental fue solo una sensación y casi nadie pensó en eso. Disfrutar de la selección campeona de América, con Lionel Messi, Rodrigo De Paul, “Dibu” Martínez y compañía, era lo único que le importaba a los más de 35 mil afortunados que consiguieron una butaca para presenciar la 189° edición del tradicional clásico del Río de La Plata entre Argentina y Uruguay.
Los ecos de la Copa América no parecen apagarse. El “dale campeón, dale campeón” retumbó en cada rincón de la cancha para recibir al equipo nacional. “Venimos a ver a Argentina ganar, este equipo nos devolvió la alegría”, señaló un hincha a El Litoral, previó a ingresar a una de las plateas del Antonio Vespusio Liberti, que lució con pocas butacas sin ocupar (a pesar de la habilitación de solamente la mitad de su capacidad).
Es que el equipo del entrenador Scaloni, con 24 partidos sin derrotas, construyó una confianza y una identidad con la Selección que hace tiempo no se evidenciaba y se notó desde el minuto cero. El aliento bajó desde las tribunas gran parte de los 90 minutos, sobre todo en el primer tiempo cuando los uruguayos llegaron con tres jugadas claras de gol que desactivó oportunamente Martínez.
Rendidos a los pies del 10
“Messi, Messi…”. Las “reverencias” hacia el capitán argentino se repetían cada vez que el 10 tocaba la pelota y con una gambeta hacía levantar al público e ilusionarse con que la jugada terminase en gol. Además del astro argentino, entre los más ovacionados estuvieron: Emiliano Martínez, De Paul, Di María y Lo Celso.
Messi fue el último en retirarse del terreno de juego (luego de ser reconocido por ser el máximo goleador en competencias de selecciones sudamericanas). Desde las tribunas la gente lo “alabó” una vez más y lo despidió con el ya característico cántico: “Que de la mano de Lio Messi, todos las vuelta vamos a dar”.
Argentina volvió a ganar, su gente gozó, se fue feliz y se volvió a rendir a los pies de un equipo que maravilla e ilusiona de cara a lo que será la Copa del Mundo en Qatar 2022.