(Enviado Especial a Doha, Qatar)
(Enviado Especial a Doha, Qatar)
Llegar al Metro es toda una aventura. Pero una aventura interesante, atractiva, deslumbrante. Son flamantes, todo funciona a la perfección y, como ocurre en todos lados, se destacan por la amplitud, el confort y la limpieza.
Uno entra a las estaciones (refrigeradas al máximo como todo en Qatar) y se encuentra con muchísimos voluntarios que van indicando el camino. Y además, con vallados que ordenan el ingreso de la gente, buscando que vayan ingresando en fila y sin aglomerarse. Igual que en los estadios.
Al grito de “¡Metro… this way!”, los voluntarios van señalándole a la gente por dónde deben moverse para entrar. La mayoría lo hace gritando, pero algunos le encontraron la vuelta y lo cantan. En consecuencia, se hace pegadizo y hasta simpático… En mi caso, feliz porque es lo único que puedo “cazar” por culpa de mi deplorable inglés.