Las casi 80 mil personas que colmaron este viernes el Stade de France de Saint-Dennis, fueron testigos de la primera semifinal del Mundial de Rugby 2023.
Fue 44 a 6 para Nueva Zelanda que llegó a su quinta final. Argentina jugará por el tercer puesto el próximo viernes ante Inglaterra o Sudáfrica.
Las casi 80 mil personas que colmaron este viernes el Stade de France de Saint-Dennis, fueron testigos de la primera semifinal del Mundial de Rugby 2023.
El encuentro entre argentinos y neozelandeses contó con un invitado que se esperaba: el clima. Hubo lluvia antes y durante el partido. Después, como para culminar la frase habitual, después ya no importaba.
Mucho menos con lo que fue el resultado y, fundamentalmente, el trámite del partido. Nueva Zelanda goleó a Los Pumas por 44 a 6 y llegó a su quinta final en un mundial.
En tanto que los conducidos por Cheika y compañía, jugarán por el tercer puesto (como en 2007, en el mismo lugar) el próximo viernes desde las 16.
Un inicio de casi dos minutos muy auspiciosos para Los Pumas. Donde llegaron a jugar más de diez fases y quedaron a cinco metros del ingoal “negro”. Santiago Carreras se la jugó con el pie para tratar de quebrar la buena defensa rival, pero hubo pérdida de pelota.
No obstante, el despeje de los All Blacks, fue corto. Line para Argentina a la altura de las 22, pelota a González que la bajó rápido y luego de un par de avances, primera infracción neozelandesa que se tradujo en los primeros tres puntos de Boffelli en el partido.
El primer try de Nueva Zelanda no tardó en llegar. Cerca de la primera docena de minutos, llegó el ensayo número 29 en 30 partidos de Will Jordan. El “joven maravilla” “facturó” luego de varios avances de los forwards en la zona corta.
Y lo peligroso con un seleccionado como Nueva Zelanda, es que las diferencias en el resultado se amplíen. Y eso ocurrió cuando Jordie Barret, el menor de los tres hermanos en cancha, apoyó su try.
El dato: recién a los 30 minutos de juego, se produjo el primer scrum del partido. En favor de Los Pumas. Hubo empuje parejo, derrumbe, pero la pelota salió para los nuestros.
Costó, y mucho. Pero llegó el descuento de Boffelli para Los Pumas con un nuevo penal. Hubo un line y posterior empuje positivo del maul. Esa fue la génesis de estos tres puntos.
Pero respondieron muy rápido los All Blacks. Luego de la salida posterior, un penal en el aire de González (advertido por el árbitro) le posibilitó a los conducidos por Ian Foster, tener posesión de la pelota. Hubo una buena defensa argentina. Hasta que hicieron el 7° penal del primer tiempo (fueron 8 en total) que le posibilitó a Mo'unga sumar de a tres.
Lamentablemente, cuando parecía que se terminaba con diferencia de nueve el tanteador, llegó el tercer try para los “hombres de negro”.
Se llegó a esa situación, con el octavo penal del primer tiempo. Esta vez, en el scrum. Pelota al line, obtención segura, y cuando llegó la ovalada a Mark Telea. Hizo la diferencia: quebró varias marcas y después apoyó fácilmente Frizell.
20 a 6 fue el resultado con el cual concluyó la primera etapa. ¿Pudo ser más? Sí. ¿Pudieron Los Pumas sumar algo más? También, pero no fueron efectivos al momento de tener posesión de la “ovalada”.
Faltaba toda una etapa. Todavía no estaba nada dicho…
Pero apenas comenzó el complemento, se dijo todo. La segunda etapa empezó de la peor manera para el equipo argentino. Mala recepción de González en la salida (directamente le “erró” a la pelota), scrum para los All Blacks que “arrollaron” en esa formación a Los Pumas; ventaja que fue aprovechada por el experimentado Aaron Smith, quien cuando la quiso, la tomó, encaró y apoyó.
Todo se hacía “cuesta arriba”. Eran necesarios, en el inicio mismo de esta etapa, los hombres de recambio.
Los conductores otra vez estaban algo “perdidos”. González con un extraño bajo rendimiento. Gómez Kodela estaba siendo superado siempre en el scrum.
Situación que se complicó aún más, con el segundo try de Frizell en el partido. La ventaja para los All Blacks, de a poco, parecía indescontable.
Pero había una cuestión de orgullo propio en Los Pumas, que todavía estaba dando vueltas en el Stade de France.
Qué difícil es escribir lo que debería ser algo sencillo. Porque después de ese error, con posterior try, en la salida de mitad de cancha en el inicio del complemento, se terminó el partido.
Los Pumas nunca pudieron reaccionar. En el medio, hubo dos tries más de Jordan, que llegó a 31 en 30 partidos.
Argentina ni siquiera pudo aprovechar cuando estuvo con uno más, producto de la amarilla de Scott Barrett. Y era aprovechar solo descontar, para mostrar una reacción.
Hubo amor propio por parte de Los Pumas para intentar hacer al menos un try. Pero enfrente tuvo al mejor equipo de rugby de la historia.
Síntesis
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